VIDA DE LA PALABRA últimas semanas de JUNIO
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con
la Gracia de Dios, la Palabra de junio («Tú eres mi Señor, mi bien, nada
hay fuera de Ti», Sal 16, 2)
y la de mayo («Os doy un mandamiento nuevo: que
os améis los unos a los otros», Jn 13,
34):
1.- La PdV de junio para mí ha sido
fantástica. Le he dicho el Señor a lo largo de cada día decenas de veces “Tú
eres mi único Bien” y me ha ayudado en las alegrías y en las penas.
Me ha hecho no caer en la vanagloria
y ser más agradecido al Señor cuando una situación, una conversación, una
persona o cosa o circunstancia era agradable, para no apegarme y para reconocer
Su intervención detrás de todo.
Como cuando por fin hemos logrado regularizar el punto de
suministro eléctrico de la Parroquia, (que, además, supondrá un buen ahorro
anual), más allá de las horas empleadas por el equipo correspondiente de
voluntarios de la Parroquia en revisar, medir, interpretar… y de alguna
tensioncilla y de horas al teléfono.
También, (con el mismo grupo de personas), decidir entre
los 6 presupuestos que habíamos recibido para una instalación fotovoltaica de
placas solares, (quizá podrá estar a finales de julio). Y la correspondiente
campaña para sufragarla entre los feligreses (“pon un sol en tu vida”) que hoy
hemos lanzado.
Pero también “Tú, Señor, eres mi único Bien” en las
dificultades y los múltiples “flecos” que todavía andan sueltos o se van
produciendo en cuanto a gestión o mantenimiento de los edificios parroquiales. También
ahí, no desanimarme… porque, “no esas cosas, sino Tú, Señor, eres mi único Bien”.
P.ej. ante los coletazos de una sanción leve de Hacienda
a la parroquia antes de llegar yo, (y otra que acaba de llegar, actual); o una
multa porque pasé al centro de Madrid en coche, (pues no debió llegar el
correo-e. que mandé pidiendo autorización como siempre en ocasiones similares).
O el hombre que ha venido esta tarde poco antes de las 4,
(y yo teniendo que ultimar este correo y los preparativos a correprisa para
salir de campamento mañana), aunque estaba cerrado el vallado parroquial, y he
escuchado con atención y sin dar muestras de impaciencia la casi una hora que ha
estado hablando, (parece que no anda del todo bien psicológicamente), y luego
se ha confesado.
Todo ocasiones bonitas que, después de decir
interiormente de corazón, “Tú, Señor, eres mi único Bien”, producen paz en el
alma y serena felicidad por el diálogo y cercanía con Él.
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de junio («Tú eres mi Señor, mi bien, nada hay fuera de Ti», Sal 16, 2), la de mayo («Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros», Jn 13, 34) y la de abril («Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación», Mc 16, 15):
1.- “…meditando el versículo del salmo de la
PdV, me doy cuenta de lo mucho que me cuesta vivir esa realidad. Amo a Dios, he
experimentado su ayuda en muchos momentos, también su compañía; sin
embargo, en los momentos en que me pide renunciar a algo que quiero, me
cuesta: veo que mi corazón tiene apegos que no tienen nada que ver con Él y no
soy capaz de entregarlos, aunque vea claramente que me alejan de Él, porque no
me dan paz.
Sólo Dios basta, sólo Dios es nuestro bien... es cierto y
yo le pido que me ayude a vivirlo, sobre todo a saber renunciar a aquello que
me pide, a aquello que, aun queriéndolo, no es bueno para mí... y lo que me
parece peor es que yo lo veo con claridad, pero me cuesta desasirme... Como
dice Jesucristo: “estos demonios son los que se van con la oración...” y eso es
lo que pido: oración. Gracias por compartir la PdV…
…lo que el Señor me ha
hecho ver: fuera de Él, de su Palabra de sus mandatos, de su Amor en
definitiva, sólo hay caos, inquietud, zozobra... infelicidad…”.
2.- “… como siempre, la Palabra de
Vida y tus vivencias, -puesta en práctica de ella-, son una maravillosa ayuda
para nuestra vida... Cuando recibo tus letras me viene a la mente… el amor de Dios
es tan grande que se vale… para seguir su misión en el mundo... En este caso, a
través de ti y tantas personas. Por eso, al leer lo que nos mandas... es como
una cadena de eslabones que nos unen con Dios y entre nosotros…
Cuando
iba leyendo tu experiencia me venía a la mente y al corazón que, en muchas
ocasiones, sobre todo en momentos difíciles, repetía las frases que tú has
dicho y, efectivamente, te producía en el alma una gran liberación y alegría...
Así que ese "recordatorio" te lo agradezco muchísimo. Feliz
verano…”.
3.- “…Dios aprieta pero no ahorca:
llevamos 5 años que nos toca una detrás de otra, y "Tú, Señor, eres mi único
Bien" es lo que vivimos casi a diario.
Lo último es que a nuestro hijo le han diagnosticado un autismo...:
se te viene el mundo abajo, pero a pesar de todo, estamos seguros que Dios lo
mandó a nuestro Hogar, porque mi marido y yo podemos con eso, y lo adoramos por
encima de cualquier diagnóstico.
Vamos a ir a Lourdes a pedir el milagro de su sanación.
Llevaba tiempo pensándolo, pero cuando nos cayó el papel con el diagnóstico,
supe que era el momento. Dios tiene un plan para cada uno y hay que seguir Sus
planes… hago unidad con este Jesús Abandonado, ofreciendo por el bien de los demás…”.
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