VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de Enero
Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando
de llevar a la vida diaria la Palabra
de enero («Llamados a
anunciar las proezas del Señor”», cf. 1 P 2, 9) y la de diciembre («Preparad el camino del Señor, allanad sus
senderos», Mc 1, 3):
1.- En todo el año
pasado sólo administré un día 2 bautizos (y a final de diciembre), dado que mis
tareas actualmente son de otro tipo. Este año, en cambio, he realizado ya un
bautizo.
Los padres, (buenos amigos, a los que casé hace años), pusieron
una fecha en que yo pudiera. Y no solo me han pagado viaje y estancia, sino que
fraternalmente estuvieron pendientes de mí todo el día y medio: llevarme y
traerme a los sitios que yo quería, acompañarme… Una de las cosas era visitar a
un sacerdote focolarino (ya mayor y enfermo de parkinson desde hace unos 20
años); alzó la cabeza y esbozó sonrisa y mirada de alegría: ya por eso
mereció la pena. Su voz era casi imperceptible (menos mal que ya tengo
experiencia abundante con mi padre). Me dio saludos para todos los demás
sacerdotes amigos: “contad conmigo”; varias veces se me vinieron lágrimas a los
ojos. Haría unos 7 años que no lo veía…, pues no se me presentaba la
oportunidad de ir a Compostela. Le regalé la revista “Ciudad nueva” (quizá por
la enfermedad últimamente ya no la recibía) y se quedó ojeándola con ilusión
cuando ya me fui.
En el bautizo disfruté en la ceremonia; casi un
tercio eran niños, así que la Misa la celebré dirigiéndome a ellos. A mitad de
la homilía, los tíos del bebé cuchichearon algo entre ellos y la abuela se
emocionó. Ellos mismos me dijeron después de la Misa lo que fue: acababan de
decidir inscribir a sus niños a la catequesis (los bautizaron casi como por
obligación y por ello no les dieron formación cristiana alguna).
Otra
mamá, después de 12 días me manda el siguiente correo: “decirte que a los niños les encantó tu forma de celebrar la Misa y de
hacerlos participar en la Eucaristía... el modo de bendecir la mesa... ¡¡Mi
hijo está entusiasmado contigo!!, tanto que me ha pedido que seas tú el que le
dé la primera Comunión, y le he prometido que te lo preguntaría (aún falta
mucho). Decirte que yo también estaría encantada, porque como supongo que te
habrá contado mi hermano, fuimos catequistas muchos años…, y contigo he vuelto
a recordar la cercanía y la proximidad
de la religión, tal y como yo la vivía, sin formalismos y protocolos. Respecto
a la Palabra de Vida en dibujos, se las imprimiré para que las pinten y las
comprendan...”
“¡Anunciad
las proezas del Señor!”.
2.- Teníamos en casa un encuentro para seminaristas. Me había hecho idea de
acoger y participar y programé las fechas; pero luego atrasaron una semana
(coincidía con el bautizo) y no pude. Días después, me pareció bonito poder
poner varias lavadoras y tender montones de sábanas y
toallas (junto con las que se habían ido acumulando, ¡no sé cómo!, las últimas semanas): era mi modo concreto de participar “a posteriori”, a pesar de no apetecerme porque estaba empezando a constiparme justo esos días.
toallas (junto con las que se habían ido acumulando, ¡no sé cómo!, las últimas semanas): era mi modo concreto de participar “a posteriori”, a pesar de no apetecerme porque estaba empezando a constiparme justo esos días.
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando
de llevar a la vida diaria la Palabra de enero («Llamados a anunciar las proezas del Señor”», cf. 1 P 2, 9), la de diciembre («Preparad el camino del Señor, allanad
sus senderos», Mc 1, 3) y la de noviembre («…para que todos sean
uno», Jn 17,
21):
1.- “…perdona que haya tardado en contestarte... veo que mis
fuerzas están ahora más limitadas, aunque con el alma quisiera hacer mucho más.
También en esto tengo que repetir constantemente "si Tú lo quieres, yo también".
De salud estoy mejor, pero no del todo bien: con tanta
medicación me han bajado mucho las defensas y trato de recuperarme lo más rápido
posible, pero tengo que seguir el tiempo que Dios quiere para mí.
… he vivido y sigo ofreciendo todo para que veáis
lo que Dios quiere en el presente de cada uno y como focolar...
…veía en todo el hilo de oro con el que Él nos conduce
y pedía dejarnos conducir por Él, sentía de entrar de puntillas en este nuevo
momento… y pensaba en cada uno de vosotros... Es una nueva etapa de la Via Mariae, individual y colectiva…, que
juntos tenemos que vivir y en eso el punto de referencia es María Desolada: no
hay otro camino.
Me venía al pensamiento la frase que a Chiara Lubich
le tocó profundamente: "En mi noche
no hay oscuridad"...
…también tengo que dar gracias a Dios de que no se
olvide de mí, también yo siento que este último periodo es especial: Él trabaja
y, aunque podría decir que veo más sombras que luces en mi momento actual, soy
consciente que es el Esposo que me visita y quiere purificar todo lo que
todavía no es suyo y tengo que estar atenta en dejarle hacer. Ya hablaremos
cuando Dios nos dé una oportunidad…”
1b.- “…este parón técnico por mi enfermedad me ha dado la
oportunidad de aprovecharlo para lo único que podía hacer: vivir, rezar y
tratar de ponerme en contacto con tantas personas, (compañeras de trabajo, del
ideal, etc.), que por siempre ir con prisas dejas a un lado… para que se
sientan acompañadas. Así
pues, tiré de la agenda de papel y contacté con
personas que hacía años no hablaba: me ha impresionado su respuesta... Ver cómo
necesitaban a alguien para hablar, que les escuchara con "ojos
nuevos", (no por nada, es el "Año de la Misericordia"). No te puedes
imaginar la respuesta de todos: un “gracias” enorme, un tener valor para seguir
adelante, etc. Paco, ha sido genial: tanto, que la primera sorprendida he sido
yo…”
Si quieres leer más experiencias similares,
de gente de todo el mundo,
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