VIDA DE LA PALABRA últimas semanas de MAYO
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de mayo («Amaos cordialmente unos a otros; que cada cual estime a los otros más que a sí mismo», Rm 12, 10) y la de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2):
1.- El domingo pude finalmente ir a las previstas
ordenaciones sacerdotales. Tuve que esperar a esa misma mañana para que se
constituyera la mesa electoral, pues yo estaba designado como suplente de
presidente de mesa.
Esperando también como suplentes, encontré otros 3 conocidos con quienes
pude charlar amigablemente, 2 de ellas, vecinas entre sí, (aunque no se
conocían: yo laspresenté), y del Centro Mariápolis. Fue un rato bonito de
charla amistosa y de fe. Cuando ya nos liberaron a ellas y a mí, como yo sabía que
una de ellas no tiene coche, (su barrio está a media hora andando del colegio
electoral), y había empezado a chispear, le pedí a la otra que la llevara en su
coche.
A la
ordenación se venía un focolarino, (que también estaba pendiente de si yo me
tenía que quedar en la mesa o no). Fue bonito, pues, continuar en “clima” de “Jesús
en medio” por ese amor cristiano recíproco las 4 horas largas de viaje, (por lo
que, además, no se me hizo pesado conducir todo el tiempo tanto a la ida, -con
varios “diluvios” incluidos- como a la vuelta), preguntándole a menudo si necesitaba
que parásemos o si tenía frío o calor.
Fue
todo uno llegar allí al Seminario y sentirse en familia, (“notar” esa presencia
del Resucitado en medio), tanto por un gran amigo sacerdote (formador ahí),
como por varias del focolar ahí
contiguo, como por algunos de los ordenandos.
La
ceremonia se preveía bastante más larga de lo que ya lo sería por sí misma y
traté de vivirla por un lado poniéndome en la piel de los que estaban siendo
ordenados, (lo cual me hizo saborearla desde lo que conozco de sus corazones)
como recordando yo (y de alguna manera renovando con ilusión) mi propia
ordenación hace ya casi 34 años. Lo mismo la primera Misa de uno de ellos al
día siguiente.
Pudimos
hacer algo de turismo, pero poniendo antes que a nosotros la rodilla del
compañero de viaje, que se le había resentido mucho. Era bonito pensar primero
en él a cada momento.
Me emocionó poder rezar ante el arca que contiene el Santo Sudario,
(lienzo, especie de capucha, que pusieron sobre la cabeza de Jesucristo nada
más morir mientras lo bajaban de la cruz).
Comida y cena realizadas en el focolar nos envolvían a unas y otros también
en ese aire de familia que rezuma divino.
Así
que, 48 horas de unidad, de presencia de Jesús en medio de una manera o de
otra. ¡Ah!: a pesar de las previsiones de lluvia, no nos hizo falta en ningún
momento el paraguas.
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de mayo («Amaos cordialmente unos a otros; que cada cual estime a los otros más que a sí mismo», Rm 12, 10), la de abril («Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra», Col 3, 2) y la de marzo («Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad», Ef 5, 8-9):
1.- “…es
un regalo, leer vuestras experiencias; me da la fuerza para vivirla yo también.
La PdV de este mes
"Amaos cordialmente unos a otros", me ha dado un empuje, para vivir
delante de cada persona con todo mi amor.
Siendo consciente de cada
gesto, sonrisa, escucha, que doy para poder amar con el amor que Jesús pone en
mi corazón.
También, pidiendo y
ofreciendo por las necesidades de tantas personas, cercanas y lejanas.
Parece que Jesús, no se
deja vencer en generosidad; algunos días, me ponía delante personas, que era yo
la que se sentía amada por ellas.
Un Saludo. Sigo viviendo la
PdV…”.
2.- “…Hoy, más que nunca, entiendo
aquello que muchas veces te he oído decir sobre "vivir el momento
presente".
Hace unos dos años guardé en unas cajas todo lo que tenía referente a
catequesis. Pensaba que era tema del pasado, que ya no lo iba a necesitar y lo
llevé a la parroquia por si a alguien le podía ser útil.
Otro tanto hice con hilos, revistas, telas... que
utilizaba cuando hacía punto de cruz o muñecas con fregonas. También lo di,
puesto que llevaban en el armario años sin usarse.
Lo mismo ocurrió con los Playmobil y la Lego de mi hijo,
todo fue a parar para otros niños
A las dos semanas de desprenderme de todo ello, me proponéis
en la parroquia ser catequista y ahí que me encontré de nuevo retomando un tema
que yo ya había dado por finalizado.
Poco después me llega otra propuesta y de repente me
encuentro montando en pequeñas vitrinas escenas de la Biblia con unas figuras
de barro cuya colección empecé a hacer cuando era pequeña. 50 años llevaban
aquellas figuras (las primeras) en una vitrina de mi habitación y ahora, de
repente, de lo privado pasaban a ser públicas.
Dos años me he pasado con ambas cosas. Un mes intenso ha
sido este de mayo preparando la comunión de los niños de mi grupo y, sin
embargo, ha sido pasar ese día y me he quedado "en blanco".
Todo ello lo siento como algo lejano en el tiempo.
Mi mente y mi corazón ya están centrados en otra cosa. Por
de pronto, preparando papeles para hacer la memoria de la fundación, a la par
que haciendo maletas para poner, mañana, rumbo a un pueblo. Creo que va a
llover pero no nos importa, nos hace mucha ilusión ir a visitar a los padres de
un amigo y recorrer la zona con ellos.
A la vuelta, Dios dirá. Toca
repensar para ver qué hago el curso que viene…”.
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