miércoles, 15 de octubre de 2025

HAZ LO QUE PUEDAS Y PIDE LO QUE NO PUEDAS

 VIDA DE LA PALABRA                          primeras semanas de OCTUBRE

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de octubre («Mi auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra», Sal 121, 2) y la de septiembre («Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido», Lc 15, 6):

1.-        La mañana de mi día semanal de descanso tuve la oportunidad de acompañar al hospital para una prueba a alguien a quien ese día no podía llevar ningún familiar suyo. Tocó madrugar y, sin embargo, esperar luego la hora y media que se retrasó el personal médico para esa prueba hospitalaria de 20 minutos. Y al terminar, un tiempo prudencial esperando para que no hubiera reacciones secundarias, y luego llevarla a la puerta de su casa al pueblo de al lado. Tuve que ir cambiando sobre la marcha lo que me había planeado para esa mañana y fue todo una oportunidad bonita para mostrar agradecimiento y amistad y, además, para charlar larga y fraternalmente.

 

2.-        A finales de febrero, como te conté entonces, tuve un accidente. La duda era si reparar el coche o comprar, como aconsejaban los sacerdotes de mi focolar, con la comunión de bienes de ellos, un Toyota Corolla híbrido blanco gama más sencilla, que era la que ellos y algún sobrino de ellos me recomendaban según el uso, (¡y mucho!), que doy a un vehículo.

Sin embargo, al final opté por la reparación del viejo: estuvo más de dos meses seguidos en taller y luego, en meses sucesivos, cada vez que me lo daban, le descubría yo cosas sin arreglar o mal arregladas después de varios días usándolo, (eso sí, el motor parece que está bien; y las ruedas se las tenía nuevas recién compradas y buenas); y… de nuevo al taller otros cuantos días; así por lo menos ¡¡ por lo menos en 7 u 8 ocasiones hasta la semana pasada!!

Lo bonito ha sido que varias personas de la comunidad y de la parroquia me han ido ofreciendo su propio coche o un segundo que tenían utilizando poco: he usado estos 8 meses alternativamente 5 distintos, (en varias semanas, incluso 2 paralelamente); uno siente que es verdad el “quien deja casa, padre, madre, hermanos, tierras…, encontrará 100 veces más hermanos, hermanas, ¡¡coches!!… con persecuciones… y el Reino…”).

2b.-     Todos estos meses, cada vez que veo un Corolla, me quedo mirando… casi arrepentido de haber mandado arreglar el mío, (por la insistencia del taller, sobre todo; que les interesaba, claro; eso sí, siempre se han portado bien conmigo). Y cada una de esas veces, más allá de las molestias y contrariedades, le digo al Señor en mi interior, (y a veces en voz bien alta dentro del coche): “¡¡¡Tú, Señor, eres mi único Bien!!!, no ese coche, ni este”. Y a vivir bien el momento presente y arrostrar con paciencia y buen humor las consecuencias.

2c.-      La semana pasada ya creí que en el taller por fin esta vez me lo habían devuelto totalmente bien acabado…, pero… había una cosa sin importancia que no funcionaba, ¡paciencia! Sin embargo, a los pocos días ha dejado también de funcionar la climatización y comenzaron a hacer ruidos sus ventiladorcitos. Así que, tendré que llevar la semana que viene de nuevo el coche al taller por unos cuantos días. Al menos, sigue vigente el año de garantía de la reparación.

La PdV de octubre ha venido en mi ayuda. Todo ello, me hace pedir al Señor, con plena confianza, que lo reparen ya completamente, del todo, bien, (¡que eso es más fácil que crear cielo y tierra!). Repito continuamente, (en esto y otras coas, como p.ej. las obras en la cubierta del templo parroquial para subsanar las abundantes y persistentes goteras): “el auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra”. Confiando en el Señor, no en los humanos; quizá se lo había pedido poco. ¡Pongo en Él toda mi confianza y que se valga de las mediaciones humanas!

 

 VIDA DE LA PALABRA                   primeras semanas de OCTUBRE

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de octubre («Mi auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra», Sal 121, 2), la de septiembre («Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido», Lc 15, 6) y la de agosto («Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón», Lc 12, 34):

1.-        “…nuestra empresa, (nacional; tiene su sede en el territorio de demarcación de la parroquia), por medio de cinco o seis de nosotros sus empleados, promovemos la preparación de una Misa mensual en la cual se rezan las oraciones "por las santificación en el trabajo", proclamamos las lecturas de la Palabra de Dios y las peticiones, y se encarga ofrecer la intención principal, entre otras cosas, por todos los trabajadores, por nuestras familias, por nuestros difuntos y por algún acontecimiento señero de la empresa en esas semanas. El rato posterior al salir en corrillo en la puerta, a menudo prolongado compartiendo una cervecilla, nos ayuda también a hablar de nuestras cosas, sí, pero desde esta otra perspectiva más humana y cristiana….

 

2.-        “muchas gracias, Paco, por este momento de Vida con la Palabra de Jesús!!!.

 

3.-        “muchas gracias por tus continuos regalos!!!, que saboreo como el primer día. Unidos en la fe!.

 

4.-        “muchas gracias por la PdV: al igual que esa joven, es mi "momentazo",  siempre llega en el instante más preciso y justo el tema que me está merodeando en la cabeza.


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