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VIDA DE LA PALABRA
Esta vez no me da tiempo, nada más que brevísimamente una de mis
EXPERIENCIAS tratando de practicar la Palabra "sabemos
que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos":
1.-
Estos días, aunque un disgusto me ocupase la mente, cada vez
que hablo o llamo a alguien para solucionar algo rápidamente, primero me
intereso sobre cómo está esa persona, antes de "ir al grano". Y veo
que, sí, ese tratar de amar, produce "vida", paz, y la preocupación quedaba,
durante unos instantes, diluida.
Alguna de vuestras
EXPERIENCIAS sobre la Palabra de enero ("…misericordia quiero,
y no sacrificios…") y la de febrero ("sabemos que hemos pasado
de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos"):
1.- “Gracias, Paco: me ha encantado lo que
compartes sobre cómo has vivido la noticia de la renuncia del Papa. Yo a lo
largo de ese día fui sintiendo una profunda alegría interior, y el
convencimiento de que hemos presenciado un fuerte soplo del Espíritu. Ahora me
siento abrumado por el mar de opiniones que hay, prefiero tan sólo bendecir a
Dios.”
2.- “… en estos días mi madre me dijo:
"Mira, tu hermana no tiene chaquetón de invierno". En la familia, yo
soy quien siempre compra... Al escuchar a mi madre, empecé a sentir un impulso.
Así, un día, cuando mi madre estaba de pie ante la puerta con mi hermana que
estaba a punto de salir, saqué mi chaquetón nuevo del armario y se lo di a mi
hermana. “Leí” el rostro de mi madre y la alegría en mi corazón era
incontenible: estaba feliz al ver lo bien que le quedaba, como si se adaptara a
ella... Mamá decía: "Mira qué admirable es tu hermana…”. Viendo la gran
alegría de mi madre, me dije que, en efecto, las posesiones no son nada
comparado con el corazón de una madre feliz…”
3.- “…perdona mi
silencio, es verdad que no estoy pasando por mi mejor momento espiritual...,
pero trato de recomenzar en cada momento y tratar de vivir la Palabra de Vida: se
pasa de la muerte a la vida amando al hermano... Es en lo único que trato de
centrarme.
Gracias por todo lo que publicas en el
blog: es un verdadero tesoro.
Pero no siempre logro “vivir”… P.ej.: mi
marido y yo pensamos visitar a una persona enferma y luego ir a Misa; por la
mañana avisé, así que nos plantamos en su casa y allí no había nadie... Llamé
por teléfono y… estaba de nuevo en el hospital...¡! Ahí brotó en todo su
esplendor mi queja…: “¡claro, como yo no estoy en ningún sitio!, no me entero
de nada...” Fuimos al hospital, yo por el camino tratando de
amar, convertirme, ya que si no lo hacía, era inútil ir... Tanto que,
durante el viaje, mi marido, como yo no protesté ni aparentemente mostré
enfado, me dijo: “si esto te lo hago yo...” Días después me llamaron para ver
si podía ir el lunes al hospital toda la mañana a acompañar a esta persona
enferma... También ahí fue decir a Jesús un "por Ti", (porque el
pensamiento es rápido y me vino la tentación: "cuando me necesitan, sí se
acuerdan de mí..."); fue una mañana espléndida.
El encuentro de fin de semana en el
Centro Mariápolis fue muy fuerte… precioso, también en el encuentro de
grupos...; la tentación era fuerte, (salir corriendo), pero el amar al hermano
venció. La gente estaba muy contenta; a mí me pareció cortísimo. Pero me viene
a la mente la experiencia de aquel poblado de África que vivieron tantos años y
se creó una comunidad con solo una hoja antigua de la Palabra de Vida...”
4.- “En la última reunión de la Palabra de Vida, que se
celebró en la parroquia en enero, algunas personas pensaron, impulsados por la
Palabra de febrero (además en este mes, el 11, es el Día Mundial de los
Enfermos) visitar a un enfermo. Me pregunté si yo también quiero llevar alegría
a un miembro de nuestra comunidad.
Por
lo tanto, en la tarde del 11 de febrero, siete personas hemos ido en el nombre
de Jesús, con una sonrisa en el rostro, como una madre. Con amor hemos
escuchado y hemos estado unidos. Por ejemplo con esa madre que, con gran
devoción y confianza en Dios, cuida de su niño paralizado en un accidente hace
15 años. Ella nos contó… todos los intentos… y cómo, sólo con la ayuda de Dios,
con el tiempo, logró sacarlo del estado inicial, muy grave; a pesar de que
incluso ahora el niño no habla y está en la cama, la comunicación con la madre
es continua con miradas y gestos pequeños que sólo ella entiende. Juntos
rezamos el rosario por su hijo enfermo y otros propósitos útiles de nuestras
familias y la sociedad.
Sentí
a Jesús presente en medio de nosotros, instándonos a permanecer fieles al amor
de nuestros hermanos, para pasar de la muerte a la vida renovada hasta que
veamos un mundo mejor y más agradable a Dios…”
5.- “…preguntas
acerca de nuestra opinión sobre la renuncia del Papa. Yo no soy canonista... Me
ha parecido un acto de responsabilidad, de seriedad y de profundo compromiso
con el ejercicio de su ministerio. No sólo se cumple ejerciendo, sino también
dejando de hacerlo cuando no se está en condiciones. Dado el nivel intelectual
y la profunda espiritualidad del Papa saliente, creo sin duda que lo que ha
hecho es lo mejor. Por ese motivo me sorprenden las manifestaciones de “pena”,
“tristeza”, “desolación” y similares que escucho alrededor. Deberíamos estar
contentos de haber tenido “al mando” a alguien que sabemos que, hasta el final,
ha sido capaz de adoptar las decisiones más acertadas…”
¡Gracias, Benedicto XVI! Gracias a ti, Paco, y a todos los amigos que comparten esas vivencias tan sencillas pero cargadas de profundidad.
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