miércoles, 6 de marzo de 2013

COMPARTIR, VISITAR... 
VIDA DE LA PALABRA

Esta vez no me da tiempo, nada más que brevísimamente una de mis EXPERIENCIAS tratando de practicar la Palabra "sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos":
1.-     Estos días, aunque un disgusto me ocupase la mente, cada vez que hablo o llamo a alguien para solucionar algo rápidamente, primero me intereso sobre cómo está esa persona, antes de "ir al grano". Y veo que, sí, ese tratar de amar, produce "vida", paz, y la preocupación quedaba, durante unos instantes, diluida.

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS sobre la Palabra de enero ("…misericordia quiero, y no sacrificios…") y la de febrero ("sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos"):
1.-      Gracias, Paco: me ha encantado lo que compartes sobre cómo has vivido la noticia de la renuncia del Papa. Yo a lo largo de ese día fui sintiendo una profunda alegría interior, y el convencimiento de que hemos presenciado un fuerte soplo del Espíritu. Ahora me siento abrumado por el mar de opiniones que hay, prefiero tan sólo bendecir a Dios.

2.-      en estos días mi madre me dijo: "Mira, tu hermana no tiene chaquetón de invierno". En la familia, yo soy quien siempre compra... Al escuchar a mi madre, empecé a sentir un impulso. Así, un día, cuando mi madre estaba de pie ante la puerta con mi hermana que estaba a punto de salir, saqué mi chaquetón nuevo del armario y se lo di a mi hermana. “Leí” el rostro de mi madre y la alegría en mi corazón era incontenible: estaba feliz al ver lo bien que le quedaba, como si se adaptara a ella... Mamá decía: "Mira qué admirable es tu hermana…”. Viendo la gran alegría de mi madre, me dije que, en efecto, las posesiones no son nada comparado con el corazón de una madre feliz…

3.-       “…perdona mi silencio, es verdad que no estoy pasando por mi mejor momento espiritual..., pero trato de recomenzar en cada momento y tratar de vivir la Palabra de Vida: se pasa de la muerte a la vida amando al hermano... Es en lo único que trato de centrarme.
Gracias por todo lo que publicas en el blog: es un verdadero tesoro.
La renuncia del Sto. Padre, como para todos, ha sido un golpe, pero también un gran empujón a vivir por la Iglesia, por este momento especial, por el Papa actual y venidero y pedir el Espíritu Santo. Para mí ha sido toda una lección de humildad y de uno que, en unión con Dios, solo hace Su Voluntad, amando los límites y amando a la Iglesia. Realmente me ha dado un sprint para convertirme y aprovechar este tiempo de Cuaresma que es preparación, ese paso de la muerte a la vida...
Pero no siempre logro “vivir”… P.ej.: mi marido y yo pensamos visitar a una persona enferma y luego ir a Misa; por la mañana avisé, así que nos plantamos en su casa y allí no había nadie... Llamé por teléfono y… estaba de nuevo en el hospital...¡! Ahí brotó en todo su esplendor mi queja…: “¡claro, como yo no estoy en ningún sitio!, no me entero de nada...” Fuimos al hospital, yo por el camino tratando de amar, convertirme, ya que si no lo hacía, era inútil ir... Tanto que, durante el viaje, mi marido, como yo no protesté ni aparentemente mostré enfado, me dijo: “si esto te lo hago yo...” Días después me llamaron para ver si podía ir el lunes al hospital toda la mañana a acompañar a esta persona enferma... También ahí fue decir a Jesús un "por Ti", (porque el pensamiento es rápido y me vino la tentación: "cuando me necesitan, sí se acuerdan de mí..."); fue una mañana espléndida.  
El encuentro de fin de semana en el Centro Mariápolis fue muy fuerte… precioso, también en el encuentro de grupos...; la tentación era fuerte, (salir corriendo), pero el amar al hermano venció. La gente estaba muy contenta; a mí me pareció cortísimo. Pero me viene a la mente la experiencia de aquel poblado de África que vivieron tantos años y se creó una comunidad con solo una hoja antigua de la Palabra de Vida...

4.-      “En la última reunión de la Palabra de Vida, que se celebró en la parroquia en enero, algunas personas pensaron, impulsados por la Palabra de febrero (además en este mes, el 11, es el Día Mundial de los Enfermos) visitar a un enfermo. Me pregunté si yo también quiero llevar alegría a un miembro de nuestra comunidad.
Por lo tanto, en la tarde del 11 de febrero, siete personas hemos ido en el nombre de Jesús, con una sonrisa en el rostro, como una madre. Con amor hemos escuchado y hemos estado unidos. Por ejemplo con esa madre que, con gran devoción y confianza en Dios, cuida de su niño paralizado en un accidente hace 15 años. Ella nos contó… todos los intentos… y cómo, sólo con la ayuda de Dios, con el tiempo, logró sacarlo del estado inicial, muy grave; a pesar de que incluso ahora el niño no habla y está en la cama, la comunicación con la madre es continua con miradas y gestos pequeños que sólo ella entiende. Juntos rezamos el rosario por su hijo enfermo y otros propósitos útiles de nuestras familias y la sociedad.
Sentí a Jesús presente en medio de nosotros, instándonos a permanecer fieles al amor de nuestros hermanos, para pasar de la muerte a la vida renovada hasta que veamos un mundo mejor y más agradable a Dios…

5.-       “preguntas acerca de nuestra opinión sobre la renuncia del Papa. Yo no soy canonista... Me ha parecido un acto de responsabilidad, de seriedad y de profundo compromiso con el ejercicio de su ministerio. No sólo se cumple ejerciendo, sino también dejando de hacerlo cuando no se está en condiciones. Dado el nivel intelectual y la profunda espiritualidad del Papa saliente, creo sin duda que lo que ha hecho es lo mejor. Por ese motivo me sorprenden las manifestaciones de “pena”, “tristeza”, “desolación” y similares que escucho alrededor. Deberíamos estar contentos de haber tenido “al mando” a alguien que sabemos que, hasta el final, ha sido capaz de adoptar las decisiones más acertadas


1 comentario:

  1. ¡Gracias, Benedicto XVI! Gracias a ti, Paco, y a todos los amigos que comparten esas vivencias tan sencillas pero cargadas de profundidad.

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