viernes, 31 de octubre de 2025

DIOS PENDIENTE DE NOSOTROS CON AMOR

 VIDA DE LA PALABRA                                    últimas semanas OCTUBRE

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de octubre («Mi auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra», Sal 121, 2) y la de septiembre («Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido», Lc 15, 6):

1.-        Ha habido situaciones difíciles a lo largo del mes en las cuales no veía solución. En mi interior le he repetido la PdV decenas de veces al día al Señor.

Las dificultades de una persona; y yo le repetía a Jesús: “el auxilio me viene del Señor…”; me quedaba paz relativa, pues veía que esa persona seguía sufriendo, pero al final compruebo que eso la hace ir madurando y creciendo interiormente.

1b.-    Las dichosas y costosas goteras de la cubierta en nuestro templo parroquial. Es casi una angustia el no saber con certeza de dónde viene el agua. Ahí sí que repito sin cesar, (y mucha gente), “el auxilio me viene del Señor…”; también por medio de la intercesión de san José.

La colaboración económica para las obras ya empezadas, va llegando para los pagos: también la ayuda desinteresada de entendidos es también una respuesta a la petición de ese salmo, al menos para seguir adelante con esperanza. Eso sí, poniendo la seguridad en Él, no en esas mediaciones humanas. “Mi auxilio me viene del Señor”.

 

2.-        Un sábado había quedado con una persona, (pasa pocos días en Madrid, pues trabaja en otro país), para charlar sus problemas de conciencia, sin darme cuenta que yo tenía reunión parroquial programada a esa hora.

Cuando me percaté de la confluencia horaria, faltaba menos de media hora para la cita y me manda en ese instante un whatsapp disculpándose porque le están entretenido en unos análisis y no va a llegar: aplazábamos para el día siguiente. Ahí exclamé totalmente agradecido: “mi auxilio me viene del Señor…”.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de octubre («Mi auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra», Sal 121, 2), la de septiembre («Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido», Lc 15, 6) y la de agosto («Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón», Lc 12, 34):

 

1.-        “suelo hacer un rato de oración en el tren durante el trayecto de vuelta a casa del trabajo. Ese día no la había hecho pensando que podía ir a la iglesia media hora antes de la Misa de diario y así estar delante del Sagrario en oración, que me ayuda mucho.

Cuando llegué a la iglesia, me encontré a una amiga. Ella iba a empezar a rezar el Rosario y me propuso recitarlo juntas. Yo en un principio le dije que no, que prefería hacer oración sola en silencio, (además, ya había rezado el Rosario por la mañana), pero al cabo de un momento pensé que le iba a dar mucha más gloria a Dios rezar el Rosario juntas que la oración yo sola. Así lo hicimos y al terminar sentí una gran alegría interior y le di las gracias por ese momento tan bonito.

 

2.-        “Paco... te escribo desde el hospital: le están haciendo una intervención a una de mis hijas y con los nervios lógicos de estos momentos, me he sentado a pedirle a nuestro Padre que salga todo bien y he rezado un Padrenuestro...

Me he acordado que no te había leído y me has sacado una sonrisa y como siempre una pequeña reflexión... Al final en la vida las cosas son cosas y lo importante es el amor a nuestros seres queridos y darlo a quien lo necesite de una manera u otra, pero siempre con una sonrisa... Gracias por tus palabras que hacen tanto bien!!!.

 

3.-        “mil gracias por esta nueva Palabra de Vida, siempre tan acertada, y con las frases clave para no dejarme vencer por el decaimiento o la derrota. “¡Señor, Tú eres mi único Bien!”.

 

4.-        “muchas gracias por tus continuos regalos!!!: saboreo cada correo quincenal como el primer día. Unidos en la fe!.

 

5.-        “todo bien, yo trabajando y mis hijos bien y mi hermano. Muy contenta trabajando. Acordándome mucho de mi madre: ahora ya hizo 6 meses y vienen fechas muy difíciles, pero saldremos adelante.

