VIDA DE LA PALABRA últimas semanas de MARZO
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de marzo («Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme», Sal 51, 12) y la de febrero («Haced todo con amor», 1 Co 16, 14):
1.- Anticipada
del Jueves Santo al
martes, estuve en la Catedral de la Almudena para la Misa Crismal. Pidiendo el
fruto del versículo de la PdV de este mes, quizá ha sido uno de los años que
más la he interiorizado, y eso que creo que nunca habíamos estado tantos
sacerdotes.
Resonó de un modo especial el momento de nuestra renovación de las
Promesas Sacerdotales: era impresionante el “sí, quiero” tres veces repetido
casi por un trueno de mil voces masculinas con energía al unísono, que había retumbar
las bóvedas de la Catedral. Lo mismo también el resto de las respuestas de la
Misa ¡y de la Consagración!
2.- A
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de de Vida de marzo («Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme», Sal 51, 12), la de febrero («Haced todo con amor», 1 Co 16, 14) y la de enero («Amarás al Señor tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo», Lc 10, 27):
1.- “…Muchísimas gracias por enviarme la Palabra de Vida y
las EXP: me ayudan a vivir y estar más pendiente.
Ayer
me llama una persona que suele dar ropa para “mis” pobres de Caritas: “¿puedes
venir a recoger la ropa?”. Yo estaba comiendo: “¿a las cinco y media te viene
bien?”. Contesta: “¡ahora!”. “Estoy comiendo: puedo ir sobre dos y media”.
Estoy
saliendo del garaje y llama de nuevo: “estoy en cinco minutos allí”. Yo me
repetía la PdV y le decía al Señor: “¡paciencia!; solo tengo que escucharla a
fondo”.
Llegué
puntual, pero donde estaba ella no podía yo aparcar; cogí la ropa y me dice:
“aparca donde puedas; quiero hablar contigo”. Aparcamos. Me pregunta: “¿tienes
prisa?; estoy muy nerviosa”. “Dime lo que quieras”.
Traté
de escuchar a fondo. Según me iba contando, a veces se le caían lágrimas. “Si
tienes ganas de llorar, desahógate. Yo cuando me pasa algo parecido, lo hago,
pero siempre también pido ayuda al Señor”. Ahí estuvimos casi dos horas: mi
misión era escuchar a fondo muchas veces.
Al
final me dijo: “me voy cansada, pero con paz: me das tranquilidad; ¿puedo
llamarte?”. “Por supuesto: cuando me necesites” …”.
2.- “…comparto unos actos concretos de vivir la Palabra de
Vida.
Hoy
he ido a ver a mi tía. Está en una residencia. Tumbadita en la cama. Se le
pueden contar los huesos... Antes de ir he llamado al móvil del sacerdote que
va allí y le he pedido que vaya a darle la unción de los enfermos.
He
estado acariciándole la carita... Y besando su mejilla mucho y abría los
ojitos... Sé que eso le gusta y le alivia...
He
rezado en alto junto a ella el Padre nuestro, Ave María y Gloria... Y le he
cantado: “Mientras recorres la vida... Tú nunca sola estás. Contigo por el
camino, Santa María va...”. Luego la he puesto en audio en el móvil, junto al
oído esta canción y la de "Tú me has mirado a los ojos, sonriendo has
dicho mi nombre...". Y le he hecho la cruz en la frente varias veces...
Un
encuentro con un rostro de Jesús abandonado...
Y
mientras la acariciaba iba pronunciando la PdV: "Crea en mí un corazón puro.
Renuévame por dentro con Espíritu firme..."
2b.- Ayer en el colegio llegué con aire fresco... Con
espíritu renovado. Ayudaba a los niños con calma y con amor.
Noté
que mi compañera estaba algo estresada, a final de trimestre estamos todos
cansados y se nota el agobio. Intenté quitarle trabajo ayudando a los niños. De
su cansancio brotaban palabras tajantes y bruscas... Hubo un momento que le dije:
"profe, dime algo bueno..."
Al
despedirme ella me pidió perdón y le dije que no pasaba nada...
Al irme a casa en coche... Iba hablando con Jesús diciéndole:
"Crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu
firme."
Y
por la tarde escribí un mensaje a mi compañera diciéndole que descansara el fin
de semana y disfrutara de su familia. Y me respondió agradeciéndome este
mensaje y disculpándose de nuevo.
2c.- Hay veces que no tengo nada... Ante las actitudes
individualistas y a veces egoístas de algunas personas sólo me ha salido decir
en mi interior: "Crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con
espíritu firme". Y me volvió la paz al corazón y las ganas de seguir…”.
3.- “…Gracias por enviarme la PdV. Me encanta leerla y
sobre todo me emocionan mucho los testimonios.
Qué
hermoso sacramento el de los sacerdotes…: ¡qué vida tan especial teniendo la
oportunidad de conocer el corazón más profundo de las personas!
Mi
colono ha salido bastante bien, salvo porque al llegar no tenían anestesista y
ha sido despierta…: como yo he trabajado como sanitaria en quirófano, ya sabía
a lo que iba, ¡pero sin anestesia no lo había visto nunca y menos probado!
3b.- He tenido una semana movida con trabajo en la oficina y
un curso online que estoy haciendo, más la preparación y preocupación de que
las dos peques se van este fin de semana de viaje… y soy esa madre que no puede
estar sin sus pichones…”.
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