domingo, 15 de octubre de 2017

MISMOS SENTIMIENTOS QUE JESÚS

VIDA DE LA PALABRA          primeras semanas de OCTUBRE



Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de octubre («Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo», Flp 2, 5) y la de septiembre («Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame», Mt 16, 24):
1.-        Por no alargar, hace 15 días no te conté la reunión anual de primos y hermanos. Fuimos toda la familia a unas casas rurales. La Palabra de vida de agosto («Bueno es Yahvé para con todos, tierno con todas sus criaturas», Sal 145, 9) me orientó esos días: no sólo armoniosamente familiares, sino también de contemplación de Dios en lo pequeño, en las personas y en la naturaleza. Una veintena de niños de diferentes edades y casi otros tantos adultos, yo el mayor de todos, (y echando mucho de menos a un primo y, sobre todo, a mi hermana pequeña, misionera en Chad).
A ratos, contemplar sin prisas a los niños correteando y riendo; otros ratos tumbarme en el césped mientras los oía y observaba y las hojas de los árboles moverse ligeramente y el azul del cielo a través de ellas…; preparar y compartir las comidas; escuchar el tintinear del riachuelo y el trinar de distintos tipos de aves…; el hacer deporte todos, o hacernos como niños jugando con ellos…; la Misa participada y cantada…
Muchos momentos me venía a la mente esta canción que aprendí en mi primera Mariápolis, (Salamanca, julio 1981) y que refleja la vivencia de ese fin de semana:
      Amanece, el sol ilumina ya las calles,
sus rayos me despiertan alegre,
la lluvia ya ha cesado y ha dejado en mí
la felicidad.
      Sonrío, se me ocurren tantas cosas para hacer,
un día tan hermoso no lo perderé,
claro que no.
      Me arreglo, el aire de la mañana yo respiro,
los pájaros cercanos me saludan
volando en el cielo.
      ¿Y POR QUÉ HAY OTROS QUE ESTE SOL AÚN NO LO VEN,
Y MUEREN EXPLOTADOS POR SU ANSIA DE RIQUEZA?
      ¿Y POR QUÉ PERDEMOS TANTO TIEMPO CON PALABRAS,
EN CAMBIO NO AMAMOS Y LLEVAMOS LIBERTAD?
      Oigo que los niños en la calle están jugando,
en el portal un viejo toma el sol,
sentado él sonríe y los mira,
¡qué feliz será!
      Camino y dentro tarareo una canción,
me fijo incluso en aquellos que
nunca había visto.
      Las flores de campos y jardines han brotado,
sencillas pero bellas como el día que
voy a vivir.

