sábado, 16 de noviembre de 2024

QUEDARSE SOLO CON LA FE EN DIOS

 Te ofrezco estos textos que nos impulsan a vivir más la PdV del mes de noviembre, («Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir», Mc 12, 44):

        


 

 

Y VINO LA MAÑANA

    Noches que parecen una eternidad.

Noches donde solo me acompaña el llanto

y la soledad, la soledad.

 

   Y llegué pensar que Dios ya me olvidaba.

Y llegué a creer que todo terminó.

Pero no sabía que Dios me miraba

con tanto amor, tanto amor.

 

   Y vino la mañana:

no hay oscuridad sobre mi ventana.

Y vino la mañana:

todo me cambió cuando no lo esperaba.

Y vino la mañana:

y hoy en mi ventana, todo es claridad.

Y vino la mañana.

 

   Dios aprieta, pero no ahorca:

Dios se calla, pero no se va.

No me dio todo lo que he pedido:

quiso darme mucho más.

    Y vino la mañana. 

AMBIORIX PADILLA

  

 

 

ACTUAR CON TRANSPARENCIA

Cuando digáis “sí”, que sea sí, y cuando digáis no”, que sea no. (Mt. 5,37)

Nuestra coherencia no debe guiarse por lo que los demás piensan de nosotros, sino por los principios y valores en los que creemos.

Si creo en el amor, debo ser coherente con sus principios, su ley y su arte de vivir.

Mi coherencia con las virtudes debe ser un reflejo de Dios en mi vida, de lo contrario corre el riesgo de ser hipocresía.

Cuando el amor es lo que motiva mis acciones, éstas son transparentes porque las practico, ante todo, delante Dios.

Que mi “sí” sea realmente un sí a la vida y al amor y que mi “no” sea un verdadero no a todo lo que me aleja de Dios y de mis hermanos. 

APOLONIO CARVALHO, Comentario al Pasapalabra diario 16 octubre 2024

 

 

 

 

ESTAR VIGILANTES EN EL AMOR

 Por ser, precisamente, el amor la fuerza más profunda de nuestra vida, y depender de ella nuestra felicidad y, tal vez, la de quienes amamos, necesita el corazón orden y disciplina si quiere librarse de equívocos y falsificaciones. 

P. MANOLO MORALES, OSA, Comentario al Pasapalabra diario 17 noviembre 2024

 

 

 

MEJORAR

El amor debe ser dinámico y progresivo, debe ser mutuo y debe perfeccionarse, crecer, mejorar cada día. Si alguien da por sentado que ya ha amado lo suficiente, a partir de ese momento empieza a retroceder.

El amor parte de Dios y por eso se expande hasta el infinito, no se estanca, no se detiene con nada y no guarda huellas del pasado.

El amor es actual y da libertad y debe ser intenso en cada momento presente, tan intenso como indistinto, tan intenso como único y adaptado a cada persona.

Hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy. 

APOLONIO CARVALHO, Comentario al Pasapalabra diario 14 noviembre 2024

 

 


viernes, 15 de noviembre de 2024

DAR NUESTRO TIEMPO, CUALIDADES, COSAS

 VIDA DE LA PALABRA                  primeras semanas de NOVIEMBRE


Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de noviembre («Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir», Mc 12, 44) y la de octubre («El que quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos», Mc 10, 43-44):

1.-        La semana pasada fui a predicar 3 días de retiro a religiosas. Los tenía bastante elaborados, pero los 2 días previos tenía programado dedicar más tiempo aún a su preparación y también a orar más. Pero el primero de esos días, además de todas las tareas pastorales habituales, surgieron 4 entierros y al día siguiente una persona requería mucho tiempo. En lo uno y lo otro traté de darme.

Mis “dos monedillas” eran, pues, en esta ocasión, “monedas” de tiempo: esos pocos y últimos tiempos que restaban para preparar, dedicarlos en cambio con plena atención y paz a esas otras cosas que también eran “voluntad de Dios sobre mí” y fiarme plenamente del Señor para la predicación, (“en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir”). Al final salió todo bastante bien y todo el mundo muy contento.

