1.-
“…lleno de
alegría por el don que Dios me concede cada día de estar con Él y de ir poco a
poco…
Hoy
mi experiencia con la PdV de este mes es diferente; la Palabra de Dios tiene
infinitas aristas y cada una de ellas te enseña tanto, solo dar gracias por
enseñarme cada día, por coger mi mano y enseñarme el camino, con suavidad, con
dulzura, pero también con determinación.
Como
ya sabes, estoy llevando un grupo de catequesis. Esta mañana tuve una
experiencia que me mostró cómo el amor recíproco debe configurarme y se lo debo
al párroco, quien hoy fue el instrumento.
La
semana pasada tuve la catequesis el domingo y un chico no asistió; yo esta
semana no iba a poder dar la catequesis por diversas circunstancias, pero con
ese chico no pude comunicar; a lo largo de la semana lo intenté, pero nada…
Esta
mañana el párroco me dio una lección de cómo hay que estar con los cinco
sentidos en lo que uno hace, en hacerlo por amor; no es una actividad más: si
no nace del corazón, es que uno no deja que el Señor haga morada en él.
Estuve
toda la tarde meditando sobre ello, aun sintiéndome por momentos dolido por la
situación; uno piensa en sí mismo, no en los demás: “si yo hice lo que pude...;
si no me contestó...”; lo típico siempre: yo yo yo. Pero después me llegó,
delante del Santísimo, la luz, como siempre, y entonces me llené de alegría y
agradecí ese acto de amor concreto y recíproco del párroco: a quien uno quiere,
debe hacerle mejorar. Qué decir: el Señor me abre cada día nuevos caminos, me
enseña nuevas cosas, me cuida, cuando me refugio en sus alas me llena de paz…”
2.-
“…Hoy ha
sido un día precioso lleno de oportunidades para amar y recordar que el hermano, el
otro, es la ocasión que El Señor me pone para salir de mí y amar... Ha
sido un día de no parar en el cole... pero gozando cada momento... cada 45
minutos corriendo de un lado a otro... (a hablarles de lo bonito que es
tener amigos, que estamos hechos para relacionarnos con los demás), una gozada
compartir tantos momentos con niños tan diferentes en edades y formas de ser...
Cuando estaba con uno de los niños de 8 años le iba diciendo lo que tenía que
hacer y le iba haciendo preguntas... de pronto me ha dicho con mucho desparpajo
y asombrado: ¡Dios... cómo
me tratas! Yo, asustada por su tono de voz, le
he dicho: ¿cómo? Y me ha respondido: ¡Muy bien! Ha sido un momento bonito... Sabiendo la historia
de este niño... su comportamiento inquieto... se valora más su sensibilidad de
captar un trato y unas palabras de cariño.
Cuando estaba con un peque
de 3 añitos... que repite todo... de pronto, al decirle, “venga, cielo...”, él
ha respondido: CIELO... Y ha sido precioso escucharle decir esa palabra... Cómo los niños se quedan
con el cariño de las palabras y los gestos de amor…”
4.- "…He recibido ayer la revista "Ciudad Nueva"… tiene buena
pinta.
Me ha faltado tiempo para encargar "El cielo".
Estoy seguro que me va encantar la explicación de su misterio.
Quiero contarte un hecho personal de vida que me ocurrió
ayer tarde, en el que se demuestra una vez más la delicadeza con la que nos
trata el Señor, para demostrarnos su Amor incondicional:
Íbamos para el funeral de un pariente y tenía yo mis
dudas si comulgar o no a causa de determinadas circunstancias y cuando entrábamos
en la iglesia, (más bien pequeña y un buen rato antes de la Misa), vi al
sacerdote con alba y estola sentado en el último banco, fuera del confesionario
(del que yo ignoraba su emplazamiento). Nada más que esta presencia invitaba a
acercarse y, en consecuencia, pude confesar y comulgar tranquilamente.
Ojala el Señor siga manifestándose tan claramente
bondadoso y guiando nuestros titubeantes pasos.
En espera de tus siempre bien recibidos mensajes, recibe un
fuerte abrazo".
5.- "…son días muy duros para mí: todas las
ilusiones se han ido al traste. Ayer me comunicaron que no cuentan conmigo.
Explicaciones, ninguna. Tuve entrevista con el máximo responsable de la red de
agentes de…, me anticipó el director de zona, (¡qué gran persona!), que el alto
ejecutivo ya venía con una decisión tomada negativa para mi propuesta. A pesar
de ello realicé la entrevista por dos razones: para dar la cara por el jefe
regional, por el jefe de zona, y por mí. La entrevista fue perfecta, demostré
que soy un tipo trabajador y serio. Incluso en la propia entrevista ambos me
apoyaron decididamente.
Al día siguiente el Director de Zona se puso en contacto conmigo para decirme la decisión de que no contaban conmigo. Le pregunté los motivos o que es lo que había hecho mal durante todo el proceso. La contestación fue rotunda: "Has sido perfecto, la mejor entrevista de todas, y no puedo darte una contestación negativa porque tanto el jefe regional como yo, jefe de zona, no la tenemos, incluso consideramos que estás perfectamente cualificado para hacer el trabajo, pero quien manda no somos nosotros".
Como te puedes imaginar, Paco, la decepción ha sido enorme, tremenda, pensaba que ya había encontrado un presente y futuro laboral: todo se ha venido al traste.
Antes de la entrevista visité la Catedral, GRANDIOSA; bueno, en realidad buscaba la fuerza de DIOS, y te afirmo que me la dio. La tengo, y sólo pido que no me abandone en estos momentos tan duros, porque lo necesito muchísimo. Estoy seguro de que está conmigo, que al igual que se ha cerrado una puerta, hará todo lo posible para que se abra otra.
Sé que no estoy solo, Él está conmigo, y lo seguirá haciendo; con ello te quiero decir que mi FE es inquebrantable y que me dará las fuerzas necesarias para poder seguir por el buen camino en esta vida…”
Al día siguiente el Director de Zona se puso en contacto conmigo para decirme la decisión de que no contaban conmigo. Le pregunté los motivos o que es lo que había hecho mal durante todo el proceso. La contestación fue rotunda: "Has sido perfecto, la mejor entrevista de todas, y no puedo darte una contestación negativa porque tanto el jefe regional como yo, jefe de zona, no la tenemos, incluso consideramos que estás perfectamente cualificado para hacer el trabajo, pero quien manda no somos nosotros".
Como te puedes imaginar, Paco, la decepción ha sido enorme, tremenda, pensaba que ya había encontrado un presente y futuro laboral: todo se ha venido al traste.
Antes de la entrevista visité la Catedral, GRANDIOSA; bueno, en realidad buscaba la fuerza de DIOS, y te afirmo que me la dio. La tengo, y sólo pido que no me abandone en estos momentos tan duros, porque lo necesito muchísimo. Estoy seguro de que está conmigo, que al igual que se ha cerrado una puerta, hará todo lo posible para que se abra otra.
Sé que no estoy solo, Él está conmigo, y lo seguirá haciendo; con ello te quiero decir que mi FE es inquebrantable y que me dará las fuerzas necesarias para poder seguir por el buen camino en esta vida…”
En la revista "Ciudad Nueva" de noviembre, (www.ciudadnueva.com),
tienes también otras
experiencias preciosas de más personas
sobre la Palabra de
vida en las pág. 22-23; 25 y 18-19.
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