Aquí tienes unos textos que nos ayuden a relanzarnos en vivir la Palabra del mes, («muéstrame tus caminos, Señor, enséñame tus sendas»), y así focalizar bien las últimas semanas de esta Cuaresma:
PUREZA DEL CORAZÓN
No son los ejercicios rituales los que purifican el alma, sino su Palabra.
La Palabra de Jesús no es
como las palabras humanas. En ella está Cristo presente, como está presente, de
otro modo, en la Eucaristía. Por la Palabra, Cristo entra en nosotros y
mientras la dejamos actuar, nos hace libres del pecado y puros de corazón.
Por tanto, la pureza es fruto de la Palabra vivida, de todas esas Palabras
de Jesús que nos liberan de los así llamados apegos en los que necesariamente
se cae si no se tiene el corazón en Dios y en sus enseñanzas.
CHIARA LUBICH, Palabra de Vida de noviembre 1999
CONSOLAR AL AFLIGIDO
Hay mucha gente que sufre de soledad. Se siente afligida delante de
decisiones, delante de sus problemas y no tiene con quien compartir sus
sentimientos.
Incluso pueden estar rodeadas de otras personas: aun así, sufren la
soledad.
Busquemos a los que están afligidos delante de sus miedos, delante de los
vicios o delante de graves enfermedades que los aniquilan emocionalmente.
Seamos sustento,
presencia viva, mano extendida que los apoya. Seamos los brazos de Dios que los
acoge y da consuelo. Vivamos la fraternidad activa, eficaz y afectiva. Seamos
hermanos, hermanas, padres y madres, y a veces hijos e hijas.
Miremos a nuestro alrededor y veamos quién necesita de consuelo. Esos deben
ser nuestros favoritos en este día.
Seremos un regalo para ellos, una caricia de Dios. Ellos también serán para
nosotros un don, una presencia de Dios, el rostro de Jesús que sufre sobre la
cruz.
APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al Pasapalabra diario, del 22
de febrero
ESTAR AGRADECIDOS A DIOS POR CADA
COSA
No permita Él que nos sintamos ricos, porque nos volveremos quejosos y
exigentes. En cambio, si nos consideramos pobres, hasta las cosas más pequeñas
nos llenarán de júbilo, y las disfrutaremos como regalos del cielo. Así mejor.
P. MANUEL MORALES, o.s.a., Comentario al Pasapalabra diario, del 15
de marzo
Ven Espíritu Santo. Hoy te pido que sanes mi miedo al fracaso. Quiero
confiar en Ti, sabiendo que todas mis tareas de alguna manera terminan bien si
dejo que las bendigas y las ilumines. Bendice con tu infinito poder todos mis
trabajos y tareas.
Dame claridad, habilidad, sabiduría, para hacer las cosas bien, con toda mi
atención, mis capacidades y mi creatividad. No dejes, Espíritu Santo, que
descuide mis trabajos, que me deje llevar por la comodidad o el desaliento.
Tómame para que pueda ver qué hay que hacer en cada momento, y capacítame
con tu poder.
Quiero trabajar firme y seguro con tu gracia. Sé que con tu ayuda todo
terminará bien, y que si cometo algún error, también de eso sacarás algo bueno
para mi vida.
RELACIÓN AL ESTILO DE DIOS-TRINIDAD
Para tener relaciones verdaderas, creo que deben existir tres puntos
básicos como mínimo: que no hayan intereses personales, que la relación no esté
determinada por ningún tipo de dependencia de uno o del otro, y que cualquier
actitud de posesión, sea eliminada totalmente.
Debe ser un amor que busque fomentar la reciprocidad y que vaya más allá de
todo eso, que sea puro y sin ganancias secundarias unilaterales.
Para poder crear relaciones verdaderas, debemos desapegarnos de las cosas
materiales, de nuestras ideas y de las personas.
Solo entonces, cuando seamos capaces de estar de pie solos, podremos vivir
la interdependencia y la reciprocidad de manera justa.
Una relación debe ser un puente de dos vías, donde se pueda ir y venir
libremente.
APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al Pasapalabra diario, del 8
de febrero
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