VIDA DE LA PALABRA últimas semanas de DICIEMBRE
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de diciembre («Confiad en el Señor por siempre jamás, porque en el Señor tenéis una Roca eterna», Is 26, 4) y la de noviembre («Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia», Mt 5, 7):
1.- En diferentes momentos con
distintas personas, reflexionando sobre la situación del mundo en la época que
nos toca vivir y la aprobación de tantas leyes injustas en nuestro país, antes
de que pudiera cundir el pesimismo entre los dos, en seguida les añadía,
(impulsado por la PdV que invita a la confianza siempre y solo en Dios): «“¡no temáis!:
Yo he vencido al mundo”, nos dice Jesús; y también: “mi Corazón Inmaculado
triunfará”, nos dice la Virgen María». Y en seguida sonreíamos, aunque
éramos conscientes que los tiempos del Señor no son los nuestros, (y puede que nos
toque también tener “paciencia histórica”) y los planes del Señor son mucho más
altos que los nuestros, y que no tenemos que quedarnos cruzados de brazos.
2.- Volviendo en el tren cercanías de
un funeral desde Madrid hacia la parroquia eran ya casi las 23:00, muy de noche
y lloviznando, iba hablando con auriculares por el móvil y de pronto me di
cuenta que estaba yo absolutamente solo en el tren y que este hacía mucho
tiempo que no paraba e iba muy despacio.
Recordé que tanto en este como en el de ida, los avisos
de voz y las pantallas se equivocaban, y de hecho había yo preguntado a otro
viajero tanto a la ida como ahora.
El tren se paró y no se veía nada por las ventanillas,
(¡y menos con las gotillas de agua!). Las pantallas informativas de recorrido,
desconectadas. Por un momento me vino la preocupación, pero me acordé de la
PdV: “confiad siempre en Dios”. Y me quedé relativamente tranquilo: si se
estaba yendo para las cocheras o fuera de servicio hacia otra provincia, ¡pues
ya me las apañaré!
Luego arrancó muy despacio y de nuevo caminé varias veces
de punta a cabo cuan largo era el tren y me vino la tentación hasta de tirar
del freno de emergencia. Pero, “el Señor es mi Roca perpetua”. Y empecé a bromear
por whatsapp con mi familia.
Después de unos 20 minutos que se me hicieron
interminables, ya por fin empezó a verse algo por las ventanillas. La
imaginación es peor que la realidad. Solo entonces me di cuenta que me había
equivocado de tren y este, sin llegar hacia Las Matas, antes daba la vuelta a
todo Madrid para regresar a la urbe: el trayecto por el monte de El Pardo es
largo y sin paradas y naturalmente no hay ningún tipo de luz fuera. Cuando ya
reconocí la primera estación, me reí de mí mismo y me bajé en la siguiente con
tiempo todavía para tomar el último tren del día ya al filo de la medianoche.
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la
Palabra de Vida de diciembre («Confiad en el Señor por siempre
jamás, porque en el Señor tenéis una Roca eterna»,
Is 26, 4), la de noviembre («Bienaventurados
los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia», Mt 5,
7) y la de octubre («Porque
no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de
caridad y de templanza», 2 Tm 1,
7):
1.- “…hoy está con nosotros el Niño Dios: he pasado un
día muy grande, pues he ido a misa esta mañana a mi parroquia y ha sido
preciosa; he venido llena de felicidad. Muchas gracias por tus PdV: son algo
muy importante para mí que me ayudan a seguir adelante. Estoy bien, padre, con
mi grave enfermedad estoy estacionada: me he hecho las pruebas y aunque hasta
el 4 no tengo consulta con el oncólogo, sé los resultados… y parece que estoy
bien, sin cambios significativos, aunque hace ya años me dieron pocos
meses de vida. Estoy en paz y luchando con mis hijos y mi marido, que me dan
mucho cariño, pero con mucha fe: me da fuerzas para seguir adelante; es lo que
tengo: estas fechas son las más bonitas del año… Gracias por tu amistad y la fe
y enseñanzas tan grandes que nos mandas todos los meses…”.
2.- “…recibir la Palabra de Vida es siempre motivo de
esperanza, valor y Fe.
Ante tanta injusticia de problemas y sufrimientos que nos va mostrando el
camino de la vida, es una luz que nos alimenta para seguir luchando por las
personas que tenemos y que injustamente están sufriendo cada día; la familia es
lo más querido para toda persona.
He descubierto gracias a ti… que leyendo la Palabra junto a las
experiencias soy otra persona: doy más de lo que recibo y veo que ayudo mucho a
las personas que necesitan esa mano que las agarra en momentos duros.
Hace tres años que cambié de puesto en el trabajo, a pesar de miedo al cambio
(algo inevitable). Soy la persona más FELIZ: desempeño ayuda, cariño, paciencia
y todo lo que las personas mayores necesitan... Soy cocinera, pero también psicóloga,
médica...
Gracias a Dios por marcarme un camino a seguir, para hacerme grande a nivel
espiritual. Paco, mil veces gracias por haberte conocido en aquel momento de
tus ejercicios espirituales… con tus compañeros sacerdotes de los focolares…”.
3.- “…Paco, mil gracias por el bien que me haces a
través de la PdV y no menos de las
experiencias que compartes, ayuda a vivir con mayor profundidad, a pesar del
tiempo tan ajetreado que nos toca vivir, pero sabiendo que es tiempo de gracia
y paso de Él por nuestras vidas. Es el tiempo que más me gusta y el que más me
cuesta vivir, por la división que experimento y que constantemente tengo que
rectificar con su gracia…”.
4.- “…Gracias!! Nos hacen mucha falta estas
Palabras, efectivamente Palabras que llenan y nos dan Vida, para después
darla nosotros.
Este mes, mes de Adviento, mes de Espera, de Nacimiento, trae la
confianza, confianza que yo muchas veces mantengo adormecida, por eso, la
Palabra me pone en marcha y me dice: “¡Despierta, Despierta Alma mía, que
no estás sola, tienes Padre, El Padre!”. Demos gracias a Dios y a ti que nos
haces extensiva esta Buena Nueva. Gracias…”.
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