2.-        Las circunstancias socio-políticas de estas semanas me han hecho acudir mucho a la Palabra de este mes: “… los sentimientos de Cristo…; …pasando por uno de tantos… …por obediencia hasta la muerte y muerte de cruz…”. Servir por amor.
Escuchando los telediarios… se me encendía la sangre… a veces por impotencia… otras pensando en que la gente pobre puede empobrecerse más… constatar que muchos viven engañados en un sentido y en otro… que muchos caen en el rencor, el desprecio o la rivalidad…
Y ante ello, ¿cómo reflejar yo sentimientos de Cristo? Amar siempre, amar a todos (unos y otros y otros…) y rezar…
Muchos me llamaban o escribían desde distintos lugares, preguntando por las actitudes de determinadas personas, tratando de clarificar cuál puede ser una solución o una respuesta cristiana, cómo comportarse con sus conocidos…
            Todo es un “rostro” tremendo, grandísimo, de Jesús Abandonado. Un auténtico Jesús Abandonado colectivo…
Esto (y cosas similares) contesté a muchos: "...me preocupa estas semanas que se cuele en mi corazón (o en cualquier corazón) algo que no sea amor, y así se lo hago ver a tantos que me llaman desconcertados o a la gente que encuentro a diario. El riesgo de división en la sociedad ya es difícilmente reparable a corto y medio plazo…: muchos no entienden (entendemos)… Pero por encima de todo, es un J.A. colectivo. No olvidemos que Jesús pide al Padre (no a nosotros, que no sabemos): “Padre, que todos sean uno…”. Pero al estilo de la unidad y trinidad de Dios: “…como Tú en Mí y Yo en Ti, que sean completamente uno en nosotros”. La caridad. La unidad al estilo de la Trinidad es muy superior a la simplemente política, territorial, humana... y no está circunscrita a los distintos modelos en que estas se puedan realizar. Pero las discordias y, lo que es peor, los odios obstaculizan y rompen una y otras: son triunfos del diablo (que eso significa también ese mismo vocablo).
Si amamos, si elegimos todos y cada uno a solo Dios, si lo tenemos a Él como único Bien… estoy seguro que vendrá una resurrección colectiva, grande… plena de luz y esperanza, con una maduración nueva. Y será un don para la Iglesia y para la sociedad. Pero hay que estar en la llaga y ahí hay que ser de Dios, estar en Dios; ser el Amor (que incluye verdad y luz, misericordia y justicia, que solo en Dios coinciden; y no perder de vista lo que la Doctrina Social llama el “bien común”, -y no simplemente el “interés general”, que se queda muy corto-, que tiene poco que ver con mayorías o minorías). Es lo que estoy tratando de vivir ante la tentación de pesimismo y desconcierto; y es lo que digo a tantos que me llaman (de Andalucía, La Mancha, Extremadura, Cataluña) o a mucha gente que se confiesa de la “rabia” y/o impotencia que siente dentro..."

3.-        Me llama una conocida: un compañero suyo de trabajo quiere confesarse cuando yo vaya por allí. Me paso un par de veces por el despacho de ella y me explica. A la tercera, decido acercarme directamente al despacho del interesado, en vez de esperar que viniera él. Me quedo fuera pues noto que está atendiendo a gente. Cuando sale el último, entro y me presento. Él, casado y padre de dos hijos. Fue un ratito de verdadera fraternidad, bonito. Momentos de Dios. Por ello, al acabar, me viene gana de darle un abrazo, pero no comenté nada. Al levantarme para despedirme, me dice: “no sé qué pensarás…: ¿puedo darte un abrazo?”. Al día siguiente, en un mensaje comenta: “hay que repetir no solo la confesión, sino el buen rato de charla”.

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de julio de octubre («Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo», Flp 2, 5), la de septiembre («Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame», Mt 16, 24) y la de agosto («Bueno es Yahvé para con todos, tierno con todas sus criaturas», Sal 145, 9):
1.-        “…no puedo etiquetar a las personas por su categoría, por edad, por la apariencia, por su posición social o cualquier otro tipo de calificación buena o mala. Mi deber cristiano es acercarme a cada uno sin ningún tipo de prejuicio. En mi profesión de médico trato de ver a cada paciente como alguien que necesita de toda mi atención y de todo mi amor sin hacer ninguna distinción. Solo hay un modo de ver más allá de las apariencias y amar a todos sin hacer acepción de personas: reconocer la presencia de Jesús en cada prójimo…

2.- [de mi hermana pequeña, misionera por 3 años en Chad]:      aquí esperando que podamos pasar por los caminos (discurren cerca de los ríos) y llegar a los pueblos de los niños, (donde han estado un mes en familias de acogida). Hoy hemos ido andando 8 km al pueblo más cercano, que no tiene río y hemos tenido que cruzar grandes charcos y meternos hasta las rodillas. En esos charcos, hay niños pescando peces 😂😂😂😂 (misterio: ¡los hay!)…
           