 


jueves, 16 de octubre de 2025

CONFÍA EN DIOS Y VIVE TRANQUILO

 Te ofrezco unos textos que nos ayuden a renovarnos en la intensidad de practicar la Palabra del mes, («Mi auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra»):

 


 

REZAR

Cuando tenemos algunas preocupaciones o queremos orar por alguien o por alguna intención que nos es muy querida, quisiéramos orar con mucha fe, porque Jesús dice "Todo lo que pidáis con fe, lo recibiréis", pero nos damos cuenta de nuestra pequeñez, nuestra fragilidad, nuestra lucha en la fe. Entonces podemos acudir a alguien, invitándolo a orar con nosotros y por las intenciones que llevamos en el corazón, intentando poner en práctica lo que nos dice Jesús: “si dos de vosotros se ponen de acuerdo para pedir”. Esto lo podemos hacer con mucha gente: amigos, jóvenes, niños, enfermos, con la comunidad reunida en la misa dominical; podemos ponernos en contacto con monjas de clausura u otras personas consagradas y sobre todo con niños y enfermos. Todo esto da mucho consuelo, fuerza y esperanza. Verdaderamente el Señor escucha la oración hecha con perseverancia, en caridad y en armonía. [...]

Pregare con Fede assieme agli altri - www.quram2.net

 

 

 

NO DETENERSE ANTE LAS APARIENCIAS

A menudo juzgamos a las personas, las situaciones o incluso a nosotros mismos únicamente por lo que se ve desde fuera.

Las apariencias pueden ser engañosas, ocultando profundas riquezas o incluso heridas silenciosas. Por eso, Dios mira nuestro corazón y nos invita a ir más allá de lo superficial.

No detenerse en las apariencias significa aprender a ver con los ojos de la confianza y de la misericordia. Es percibir el valor que se esconde en cada persona; descubrir la semilla de la bondad que aún puede brotar; percibir la presencia del bien incluso en medio de las dificultades.

Cuando buscamos tener esta perspectiva más profunda, lo que vemos deja de ser un escenario de máscaras y comenzamos a percibir la verdadera belleza del ser humano: la belleza que nace del interior, donde Dios habita y actúa.

APOLONIO CARVALHO, Comentario al Pasapalabra diario 14 octubre

 

 

  

 

SIEMPRE PUEDES DAR ALGO

Podrías decir: 'Pero no tengo nada que dar'. No es cierto. Si queremos dar, ¡tenemos tesoros inagotables!: tenemos nuestro tiempo libre, nuestro corazón, nuestra sonrisa, nuestros consejos, nuestro conocimiento, nuestra paz y nuestras palabras para convencer a quienes tienen, para dar a quienes no tienen.

CHIARA LUBICH, Comentario a la Palabra de Vida de junio 1978

 

 

 

OFRECER UNA SONRISA

 Esa sonrisa para regalar, ese trabajo que hacer, ese coche para conducir, esa comida para preparar, esa actividad para organizar, esa lágrima para derramar por el hermano o hermana que sufre, ese instrumento para tocar, ese artículo o carta para escribir, ese evento feliz para compartir festivamente, ese vestido para limpiar... Si lo hacemos por amor, todo, todo puede convertirse en oración. 

CHIARA LUBICH, Comentario a la Palabra de Vida de diciembre 2000

miércoles, 15 de octubre de 2025

HAZ LO QUE PUEDAS Y PIDE LO QUE NO PUEDAS

 VIDA DE LA PALABRA                          primeras semanas de OCTUBRE

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de octubre («Mi auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra», Sal 121, 2) y la de septiembre («Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido», Lc 15, 6):

1.-        La mañana de mi día semanal de descanso tuve la oportunidad de acompañar al hospital para una prueba a alguien a quien ese día no podía llevar ningún familiar suyo. Tocó madrugar y, sin embargo, esperar luego la hora y media que se retrasó el personal médico para esa prueba hospitalaria de 20 minutos. Y al terminar, un tiempo prudencial esperando para que no hubiera reacciones secundarias, y luego llevarla a la puerta de su casa al pueblo de al lado. Tuve que ir cambiando sobre la marcha lo que me había planeado para esa mañana y fue todo una oportunidad bonita para mostrar agradecimiento y amistad y, además, para charlar larga y fraternalmente.

