viernes, 15 de noviembre de 2024

DAR NUESTRO TIEMPO, CUALIDADES, COSAS

 VIDA DE LA PALABRA                  primeras semanas de NOVIEMBRE


Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de noviembre («Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir», Mc 12, 44) y la de octubre («El que quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos», Mc 10, 43-44):

1.-        La semana pasada fui a predicar 3 días de retiro a religiosas. Los tenía bastante elaborados, pero los 2 días previos tenía programado dedicar más tiempo aún a su preparación y también a orar más. Pero el primero de esos días, además de todas las tareas pastorales habituales, surgieron 4 entierros y al día siguiente una persona requería mucho tiempo. En lo uno y lo otro traté de darme.

Mis “dos monedillas” eran, pues, en esta ocasión, “monedas” de tiempo: esos pocos y últimos tiempos que restaban para preparar, dedicarlos en cambio con plena atención y paz a esas otras cosas que también eran “voluntad de Dios sobre mí” y fiarme plenamente del Señor para la predicación, (“en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir”). Al final salió todo bastante bien y todo el mundo muy contento.

 

2.-        En la parroquia habíamos ofrecido unas sencillas imágenes de san José durmiente para poner en una ranura que tiene debajo un papelito con las inquietudes para que, (igual que hace el Papa Francisco), se ocupara él mientras uno duerme: san José obtenía las respuestas de Dios, -a través de ángeles-, a su inquietudes precisamente durante el sueño.

A principios de año andaba yo bastante preocupado por lo que me comentaban desde el Consejo de Economía parroquial: a pesar de haber ajustado espartanamente todo tipo de gastos y recortes, sospechaban que íbamos de nuevo a tener gran déficit al cierre de 2023. Tenemos un templo parroquial, (moderno, y bonito sobre todo por sus grandes vidrieras), pero demasiado grande y, en cambio, no somos muchos los feligreses.

Yo confiaba plenamente en la providencia y más aún estando nuestra Parroquia dedicada a san José: igual que él cuidó de la Sagrada Familia, (aunque no estuvieran boyantes), también a nosotros nos sacaría las “castañas del fuego” a cada momento. Pero se ve que o en mi rostro o mis palabras no reflejaba yo plenamente esa confianza.

Entre otros, una buena amiga me lo debió notar a mediados de enero: “no te preocupes; a mi san José en el cabecero de la cama, le he escrito el papelito con esta tarea para que él os lo solucione y se lo he puesto debajo”. Cada 3 ó 4 días me preguntaba con gran fe… ¡y candorosa ingenuidad!: “¿ya se ha arreglado la economía de la Parroquia?; ¡pues no le voy a quitar la petición a san José hasta que él lo apañe!!”. Pasaron los meses, pues nuestro ecónomo está enfermo y el cierre de cuentas se hizo en primavera: resulta que… ¡no habíamos tenido déficit!

2b.-     Pero, además, para este año 2024 han ido apareciendo estos meses algunas entradas inesperadas que van a ayudar a mantener el balance también este año incluso poniendo más la calefacción.

            Me emocionó al respecto una familia con pocos recursos. A los padres de catequesis en general les sugerimos una pequeña colaboración anual voluntaria, (casi simbólica), para los gastos, sobre todo el catecismo de su hijo que ya de por sí cuesta casi esa cantidad, pero les hablamos también de la posibilidad de colaborar más con una pequeña domiciliación mensual, la cual, desgravada de la declaración de la renta del año siguiente, al final de cuentas les viene a suponer solo aquella pequeña cantidad. Pocos hacen esta domiciliación. Pues bien, esta familia me preguntó cuándo y cómo entregar su colaboración; les contesté que era voluntario, que si no podían, no pasaba nada. Mi sorpresa fue mayúscula cuando lo que me planteaban no era esa pequeña entrega puntual, sino la domiciliación mensual y con algún euro más de lo que nosotros proponíamos como mínimo. Me emocioné interiormente pensando en las dos monedillas de la viuda del Evangelio.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de noviembre («Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir», Mc 12, 44), la de octubre («El que quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos», Mc 10, 43-44) y la de septiembre («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos», (St 1, 22):

 

1.-        “hoy he tenido que rectificar mi intención, en casa se hablaba de enviar ayuda económica a los necesitados de la Dana, una cosa urgente dada la dimensión de la catástrofe, pero no había acuerdo en la cantidad a donar: yo me retraía, pues últimamente estamos teniendo muchos gastos y hay que tratar de ahorrar... De pronto me di cuenta de que sí tengo que ahorrar, pero también tengo que confiar en la lógica del Evangelio y Jesús sabe lo que necesita cada uno: yo sencillamente tengo que pensar en los que sufren necesidad y han perdido todo, dar sin interés, y así hemos hecho.

 

2.-        “ya en el mes de Noviembre, ¡cómo pasa el tiempo! Visitando a mis seres queridos en el cementerio y acordándome de ellos, aunque siempre los tengo presentes, porque es una manera de amar a estos tan prójimos: es una obra de misericordia “rogar a Dios por vivos y difuntos”.

 

3.-        “cómo me reconforta recibir tus correos.

Ahí voy… Me van a hacer una infiltración/intervención con sedación para quemarme los nervios a 80 grados. Es con un equipo que viene de otro país, que en España está en fase experimental, pero sin agujas y así no corro riesgo de perforación de pulmón… Estoy asustada, porque soy la primera a la que se lo van a hacer, aunque con mucha confianza con este Doctor. Por favor reza por mí; no voy a misa porque no puedo coger catarro, contagio.

 

4.-        “que nos podamos saludar muchos años, gracias por compartir la palabra conmigo, me hace mucho bien.

 

5.-        “estoy muy agradecida de recibir La Palabra de Vida cada vez, y la del mes de noviembre que me ayuda y me hace muy feliz.

 


 

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