VIVIR COMO PORTADORES
DE PAZ
La paz es uno de los frutos del Espíritu
Santo en nuestra vida.
El Espíritu Santo nos da la certidumbre de
que somos infinitamente amados por Dios y eso nos da seguridad y paz interior.
Nada puede perturbar nuestro corazón.
Incluso en medio de las agitaciones del mundo
lleno de violencia y pecado, los corazones de aquellos que aman no se perturban
porque saben que todo concurre para el bien de los que aman a Dios.
La paz que viene de Dios nos da estabilidad y
equilibrio. Ni nuestros deseos y pasiones interiores, ni las perturbaciones
exteriores nos afectan porque Dios, a quien amamos sin medida, nos satisface
completamente.
Dice Santo Tomás de Aquino: “La perfección de
la alegría es la paz. No goza de la alegría perfecta quien no se satisface con
el objeto que lo alegra.”
De hecho, la paz del espíritu es la alegría
perfecta de quien se satisface con el amor de Dios.
Viviremos como portadores de paz si acogemos
el Espíritu Santo en nuestro corazón.
APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al pasapalabra del 2 de junio de
2019
SEGUIR
LA PROPIA CONCIENCIA
Nuestra conciencia expresa la voluntad de
Dios. Pero, cuidado: es necesario que esté iluminada por el amor. Sólo cuando
amamos, Dios nos habla a través también de nuestra conciencia.
Si estuviera contaminada por sentimientos
negativos como el odio o el rencor, no tenemos una conciencia sana: tenemos
falsos justificativos para nuestros errores y malos pensamientos.
Cuando estamos viviendo en el amor, recibimos
los dones del Espíritu Santo que iluminan nuestra conciencia: fortaleza,
sabiduría, ciencia, consejo, entendimiento, piedad y temor de Dios. Son dones
gratuitos que nos ayudan a discernir cuál es la voluntad de Dios para nosotros
en cada momento.
Seguir la conciencia nos hace vivir aún más
el amor, trayendo alegría y paz a nuestro corazón.
APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al pasapalabra del 3 de junio de
2019
LA
ESPERANZA NO DECEPCIONA
…aspirad a una vida grande. El encuentro con
Cristo, el dejarse aferrar y guiar por su amor, amplía el horizonte de la
existencia, le da una esperanza sólida que no defrauda.
PAPA FRANCISCO, Encíclica Lumen Fidei, n. 53
NADA
ES PEQUEÑO DE LO QUE SE HACE POR AMOR
No se recuerda que los primeros cristianos
tuvieran éxtasis, sino más bien que se amaban entre ellos: habían acogido en
toda su vitalidad el testamento de Jesús.
Nada es pequeño de lo que se hace por amor.
Muchas veces alteramos el verdadero sentido
de la caridad considerándola solamente como camino hacia la verdad. En cambio,
no: también la caridad es algo absoluto, porque Dios es caridad. Así, pues, tenemos
que ser en el mundo el amor, como decía Santa Teresita, ese amor que todo lo
espera, todo lo cree, todo lo soporta. Ese amor que es el único capaz de ver
rectamente, y en el cual la verdad es auténtica.
Si una madre, que está unida a su hijo
únicamente por el amor natural, goza viendo su bien y comparte todas sus
ansiedades y preocupaciones, ¡cuánto más nosotros que estamos unidos entre
hermanos por un vínculo sobrenatural, tendremos que hacer nuestros los dolores
y las alegrías de los demás!
Tenemos que reavivar nuestra fe, viviendo el
amor cristiano que pulveriza envidias, celos, murmuraciones, juicios y otras
cosas malas, que a menudo convierten el don precioso de la vida en un infierno.
CHIARA LUBICH, Fragmentos, en Escritos espirituales/1, Ed. Ciudad nueva, Madrid, pp. 277-278
LLENAR
DE AMOR LAS PEQUEÑAS COSAS QUE HAGAMOS
Siempre podemos aprender algo positivo de la
sabiduría popular: “Los mejores perfumes están en los frascos pequeños”.
No importa hacer grandes o pequeñas cosas, lo
más importante es hacerlas llenas de mucho amor. Eso es lo que da valor a lo
que hacemos.
En los pequeños gestos se conoce la grandeza
de una persona.
Cuando abro la puerta del consultorio
a los pacientes y los saludo con alegría y disponibilidad para ayudar, veo que
se desencadena inmediatamente una cierta empatía que favorece a la consulta, al
diagnóstico y a la terapia. Un gesto simple, pero con un resultado valioso.
El mayor de los males, más que las
enfermedades, es la falta de amor. Por eso, un pequeño gesto, hecho con amor,
es capaz de ayudar en la cura del cuerpo y del alma.
Hagamos pequeñas cosas, pero hagámoslas bien,
llenas de amor.
APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al pasapalabra del 5 de junio de
2019
No todo vale para seguir a Cristo. Hay
"cosas" dentro de ti que son contrarias al Evangelio. Son las que
tienes que cortar sin miramientos. Porque el Señor no quiere algo de ti: ¡te
quiere a ti!
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