sábado, 16 de septiembre de 2017

MÁS ALLÁ DE NOSOTROS MISMOS, CAMINAR CON ÉL

VIDA DE LA PALABRA               primeras semanas de SEPTIEMBRE

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de septiembre («Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame», Mt 16, 24) y la de agosto («Bueno es Yahvé para con todos, tierno con todas sus criaturas», Sal 145, 9):
1.-        Me di cuenta que en su momento no había llamado a una amiga para manifestarle mis condolencias por el fallecimiento de su marido tras una rápida enfermedad. Era una buena oportunidad pues hacía mucho que no teníamos contacto. Pensando tener un rato largo para dedicarle, luego se me hacían las 22:30 y ya no me parecía momento adecuado para llamarla; o me acordaba en medio de la Misa o en el coche y rezaba…; o en otros momentos no tenía su teléfono a mano. Y así se me pasaron días… ¡y semanas con el mucho ajetreo!
Hace pocos días, al ver de lejos a su madre, me he vuelto a acordar: ¡qué desastre soy: se me han pasado varios meses y no me he hecho presente de modo directo! Colorado de vergüenza, llamé esa misma noche pidiéndole, además, perdón. Suavemente me recriminó: “echaba en falta tus palabras”. Demasiadas tareas, despiste y…; nada de excusas. Es mi cruz. Y tratar de darme sinceramente en todo lo que le decía; y luego, (el mejor modo de reparar), seguir ofreciendo y rezando por él, por ella y por sus niños, como vengo haciendo todos estos días.

2.-        Como te conté, los últimos 10 días de agosto estuve en Loppiano (Florencia), una Mariápolis permanente donde viven unas 800 personas de todo el mundo teniendo como objetivo hacer viva la presencia de “Jesús en medio” por el amor recíproco “donde dos o más…”, vivir el Evangelio en todos los aspectos de la vida comunitariamente, ser como María que “da a Jesús” a todos los que a ella se acercan. Todo, motivo más que suficiente para alabar a Dios que es bueno, que es tierno con todas sus criaturas; y también los campos, la naturaleza, el santuario de María “Theotokos” (=”madre de Dios”, en griego).
            Estuvimos 50 sacerdotes de 27 países, organizados en focolares (hogares, pequeñas comunidades de 6 ó 7). Yo, con Europa occidental: uno de Francia, de Portugal, de Bélgica, de Holanda y dos de Malta. Pendiente cada uno de lo que más le gusta al otro para desayunar, breves en el servicio para que pueda entrar otro, adelantarse a los demás para fregar los platos… rezar juntos la liturgia de las horas, decidir qué hacer o dónde ir en el rato de descanso…
La comida de mediodía y las charlas de las mañanas sí las teníamos los 50 juntos.
Ese amor recíproco concreto era la base para poder estar bien injertados en esta ciudadela de testimonio y, a la vez, para que calaran en nosotros con naturalidad los sencillos-profundísimos temas que se trataban, sobre todo esos textos de Chiara Lubich referidos a un periodo de especial iluminación. Era como viajar en el paraíso contemplando. El corazón y la mente se llenaban. Y eso se iba notando en el rostro de cada uno conforme pasaban las jornadas. De tal manera, que revisar el año vivido y programarse para el que viene, resultaba un desafío fascinante desde esa luz. Muchas ideas, muchos propósitos. Descanso interior y exterior.
            Los últimos días, (y aún continúa aquí ya de regreso), el alma canta, y eso se refleja en que yo iba tarareandillo continuamente alguna canción llena de significado de las que allí aprendíamos y en querer transmitir a todos algo aunque solo sea con la mirada.

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de septiembre («Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame», Mt 16, 24), la de agosto («Bueno es Yahvé para con todos, tierno con todas sus criaturas», Sal 145, 9) y la de julio («Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso», Mt 11, 28):
1.-        “una vez más, gracias por tus puntuales envíos…, que siempre son estimulantes para seguir en el "ut omnes" (= “que todos sean uno”).
Comparto esta experiencia de hace unos días. Desayunando, me sorprendí hablando mal de algunos guías que dicen auténticas…, (y al llegar aquí sonaron mis timbres interiores de alambra: ¿“alabar a Dios por todas sus criaturas”?). Enseguida rectifiqué diciendo que eran excepciones, que la mayoría lo hacía bien, y los que lo hacían mal posiblemente se habrían visto obligados, sin poder prepararse. Inicié luego la rutina de cada mañana; primero regar y cuidar las plantas del patio de luces: ¡alabé a Dios por sus criaturas las plantas!, mientras lo hacía con cariño y alegría, para que al contemplarlas otros sintiesen los mismo... Intentaré seguir en este tono...

