Para vivir bien la incerteza del ya próximo otoño, nos da luz y fortaleza la Palabra de vida del mes de septiembre («Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos», Lc 6, 38). Así, pues, a mitad de mes, ¡renovarnos en vivirla con intensidad (y a ello nos impulsarán estos textos)!:
NUESTRO DAR NACE DEL CORAZÓN
Por eso es tan importante cuidar el corazón. Para que no se vuelva
indiferente; para que "vea" dónde dar amor. Yo le regalo hoy a la
Madre un corazón de hijo, y Ella me enseña a transformar los Dolores en
"brotes de resurrección".
P. MANUEL MORALES, O.S.A, Comentario al Pasapalabra diario del martes
15 septiembre
CREER EN LA GENEROSIDAD DE LOS DEMÁS
Creer en la generosidad de otra persona significa creer en su amor por mí y
por todos.
Me ocurrió que alguien no creyó en mi generosidad e incluso malinterpretó
un gesto de amor hecho sin esperar nada a cambio. A menudo reconozco la
presencia de Jesús en el otro, de manera que, aunque el otro no crea en mi
amor, Jesús conoce mi sinceridad. Y para mí, esto es lo más importante.
Cuando veo a alguien que ama a todos con generosidad, trato de creer sin el
menor juicio, aunque parezca exagerado. Y si este amor me llega, acepto ser
amado con humildad y gratitud.
Dios conoce el corazón de cada persona. Conoce quien practica con
sinceridad los actos concretos de amor.
El que ama, conoce a Dios, y sus acciones lo revelan.
APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al Pasapalabra diario del martes
24 de agosto
LA MANSEDUMBRE SIEMPRE ES
CONSTRUCTIVA
Hay personas que confunden mansedumbre con omisión.
Con la mansedumbre aprendemos a decir nuestra opinión sin herir al otro y
sin omitir la verdad. Y sobre todo, sin faltar a la caridad.
La omisión es cuando no hablamos por miedo a la reacción del otro, cuando
cerramos los ojos a las injusticias, cuando callamos delante de la violencia.
La mansedumbre es una expresión del amor y por eso es creativa. Con la
mansedumbre, decimos la verdad al otro sin humillarlo y sin causarle vergüenza.
La mansedumbre y la humildad son dos características distintivas de la
personalidad de Jesús, y debemos aprender de Él a vivirlas en todas nuestras
relaciones interpersonales. “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”
(Cf. Mt 11,29).
APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al Pasapalabra diario del 23
de agosto
FIARNOS DE DIOS Y ENCOMENDARNOS A ÉL
Debo estar preparado para todo en la vida.
Debo prepararme bien para cada decisión a tomar. Aprovechar al máximo mi
formación profesional, asumir mi papel de ciudadano, mis responsabilidades en
la familia y en la comunidad. Debo estar preparado, bien formado y bien
informado.
Pero sobre todo y más allá de todo, debo confiar en Dios y entregarme
completamente a Él.
Antes de cualquier acción, debo repetir en mi corazón: “hágase Tu voluntad
y no la mía”. Esta es la mayor garantía de que todo se hará de la mejor manera.
En las pequeñas o grandes decisiones que vayamos a tomar, ante todo,
encomendarnos a Dios. Después, hacer nuestra parte buscando la perfección del
amor.
APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al Pasapalabra diario del 22
de agosto
QUE NUESTRO DAR SEA SIEMPRE DESINTERESADO
El corazón se ensancha o se encoge: depende de nosotros.
Damos largamente, y largamente nos sentimos retribuidos para seguir dando.
Tener confianza en la Providencia de Dios. Y si algún
sabor amargo invita al desprendimiento, es porque Dios no quiere para sus hijos
falsas ilusiones y enseña una verdad dura, necesaria, que equilibra la vida:
todo cae, todo es vanidad; y "pasa deprisa la escena de este mundo".
P. MANUEL MORALES, O.S.A, Comentario al Pasapalabra diario del 10
septiembre
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