Aquí te ofrezco unos textos (y experiencias)
para renovar la intensidad en vivir la Palabra de este mes («Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un
espíritu firme»):
SABER COMPRENDER A LOS DEMÁS
Requiere el aprendizaje paciente
del amor que no se precipita en los juicios ni se queda en las primeras
impresiones. La misteriosa realidad de cada persona es mucho más de lo que
aparece, de sus defectos y sus limitaciones.
P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 13 marzo 2024
LA RECONCILIACIÓN SUPERA LA INJUSTICIA
El perdón puede ser una decisión y una actitud unilateral.
La reconciliación requiere la participación de ambas partes, de lo contrario no
se concreta.
Para que la reconciliación supere a la injusticia, es
necesario que haya un arrepentimiento sincero, iniciativa de pedir perdón, así
como la voluntad de conceder el perdón.
Cuando soy la parte ofendida, mi esfuerzo será comprender y
aceptar el deseo del otro de acercarse, de recuperar la confianza perdida y
recomenzar.
Cuando soy yo quien ofendió, el primer paso es admitir el
error y pedir disculpas, demostrando sinceramente el arrepentimiento y el deseo
de recomenzar.
Cuando al menos hay el deseo de que el amor sea recíproco,
Dios puede darnos un corazón puro y un espíritu decidido que supere la
injusticia con la reconciliación.
APOLONIO CARVALHO, Comentario al Pasapalabra diario 16 marzo 2024
LLEVAR EL ESPÍRITU DE FAMILIA
¿Nuestra
actividad se antepone a todo como lo más importante? Pues no. Lo más importante
para Dios es que sus hijos, estén donde estén,
sepan crear, como primer valor, con discreción y prudencia, ambiente de
familia.
P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 15 marzo 2024
SABER ESCUCHAR
Escuchar es más que oír. Requiere
una disposición interior hecha de atención, de disponibilidad, de paciencia. Se
deben dejar los propios pensamientos, los propios esquemas, para abrir de
verdad la mente y el corazón a la escucha. Si, mientras el otro habla, tú estás
ya pensando qué decirle, qué responder, entonces tú no estás escuchándolo a él
o a ella, sino a ti mismo. Es un vicio muy feo este… …La escucha es una forma
de amor que hace sentirse al otro amado de verdad…
PAPA FRANCISCO, Discorso ai
Partecipanti al 32° Corso sul Foro Interno
organizzato dalla Penitenzieria Apostolica, 25 marzo 2022
NO DESANIMARSE
Claro que ver y palpar los
resultados de nuestro esfuerzo es lo que nos mantiene animosos. Lógico. Pero lo
nuestro no son los resultados, sino la fe firme de que estamos haciendo la
voluntad de Dios. Y esa siempre resulta.
P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 11 marzo 2024
DIOS NO SE CANSA DE PERDONAR
…el
rostro de Dios es el de un padre misericordioso, que siempre tiene paciencia.
¿Habéis pensado en la paciencia de Dios, la paciencia que tiene con cada uno de
nosotros? Ésa es su misericordia. Siempre tiene paciencia, paciencia con
nosotros, nos comprende, nos espera, no se cansa de perdonarnos si sabemos
volver a Él con el corazón contrito. «Grande es la misericordia del Señor»,
dice el Salmo.
…
misericordia, esta palabra cambia todo. Es lo mejor que podemos escuchar:
cambia el mundo. Un poco de misericordia hace al mundo menos frío y más justo.
Necesitamos comprender bien esta misericordia de Dios, este Padre
misericordioso que tiene tanta paciencia... Recordemos al profeta Isaías,
cuando afirma que, aunque nuestros pecados fueran rojo escarlata, el amor de
Dios los volverá blancos como la nieve. Es hermoso, esto de la misericordia.
… Se
acercó entonces una señora anciana, humilde, muy humilde, de más de ochenta
años. La miré y le dije: “Abuela —porque así llamamos nosotros a las personas
ancianas—: Abuela ¿desea confesarse?” Sí, me dijo. “Pero si usted no tiene
pecados…” Y ella me respondió: “Todos tenemos pecados”. Pero, quizás el Señor
no la perdona... “El Señor perdona todo”, me dijo segura. Pero, ¿cómo lo sabe
usted, señora? “Si el Señor no perdonara todo, el mundo no existiría”. … ésa es
la sabiduría que concede el Espíritu Santo: la sabiduría interior hacia la
misericordia de Dios.
No olvidemos esta palabra: Dios nunca se cansa de perdonar. Nunca… El problema es que nosotros nos cansamos, no queremos, nos cansamos de pedir perdón. Él jamás se cansa de perdonar, pero nosotros, a veces, nos cansamos de pedir perdón. No nos cansemos nunca, no nos cansemos nunca. Él es Padre amoroso que siempre perdona, que tiene ese corazón misericordioso con todos nosotros. Y aprendamos también nosotros a ser misericordiosos con todos.
PAPA FRANCISCO, Ángelus dominical, 17 marzo 2013
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