jueves, 16 de junio de 2016

LA PAZ REQUIERE PERDÓN

Te ofrezco algunos textos que nos ayuden a meditar y poner en práctica mejor la Palabra de Vida de junio («Vivid en paz unos con otros», Mc 9, 50):

SABER PARARSE CON EL PRÓJIMO

¿La abundancia de mensajes, imágenes, sonidos ha llegado a hacernos impermeables? ¿Somos capaces de escuchar todavía?
A veces, se escribe, porque nadie te escucha: facebook y los diarios de los adolescentes lo confirman.
Escuchar es un esfuerzo: con relación a sentir, escuchar es un acto de voluntad. Vienen ganas de decir que, teniendo dos orejas y una boca, deberíamos escuchar el doble y hablar la mitad.
Tener alguien que te escuche es importante. Un ser humano no puede guardarse todo dentro de sí.
Lo que ha sucedido hay que entregarlo a los otros.
El pasado, si se revela, quita peso, aligera.
Manifestarse es ayudarse y ayudar al mismo tiempo.
Es derramar la memoria de la propia vida, pasarla a los otros, como las tejas se van pasando el agua.
Así como una mano lava la otra, confiarse libera la conciencia, a quien ofrece su propio presente o el propio pasado y a quien lo recibe.
Escuchar bien es casi responder. Escuchar, evidentemente, significa comprometernos con nosotros mismos y con los otros. ¿De esto tenemos miedo?

UNIVERSITÀ SOPHIA ONLINE – www.iu-sophia.org 






Amar y perdonar son el signo concreto y visible que la fe ha transformado nuestro corazón.

Papa Francisco (@Pontifex_es)






DISCULPAR SIEMPRE

Saber disculparse. 
Quizás demasiado a menudo infravaloramos los efectos de esta actitud. 
Quizás, sencillamente, no somos capaces de ello. 
Quizás nadie lo ha hecho nunca con nosotros. 
Quizás nos esperemos que lo hagan los demás. 
Quizás llevemos dentro heridas que sólo se cierran después de haber recibido excusas o quizás sólo después de haberlas  pedido.
«Disculparse no siempre significa que te has equivocado y que el otro tiene razón. Significa sencillamente que te preocupa más aquella relación que tu orgullo», escribe el actor y presentador televisivo Fabio Volo. 
¡Quizás… podemos probar!

Revista Città Nuova


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