Te ofrezco unos textos que nos ayuden a seguir profundizando y meditando (¡¡y, sobre todo, llevando a la práctica diaria), la Palabra de Vida de marzo («Muéstrame tus caminos, Yahvé, enséñame tus
sendas», Sal 25,
4):
DEJARNOS GUIAR POR EL AMOR
Si
sigo a Cristo, ¿dónde me llevará? ¿Dónde
terminaré? ¿Qué querrá de mí? ¿Qué hará de mí?
Quien ama de veras
no hace preguntas: sencillamente se deja guiar por el
amor.
Abraham no sabía
adónde lo llevaría Dios, no lo supo Moisés, no lo supo Pedro ni Juan ni
Santiago ni Andrés… “Ven”. A esta invitación ninguno de ellos le preguntó
“¿dónde?”.
Se puede
confiar en el ser amado.
Lo importante no es
saber dónde se está yendo, sino con quien se está
caminando.
Al final, el amor
te enseñará a superar también el miedo a una dedicación incondicional: el amor
es para siempre.”
FABIO CIARDI, Vieni
LOS SENDEROS DEL AMOR LLEVAN A DIOS.
¡Dios es amor! Y
solamente por la vía del amor, puedes conocer a Dios. Amor razonable,
acompañado por la razón. ¡Pero amor! “Pero, ¿cómo puedo amar lo que no conozco?”;
“Ama a los que tienes cerca”. Y ésta es la doctrina de dos Mandamientos: el más
importante es amar a Dios, porque Él es amor; pero el segundo es amar al
prójimo, pero para llegar al primero tenemos que subir los peldaños del
segundo: es decir, a través del amor al prójimo llegamos a conocer Dios, que es
amor. Solamente amando razonablemente, pero amando, podemos llegar a este amor.
PAPA FRANCISCO, Homilía diaria Misa en Santa Marta, Radio
Vaticana, 8 enero 2015
SER LUZ PARA LOS DEMAS
Aprendemos mucho
con la reflexión, con la meditación de la Palabra, pero aprendemos también con
el compartir de la vida; es decir, compartiendo las experiencias hechas después
de la reflexión.
El
intercambio de las experiencias es una verdadera comunión y ayuda a convertirse
en un solo corazón y una sola alma.
Al
poner en común con los otros lo que estoy viviendo, transmito para ellos la luz
que recibí, o sea, soy luz para los otros.
Cuando
las experiencias son puestas en común con la debida humildad, edifican e
iluminan a todos, además de dar gloria a Dios.
De
hecho, Jesús afirmó eso cuando dijo: “Brille así vuestra luz ante los hombres,
para que vean estas buenas obras, y por ello den gloria a vuestro Padre que
está en los Cielos” (Mt 6,16).
APOLONIO CARVALHO
NASCIMENTO
SABER POSPONER NUESTROS
PROGRAMAS PARA AMAR
[...] saber
posponerlo todo, despojarse de cualquier pretensión de poder, para asegurar la
presencia de Jesús entre vosotros, viviendo como niños por el Reino de Dios. De
esta forma, será inevitable que Jesús produzca una pastoral “nueva” y unos
sacerdotes “nuevos”: sacerdotes-Cristo por la humanidad, dispuestos a dar la
vida por todos. [...]
CHIARA LUBICH, Discurso a la Escuela sacerdotal del
Movimiento de los Focolares, Grottaferrata 1966
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