miércoles, 31 de marzo de 2021

ENSÉÑAME TU SENDA HACIA LA UNIDAD

VIDA DE LA PALABRA                   últimas semanas de MARZO

 


Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de marzo («Muéstrame tus caminos, Señor, enséñame tus sendas», Sal 25, 4) y la de febrero («Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso», Lc 6, 36):

 1.-       Por una serie de malentendidos por ambas partes y, al parecer, también sin mala voluntad por parte de ellos, se habían producido tiranteces. Yo me quedé mal interiormente, pues quiero vivir por el “ut omnes…” (“que todos sean uno…”) de Jesús.

Recordando la PdV, le pedía a Jesús que me mostrara sus caminos: hablé con una de las personas y disminuyó la tensión solo un poco; con lo cual, me daba miedo hablar luego con quien tenía más incumbencia. Pero de nuevo la PdV me impelía a salir al encuentro. Fui. Y todo resultó mejor y más correcto de lo que yo esperaba. Incluso uno de mis otros compañeros, que habló con aquella primera también tensamente, por una circunstancia en ese momento, parece que también se aflojó el desencuentro. En cualquier caso, gracias a los caminos del Señor, yo me encuentro en paz interiormente y sin tanto estrés a la hora de ir por allí.

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de marzo («Muéstrame tus caminos, Señor, enséñame tus sendas», Sal 25, 4), la de febrero («Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso», Lc 6, 36) y la de enero («Permaneced en mi amor: daréis mucho fruto», cf. Jn 15, 5-9) y la de diciembre («El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer?»Sal 27, 1):

1.-        “este mes he vivido un episodio de ayudar a los demás, venciendo miedos intentando ver a Jesús en el otro.

Concretamente mi vecina me envió un WhatsApp, comunicándome que los cinco miembros de su familia habían dado positivo en Covid19 y me pedía el favor de que les llevara la compra durante la cuarentena y les tirara la basura.

Así lo hice cada día, pero he de reconocer que tirar la basura me daba miedo, me ponía guantes para ello y aun así me daba miedo, pero debía hacerlo. Así que como en otras ocasiones, iba repitiendo en mi interior "si el Señor es mi luz, ¿a quién temeré?, ¿quién me hará temblar?". Me doy cuenta de que Dios siempre nos acompaña y nos hace fuertes en nuestras debilidades.

 

2.-        “…he estado limpiando y ordenando el armario y en vez de comprarme vestidos y trajes nuevos, se me ha ocurrido llevarlos a una conocida que cose, pero ahora está en paro, para que me los renueve y arregle. Y así, lo que me hubiera gastado en ropa nueva,  está sirviendo para darle trabajo a ella….

 

3.-        “un marzo la mar de peculiar, la verdad. De haber podido me hubiese retirado literalmente 40 días al desierto, pues sentía que necesitaba hacer una pausa y pensar; como eso era imposible, por lo menos sí me propuse retirarme una hora al día por la mañana antes de ponerme de lleno a trabajar y por la noche antes de dormir un rato, (aunque aquí no con tiempo fijo, 10 minutos, 15, media hora.... depende del cansancio). 

Así lo hice, así lo hago; sin embargo, a veces tengo la sensación de que he equivocado las coordenadas del Gps, pues muy en el desierto no me siento, más bien tengo la sensación de estar en un jardín... Me acuerdo muchísimo en estos día de ese himno que dice: "vengo a pedirte Cristo jardinero por el desierto de mi corazón".

No con esas palabras, pero sí con ese sentido, había ido yo a rezarle a Cristo esta Navidad y, ¡oye!, parece que me ha escuchado. Allí que me fui yo al desierto, ahí que regó él, y una fuente de alegría brotó en mi corazón. La sequedad se transformó en manantial. 

Qué alegría sentí ayer cuando entré de nuevo en vuestra parroquia, aunque por un momento en verdad me sentí como desorientada y desconcertada, como cuando estás en una habitación a oscuras y de repente alguien enciende una luz, aunque se agradece para poder ver… Así me sentía ayer, tal vez porque mis ojos se habían acostumbrado a veros por la pantalla y ese contacto personal, aunque, sin duda, es mucho mejor, así en una primera impresión me hacía sentir confusa...

…he pensado mucho en lo que dijiste en la homilía: "que la palabra del Señor produzca Vida en nuestra vida" y… que "cuesta que la gente cuente experiencias concretas sobre la palabra de vida". Así que me he propuesto contar/escribir siempre algo sobre la palabra de vida planteada cada quince días… 

            Si no se me ocurre nada que contar, señal de que las palabras de la homilía no han hecho efecto en mí: si lo escuchado no ha producido vida en mi vida, es que no he escuchado bien. ¿Qué hacer? Volver a escuchar / leer, dejar que cale bien y ponerlo en práctica. Si de lo que se trata es de que la palabra de Dios produzca Vida, sí o sí siempre debería tener algo que contar y si no es así es que algo estoy haciendo mal.

 

4.-        “leía ahora estas bonitas palabras de Chiara:

"El día de hoy 

ha transcurrido 

en el amor ".

Así quiero vivir yo también cada día, en esa sintonía de amor constante, en esa música de fondo de amor divino que llega como cada mañana para mostrar nuevos senderos y caminos para amar a Jesús en cada ocasión... y en cada persona... 

Hace tiempo que no comparto experiencias de amor concreto. Y compartirlas me hace mucho bien porque me abre el alma a los demás para darles el tesoro de Dios vivo en mi pequeña vida.

A veces se me nubla el corazón porque me vienen desconfianzas hacia algunas personas o desánimos al pensar que hay cosas que no cambian... 

Hoy en misa he recomenzado en una de las respuestas que damos en la celebración... Y he respondido con todo el corazón y con todo el alma viviendo centrada en ese momento... 

Muéstrame, Señor, tus caminos y haz nuevas todas las cosas... 

4b.-     Me he acercado a la tienda de unas antiguas y bonitas compañeras de trabajo. Su padre murió hace unos días. Y allí les he llevado mi cariño y apoyo en estos momentos en que tanto se necesita. 

También he llevado ese clamor al Señor de querer ver sus caminos y sus senderos cuando se lo pido desde lo más hondo de mi ser para que me haga descubrirle en cada persona y en cada ocasión... Y camine por la vida sabiendo que estoy amándole y sirviéndole concretamente sin cesar... 

Renuevo mis ganas de amarle y me propongo encontrarle en cada rostro... agradable o no tan agradable... Y poner mi porción de amor para hacer que este mundo se renueve amando y siendo amado.

 

 

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