…por ahí sí podríamos ir en coche y a la vuelta nos ha llevado otro misionero; el problema es ir a 60 km, donde están la mitad de los niños y atravesar zonas de caminos en que se han desbordado ríos. Si el jueves
no se puede, tendremos que hacer otra ruta de 300 km que dicen que ya no está inundada, aunque tardemos 5 veces más y tengamos que hacer noche…
…abiertos a lo que Dios quiera y dejándonos sorprender por Él.
Lo hemos pasado muy bien por el camino saludando gente: de verdad, íbamos también cantando 😂🤗🙏🏿😘…
2b.-      …un niño de 12 años hace unas semanas se vino él solito andando más de 40 km (traía los pies destrozados; y empapado, porque las últimas horas había diluviado) porque la familia de acogida no le daba bien de comer, y se acordaba del cariño y la comida aquí en la misión...
…hoy estoy bien contenta de que ayer por fin pudiéramos empezar las clases, porque por fin, ya pudimos recoger a los chicos que tenían ríos desbordados en los caminos para llegar a sus pueblos. Solo tuvimos que bajarnos una vez para andar dos minutos cruzando un gran charco que todavía quedaba, porque nuestra camioneta se quedó atascada y aunque el camino estaba lleno de agujeros, puentes estrechos y mal construidos... ya estamos todos aquí.
Este curso tenemos 11 chicos nuevos que se suponen que tienen doce años, pero yo creo que algunos tienen menos: aquí casi nadie sabe cuántos años tienen, ni qué día nacieron…
Es bonito ver cómo los niños nuevos, (primero les dábamos miedo, porque no habían visto nunca a personas blancas), en menos de un día ya son nuestros amigos y se ríen mucho con nosotros y están muy contentos aquí junto a los otros 40 chicos aprendiendo en la escuela, jugando, cantando y haciendo labores en el campo 😘…
2.c-      …viernes y sábado muy divertida enseñando a montar en bici a los 5 chicos y chicas que tienen más de 16 años y que en este último año con nosotros tienen que ir todos los fines de semana al pueblo (a 8 km) a hacer prácticas de taller. 4 han aprendido muy rápido, aunque se han caído alguna vez, pero el otro es muy torpe: de pequeño vivió demasiados años abandonado entre animales y aunque ha mejorado mucho, todo le cuesta el doble!!! Tendremos que continuar. Ayer todos aplaudiéndole porque ya casi no se sale del camino ni se va contra las plantas😂😂😂😂 Casi lloro de la emoción de ver la alegría y el apoyo de todos 👏🏿👏🏿😂🙏🏿

3.-        “…conocí el Movimiento de los Focolares muy joven. Y una práctica que me fascinó desde el principio, fue la comunión de bienes practicada por sus miembros. En el grupo de jóvenes que yo participaba, una vez por mes, hacíamos una reunión para ver las necesidades de cada uno. Había quien tenía suficiente para los gastos y había quien no tenía casi nada. Compartíamos nuestras necesidades y después poníamos en común los pocos bienes que poseíamos: dinero, ropas, libros, billetes para el transporte, etc., de manera que cada uno tuviese el mínimo necesario.
Para nosotros, aquello era una verdadera revolución. Vivir el compartir con los hermanos, vivir el Evangelio al pie de la letra.
Eso me educó a estar atento a las necesidades de los otros y a tener la humildad de compartir también mis necesidades con los hermanos...
…tengo el hábito de revisar de vez en cuando mi armario y ver lo que es superfluo y hacer una donación. No sólo ejercito el desapego, también tengo la oportunidad de ayudar a una persona. Con seguridad, lo que me sobra falta para alguien. Observo lo que realmente necesitamos y lo que tenemos más. Cuando compartimos, sentimos una alegría nueva, mayor que la que tuvimos al adquirirlos. La alegría por el bien que hicimos y por ver que nada nos falta. “Porque hay más alegría en dar que en recibir” (Hechos 20,35)…


Si quieres leer más experiencias similares, 
de gente de todo el mundo,
puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ
y otras también AQUÍ y AQUÍ



N.B.: tú también puedes compartir las experiencias
que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en “comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,
mándamela por correo-e.




No hay comentarios:

Publicar un comentario