 

2.-        A finales de febrero, como te conté entonces, tuve un accidente. La duda era si reparar el coche o comprar, como aconsejaban los sacerdotes de mi focolar, con la comunión de bienes de ellos, un Toyota Corolla híbrido blanco gama más sencilla, que era la que ellos y algún sobrino de ellos me recomendaban según el uso, (¡y mucho!), que doy a un vehículo.

Sin embargo, al final opté por la reparación del viejo: estuvo más de dos meses seguidos en taller y luego, en meses sucesivos, cada vez que me lo daban, le descubría yo cosas sin arreglar o mal arregladas después de varios días usándolo, (eso sí, el motor parece que está bien; y las ruedas se las tenía nuevas recién compradas y buenas); y… de nuevo al taller otros cuantos días; así por lo menos ¡¡ por lo menos en 7 u 8 ocasiones hasta la semana pasada!!

Lo bonito ha sido que varias personas de la comunidad y de la parroquia me han ido ofreciendo su propio coche o un segundo que tenían utilizando poco: he usado estos 8 meses alternativamente 5 distintos, (en varias semanas, incluso 2 paralelamente); uno siente que es verdad el “quien deja casa, padre, madre, hermanos, tierras…, encontrará 100 veces más hermanos, hermanas, ¡¡coches!!… con persecuciones… y el Reino…”).

2b.-     Todos estos meses, cada vez que veo un Corolla, me quedo mirando… casi arrepentido de haber mandado arreglar el mío, (por la insistencia del taller, sobre todo; que les interesaba, claro; eso sí, siempre se han portado bien conmigo). Y cada una de esas veces, más allá de las molestias y contrariedades, le digo al Señor en mi interior, (y a veces en voz bien alta dentro del coche): “¡¡¡Tú, Señor, eres mi único Bien!!!, no ese coche, ni este”. Y a vivir bien el momento presente y arrostrar con paciencia y buen humor las consecuencias.

2c.-      La semana pasada ya creí que en el taller por fin esta vez me lo habían devuelto totalmente bien acabado…, pero… había una cosa sin importancia que no funcionaba, ¡paciencia! Sin embargo, a los pocos días ha dejado también de funcionar la climatización y comenzaron a hacer ruidos sus ventiladorcitos. Así que, tendré que llevar la semana que viene de nuevo el coche al taller por unos cuantos días. Al menos, sigue vigente el año de garantía de la reparación.

La PdV de octubre ha venido en mi ayuda. Todo ello, me hace pedir al Señor, con plena confianza, que lo reparen ya completamente, del todo, bien, (¡que eso es más fácil que crear cielo y tierra!). Repito continuamente, (en esto y otras coas, como p.ej. las obras en la cubierta del templo parroquial para subsanar las abundantes y persistentes goteras): “el auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra”. Confiando en el Señor, no en los humanos; quizá se lo había pedido poco. ¡Pongo en Él toda mi confianza y que se valga de las mediaciones humanas!

 

 VIDA DE LA PALABRA                   primeras semanas de OCTUBRE

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de octubre («Mi auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra», Sal 121, 2), la de septiembre («Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido», Lc 15, 6) y la de agosto («Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón», Lc 12, 34):

1.-        “…nuestra empresa, (nacional; tiene su sede en el territorio de demarcación de la parroquia), por medio de cinco o seis de nosotros sus empleados, promovemos la preparación de una Misa mensual en la cual se rezan las oraciones "por las santificación en el trabajo", proclamamos las lecturas de la Palabra de Dios y las peticiones, y se encarga ofrecer la intención principal, entre otras cosas, por todos los trabajadores, por nuestras familias, por nuestros difuntos y por algún acontecimiento señero de la empresa en esas semanas. El rato posterior al salir en corrillo en la puerta, a menudo prolongado compartiendo una cervecilla, nos ayuda también a hablar de nuestras cosas, sí, pero desde esta otra perspectiva más humana y cristiana….

 

2.-        “muchas gracias, Paco, por este momento de Vida con la Palabra de Jesús!!!.

 

3.-        “muchas gracias por tus continuos regalos!!!, que saboreo como el primer día. Unidos en la fe!.

 

4.-        “muchas gracias por la PdV: al igual que esa joven, es mi "momentazo",  siempre llega en el instante más preciso y justo el tema que me está merodeando en la cabeza.