sábado, 15 de junio de 2019

FUERZA PARA SER TESTIGOS EN LO COTIDIANO

VIDA DE LA PALABRA                      junio 2019

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de junio («Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos», Hch 1, 8) y la de mayo («La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío», Jn 20, 21):

1.-        Tenía yo algo de tiempo y me ofrecí a llevar a una persona que debía ir a media hora de aquí. Durante el trayecto prefirió escuchar música, aparte de comentar algunas cosillas sueltas. De pronto baja a tope el volumen de los altavoces, (por los que estábamos escuchando la novena sinfonía de Beethoven), y se santigua. Yo pensaba que quería que hiciéramos juntos una oración, pero para mi asombro me dice: “no, me estoy confesando”. Al acabar dice: “céntrate bien en la conducción, pero adminístrame también bien la imposición de mano con la absolución, ¡eh!”. Después de todo ello me pregunta: “¿has estado rezando para que me confiese?”. La verdad es que no, pero sí había pedido al Espíritu Santo que con todos los que me encontrara, cada uno hiciéramos lo que más agradara a Dios.



Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de junio («Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos», Hch 1, 8), la de mayo («La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío», Jn 20, 21) y la de abril («Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros», Jn 13, 14):

1.-        “…yo ahora tengo turno… y fui a llevar a mi marido a la estación; al retorno… de un modo muy tonto, por un niño que jugaba con su perro, he tenido un pequeño accidente con el coche: yo, pendiente del niño, el perro y las llaves que se le cayeron, y la señora salió disparada del coche dejando su puerta semiabierta… La puerta se abrió del todo cuando yo pasaba y frené: un lío solo de raspones y retrovisores. Yo traté de amar a cada uno y no perder la calma, ya que la señora se estaba enfadando bastante; y creo que el amor la desarmó y todo quedó amigablemente: “basta dar parte y no pasó nada a nadie”, -decía-, “solo son unos raspones en una cosa, en el coche”. Y hemos quedado tan amigas. El pasapalabra (hoy “acoger al Espíritu de Dios en nuestro corazón”) es un arma poderosa….

2.-        “gracias por enviarnos la Palabra de Vida. Estamos viviendo unos días de muchos nervios por estudios, trabajo, familia... y justo recibo tu correo, lo leo y cambia mi ánimo, porque me doy cuenta que, como dices siempre, “donde hay dos o más” siempre está Dios. Muchas gracias.

3.-        “muchísimas gracias, D.Paco. Le doy gracias al Señor por haber cruzado su camino con el mío.
Son tan gratificantes los pequeños momentos de oración que tengo al día!!! Sentir que dentro de mí están el Señor y, cómo no, mi Madre, María, a los que tenía dormidos durante años en mi interior y han resurgido de nuevo. La profundidad que experimento en mi espíritu, solo pensando y teniéndoles a Ellos. GRACIAS.

4.-        “…de nuevo miraba la rueda desinflada (¡pinchada!) del coche y pensaba que no es del todo cierto que el Espíritu Santo no actúe para su reparación. 
Cierto es que no lo iba a hacer como a mí me gustaría: soplando en ella para que se hinchase, pero, en cierto modo, se notaba su presencia:
Ante todo necesitaba yo FORTALEZA de ánimo para no desanimarme y pensar con claridad.
Visto el panorama…, …se imponía pedir CONSEJO. ¿Llamaba a una grúa?, ¿o intentaba inflar un poco el neumático y lo llevaba hasta el taller?
            Pensando en la segunda opción y visto el manual de instrucciones del kit de supervivencia que traía el coche, le rezaba a Dios con PIEDAD…
…una experiencia que no es grave, pero trastorna el día a día, pues arreglar un pinchazo no estaba en mi programa del lunes.
            Pensando en ello, recuerdo muchas palabras de vida que me has enviado donde se habla de afrontar las cosas en paz, con calma, dominio de uno, sin enfadarse….

5.-        “me sirvió de mucho la penitencia que me pusiste. Al releer la PdV me sentía identificada con lo que leía y es que, en cierto modo, así me siento yo en estos momentos. Volviendo entre mi gente y me siento feliz por ello. Con mi gente de siempre y con la que Dios me va poniendo en mi camino que es de lo más variado. Me siento como los discípulos, yo también he recobrado la alegría.





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