2.-        “metiendo las bolsas de la compra en el coche, miré la factura: me quedo perplejo del poco coste, para lo mucho que llevaba. Así que, volví con las bolsas y el ticket a la cajera. Efectivamente, la máquina no había marcado alguno de los productos. Se sorprendió y me lo agradeció muchísimo, pues si no, luego se lo hubieran cargado a ella…
2b.-      …al volver de la Mariápolis en Cáceres, decidí prestar más atención a los vecinos, (más de la mitad son magrebíes): a veces ni nos decimos “hola o adiós”. En el parking, me paré a hablar con uno de ellos. Y a los poco minutos me dice: “…tú, mejor que musulmanes; tú cuidar a tu madre; nosotros no así; se lo digo a mis amigos y familia, tú mejor…”. Parece ser que no han pasado desapercibidos todos estos años de atención continua a mi madre, de llevarla al médico o a pasear en su silla...

3.- [de mi hermana pequeña, desde Chad] …llevo días sin escribir por aquí. Por ahora todo muy bien. Aunque es muy duro todo. Vamos conociendo a gente muy amable y muy buena; por ejemplo ayer conocimos por el camino a una vecina cuando paseábamos: una chica de 18 años que venía de trabajar en el campo con su bebé colgado a la espalda y sus herramientas sobre la cabeza. El bebé venía durmiendo y me lo imaginaba todo el día al sol en el campo y me daba una penilla…, pero aquí son las cosas así y la chica parecía muy contenta. Vemos a mucha gente muy pobre, pero que se conforma con lo que tiene…
…hoy hace exactamente 4 meses que estoy aquí y puedo decir que estoy contenta. Los niños son un regalazo a pesar de que cada día riñen más; pero sigo con el corazón partido, porque os echo muchísimo de menos a todos. El Señor me está dando el ciento por uno, pero eso no quita que a veces, de las rosas, me quede mirando las espinas 😂😂😂 y que no tenga días en los que diga que me voy a volver antes porque estar aquí es duro, aunque a cada instante sientes la alegría de escuchar las risas y los cantos de los niños… Os quiero un montón😘😘😘

4.-        “veo que tu verano ha sido intenso: has hecho muchas cosas.
Yo he podido descansar, pero ha sido un verano de cambio de casa.  La obra se alargó más de lo debido y el sábado, aun sin terminar la casa, me tuve que cambiar y aquí estoy en mi nueva casa intentando no perder la calma y viendo dónde coloco las cosas.
Me ha encantado el texto y las experiencias contadas. Leyendo las mismas, creo que voy a aceptar las incidencias de la obra de otra forma y no voy a quejarme tanto.
Durante este mes he tenido una relación muy intensa con Cristo y le he contado muchas cosas. Estuve unos días en Ruidera y pude ver todo el esplendor del Creador y en cada iglesia que me paraba le expresaba una sensación. Me llamó la atención la pequeña Ermita del castillo… y su Virgencita. Es curioso, pero esta vez no entraba pidiendo cosas, pero notaba Su presencia más que nunca.
Cuando volví a casa, me llamó mi prima, que había vendido la casa de mi tía que, créeme, era muy difícil de vender y le di gracias a Dios, ya que después de tanto tiempo era mi mejor momento.
Lo que sí he notado es cómo me ha calmado el contarle cosas a Él y todo se va atenuando en esa paz interior.
Dentro de mi cansancio por todo lo material que me estaba ocurriendo en mi vida, aparecían muchos actos de amor que ya he sabido identificar. Doy gracias a Dios ya que he tenido a mi hija conmigo casi todo el verano y hemos crecido mucho juntas y me ha sorprendido la cantidad de conocidos dispuestos a ayudarme: era todo muy sorprendente y yo notaba cómo sabía convivir con ese sentimiento.
Voy a ofrecer al Señor mi mejor cara para la terminación de la obra y el no agotarme tanto con estos aspectos materiales ya que estoy viva y al final eso es lo que cuenta.
Me estoy preparando ya para la vuelta al trabajo y ver cómo enfoco con mi hija este segundo curso de bachiller, ya que no creo que apruebe este año y le pido al Señor que la ilumine y la toque con su varita mágica.
En fin, que me siento bien, aunque algo inquieta por el cambio. Me ha hecho mucho bien leerte hoy y te doy las gracias. Espero verte el domingo en Misa


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