sábado, 16 de noviembre de 2019

PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO

          Aquí tienes algunos textos (y experiencias) que nos estimulen a seguir viviendo (¡y con intensidad!) la Palabra del mes («alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran»):



REFORZAR NUESTRA RELACIÓN CON DIOS

¿Qué es la primera cosa que hacemos cuando queremos reforzar nuestra relación con alguien?
Empezamos a prestarle atención, a hacer su voluntad, encontramos tiempo para estar con esa persona, queremos que esté presente en todo momento de nuestra vida, y viceversa.
Con Dios no es diferente: tenemos que encontrar momentos exclusivos de relación con Él, pero también hacer de todo nuestro día una ocasión para reforzar la relación con Él, tratando de hacer Su voluntad.
Una vez, una persona me dijo que sentía a Dios muy lejos. Le pregunté quién se había distanciado, ella o Dios. Después de pensarlo un poco, dijo que había sido ella.
Dios está siempre presente en nuestra vida, pero depende de nosotros reforzar esa relación.
Como hablamos antes, encontrando tiempo para estar con Él, haciendo Su voluntad, reconociendo Su presencia en cada persona que encontremos.
Nuestra vida puede ser una continua oración y una intensa relación con Dios.

APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al Pasapalabra diario, 10 de noviembre 2019




HACERSE CARGO DE LOS PROBLEMAS DE QUIEN ESTÁ CERCA
  
[…]  se advierte una irrevocable llamada a preferir, por lo que respecta también a las penitencias, las que comporta la caridad hacia el hermano. De hecho, aunque a veces puede traer alegría, muchas otras se encuentra con el esfuerzo, con el peso, el sufrimiento, porque es imposible amar a los hermanos sin hacerse cargo de sus pesares.
…desde los comienzos, han encontrado en la práctica de la caridad, el modo característico de llevar la cruz, de renegarse a sí mismos, elementos esenciales para seguir a Jesús. [...]

CHIARA LUBICH, La carità L’amore reciproco: nucleo fondamentale della spiritualità dell’unità - Ai giovani religiosi, Castel Gandolfo, 3.1.1989





AYUDAR CON GESTOS CONCRETOS

La compasión es un sentimiento que nos hace sentir el dolor del otro y ponernos en su lugar para entender cómo podemos ayudarlo. Es la delicadeza de ayudar sin causar vergüenza, de orientar y enseñar sin humillar, es “hacerse uno” con el otro en su necesidad.
La compasión es una expresión sublime del amor al hermano, que no hiere su dignidad y lo hace igual a nosotros, porque no lo deja en la condición de necesitado.
Compasión no es igual a solo tener lástima de su situación, porque no se pone en un nivel superior al hermano; al contrario, significa que tenemos su misma pasión.
Para vivir la compasión de modo real y eficaz, debemos ayudar con gestos concretos a quien se encuentra en necesidad.


APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al Pasapalabra diario 14 noviembre 2019





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