 

2.-        En la parroquia habíamos ofrecido unas sencillas imágenes de san José durmiente para poner en una ranura que tiene debajo un papelito con las inquietudes para que, (igual que hace el Papa Francisco), se ocupara él mientras uno duerme: san José obtenía las respuestas de Dios, -a través de ángeles-, a su inquietudes precisamente durante el sueño.

A principios de año andaba yo bastante preocupado por lo que me comentaban desde el Consejo de Economía parroquial: a pesar de haber ajustado espartanamente todo tipo de gastos y recortes, sospechaban que íbamos de nuevo a tener gran déficit al cierre de 2023. Tenemos un templo parroquial, (moderno, y bonito sobre todo por sus grandes vidrieras), pero demasiado grande y, en cambio, no somos muchos los feligreses.

Yo confiaba plenamente en la providencia y más aún estando nuestra Parroquia dedicada a san José: igual que él cuidó de la Sagrada Familia, (aunque no estuvieran boyantes), también a nosotros nos sacaría las “castañas del fuego” a cada momento. Pero se ve que o en mi rostro o mis palabras no reflejaba yo plenamente esa confianza.

Entre otros, una buena amiga me lo debió notar a mediados de enero: “no te preocupes; a mi san José en el cabecero de la cama, le he escrito el papelito con esta tarea para que él os lo solucione y se lo he puesto debajo”. Cada 3 ó 4 días me preguntaba con gran fe… ¡y candorosa ingenuidad!: “¿ya se ha arreglado la economía de la Parroquia?; ¡pues no le voy a quitar la petición a san José hasta que él lo apañe!!”. Pasaron los meses, pues nuestro ecónomo está enfermo y el cierre de cuentas se hizo en primavera: resulta que… ¡no habíamos tenido déficit!

2b.-     Pero, además, para este año 2024 han ido apareciendo estos meses algunas entradas inesperadas que van a ayudar a mantener el balance también este año incluso poniendo más la calefacción.

            Me emocionó al respecto una familia con pocos recursos. A los padres de catequesis en general les sugerimos una pequeña colaboración anual voluntaria, (casi simbólica), para los gastos, sobre todo el catecismo de su hijo que ya de por sí cuesta casi esa cantidad, pero les hablamos también de la posibilidad de colaborar más con una pequeña domiciliación mensual, la cual, desgravada de la declaración de la renta del año siguiente, al final de cuentas les viene a suponer solo aquella pequeña cantidad. Pocos hacen esta domiciliación. Pues bien, esta familia me preguntó cuándo y cómo entregar su colaboración; les contesté que era voluntario, que si no podían, no pasaba nada. Mi sorpresa fue mayúscula cuando lo que me planteaban no era esa pequeña entrega puntual, sino la domiciliación mensual y con algún euro más de lo que nosotros proponíamos como mínimo. Me emocioné interiormente pensando en las dos monedillas de la viuda del Evangelio.

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de noviembre («Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir», Mc 12, 44), la de octubre («El que quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos», Mc 10, 43-44) y la de septiembre («Poned por obra la Palabra y no os contentéis solo con oírla, engañándoos a vosotros mismos», (St 1, 22):

 

1.-        “hoy he tenido que rectificar mi intención, en casa se hablaba de enviar ayuda económica a los necesitados de la Dana, una cosa urgente dada la dimensión de la catástrofe, pero no había acuerdo en la cantidad a donar: yo me retraía, pues últimamente estamos teniendo muchos gastos y hay que tratar de ahorrar... De pronto me di cuenta de que sí tengo que ahorrar, pero también tengo que confiar en la lógica del Evangelio y Jesús sabe lo que necesita cada uno: yo sencillamente tengo que pensar en los que sufren necesidad y han perdido todo, dar sin interés, y así hemos hecho.

 

2.-        “ya en el mes de Noviembre, ¡cómo pasa el tiempo! Visitando a mis seres queridos en el cementerio y acordándome de ellos, aunque siempre los tengo presentes, porque es una manera de amar a estos tan prójimos: es una obra de misericordia “rogar a Dios por vivos y difuntos”.

 

3.-        “cómo me reconforta recibir tus correos.

Ahí voy… Me van a hacer una infiltración/intervención con sedación para quemarme los nervios a 80 grados. Es con un equipo que viene de otro país, que en España está en fase experimental, pero sin agujas y así no corro riesgo de perforación de pulmón… Estoy asustada, porque soy la primera a la que se lo van a hacer, aunque con mucha confianza con este Doctor. Por favor reza por mí; no voy a misa porque no puedo coger catarro, contagio.

 

4.-        “que nos podamos saludar muchos años, gracias por compartir la palabra conmigo, me hace mucho bien.

 

5.-        “estoy muy agradecida de recibir La Palabra de Vida cada vez, y la del mes de noviembre que me ayuda y me hace muy feliz.

 


 

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de gente de todo el mundo,

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viernes, 1 de noviembre de 2024

DARSE EN PLENA CONFIANZA EN DIOS

 PALABRA DE VIDA                               noviembre 2024

 


«Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía,

todo lo que tenía para vivir» (Mc 12, 44)

Estamos en la conclusión del capítulo 12 del Evangelio de Marcos. Jesús está en el templo de Jerusalén; observa y enseña. A través de su mirada asistimos a una escena llena de personajes: gente que va y viene, encargados del culto, notables de largos ropajes, hombres ricos que echan sus magníficas ofrendas en el tesoro del templo. Entonces se adelanta una mujer viuda; forma parte de una categoría de personas necesitadas social y económicamente. Ante la indiferencia general, echa en el tesoro dos moneditas. Pero Jesús sí repara en ella, llama a sus discípulos y les enseña:

 

«Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir».

 

«Os digo de verdad…» son las palabras que introducen las enseñanzas importantes. La mirada de Jesús, concentrada en la pobre mujer viuda, nos invita a mirar en la misma dirección: ella es el modelo de discípulo. Su fe en el amor de Dios es incondicional; su tesoro es Dios mismo. Y al entregarse totalmente a Él, desea además dar todo lo que puede para quienes son más pobres.

 

En cierto modo, este abandonarse con confianza en el Padre es un anticipo del don de sí mismo que Jesús pronto cumplirá con su pasión y muerte. Es esa «pobreza de espíritu» y «pureza de corazón» que Jesús proclamó y vivió. Significa «poner nuestra confianza no en las riquezas, sino en el amor de Dios y en su providencia. […] Somos “pobres de espíritu” cuando nos dejamos guiar por el amor a los demás. Entonces compartimos y ponemos a disposición de todos los necesitados lo que tenemos: una sonrisa, nuestro tiempo, nuestros bienes, nuestras capacidades. Cuando lo hemos dado todo por amor, somos pobres, es decir, estamos vacíos, somos nada, libres, tenemos el corazón puro»[1].

 

La propuesta de Jesús da un vuelco a nuestra mentalidad; en el centro de sus pensamientos está el pequeño, el pobre, el último.

 

«Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir».

 

Esta Palabra de vida nos invita ante todo a renovar nuestra plena confianza en el amor de Dios y a dejarnos interpelar por su mirada para ver más allá de las apariencias, sin juzgar ni depender del juicio de los demás; a valorar la parte positiva de cada persona.

Nos sugiere el darnos totalmente como lógica evangélica que edifica una comunidad pacificada, porque nos empuja a cuidar los unos de los otros. Nos alienta a vivir el Evangelio en el día a día, sin alardear; a dar con abundancia y confianza; a vivir con sobriedad, compartiendo. Nos reclama prestar atención a los últimos, para aprender de ellos.

Venant, nacido y crecido en Burundi, cuenta: «En mi pueblo, mi familia podía presumir de una buena tierra y de una buena cosecha. Sabiendo que todo es providencia del cielo, mi madre recogía las primicias y las repartía puntualmente entre los vecinos, empezando por las familias más necesitadas, y a nosotros nos destinaba solo una parte de lo que quedaba. De este ejemplo aprendí el valor de dar sin interés. Así he entendido que Dios me pedía darle a Él la mejor parte, darle incluso toda mi vida».

LETIZIA MAGRI y el equipo de la Palabra de vida

 



[1] C. Lubich, «Palabra de vida», noviembre de 2003, en Ciudad Nueva n. 403 (11/2003), 22-23.