miércoles, 13 de abril de 2016

EL EVANGELIO ESTÁ VIVO HOY

VIDA DE LA PALABRA                    primeras semanas de abril
Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la vida diaria la Palabra («Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a Mí me lo hicisteis», Mt 25, 40) y la de marzo («El Reino de Dios ha llegado a vosotros», Lc 11, 20) :
 1.-       Me avisaron que había fallecido la hermana del que fue mi párroco en mi infancia y juventud. El entierro era solo a hora y cuarto de donde vivo y esa tarde tenía yo “hueco relativamente haciendo pequeños arreglos”.
La verdad es que me encuentro muy cansado estos meses, aunque desde hace casi una semana he empezado a dormir no tan mal como antes. En fin, que por un lado me apetecía acompañarlo directamente, (dado que poquísimas veces puedo acudir a este tipo de compromisos con tantísimos amigos de tantos lugares distantes), pero por otro no debo agotarme.
Acordándome de las obras de misericordia concretas que pide la Palabra de Vida de este mes, (“a Mí me lo hiciste”), al final fui; contento yo y contento él, que lo agradecía muchísimo.
Además, estuve rezando por tantos amigos y amigas a los que hubiera querido acompañar en sus circunstancias dolorosas o festivas, y casi nunca puedo hacerlo por vivir lejos o tener demasiadas ocupaciones, ayer mismamente no pude ir al entierro del padre de un compañero, a dos horas y pico de aquí: menos mal que, desde la fe, ofreciendo bien el vivir el momento presente y luego rezar (en la Misa sobre todo), traspasa las fronteras de tiempo y lugar, y hace que no se distancien la amistad ni los corazones; y, por supuesto, Dios acoge las oraciones y la celebración de la Misa se hagan desde donde se hagan. No en vano una de las obras de misericordia tradicionales es “rogar a Dios por vivos y difuntos”.


Como este mes sólo tengo una de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de vida, la dejo para mayo y, en cambio, copio las impresiones de los que han estado en Tierra Santa en nuestra peregrinación de Semana Santa, ya que tanto gustaron las mías cuando las conté hace quince días; te copio aquí una mínima parte de una riquísima “comunión de alma” a través de decenas y decenas de whatsApp, (¡da pena tener que seleccionar!), desde el mismo momento que aterrizamos ya hace 15 días y que continúa todavía:
0.-        nuestra peregrinación a Tierra Santa ha sido una experiencia preciosa. ¡¡¡En cada lugar hemos revivido el evangelio!!!
Desde la Anunciación a María en Nazaret, en la gruta que era su casa, diciendo mi “sí” particular a la voluntad de Dios... como María, sintiendo también miedo a lo desconocido…
El nacimiento en Belén: agradecer que todo un Dios se hiciera hombre por nosotros…
…La Transfiguración en el Tabor... sentir su divinidad... al igual que dijeron los apóstoles: “¡¡¡qué a gusto se estaba allí!!!”
El monte de las Bienaventuranzas... en un paraje precioso nos da las claves para ser bienaventurados, felices...
Renovar las promesas bautismales en el Jordán, donde Jesús se bautizó: sentía que Dios me decía también que soy su hija y me ama.
Pasar la pasión en Jerusalén...no encuentro palabras para describir la emoción y el dolor. El Jueves Santo
asistimos a la hora santa en Getsemaní, en el mismo lugar y hora de su agonía y prendimiento. Después, un Vía Crucis por el Torrente Cedrón hasta la cárcel, siguiendo el mismo camino que hizo aquella noche...
 El Viernes Santo, el Vía Crucis por la Vía Dolorosa (ahora llena de tiendas) hasta el Calvario... Leíamos el evangelio en cada lugar y nos transportábamos en el tiempo.
He sentido vivo el evangelio, Jesús nos hablaba!!!
Desde que he vuelto siento una gran alegría, por tantas cosas!!
            El grupo ha sido una auténtica familia; el guía, era un cristiano palestino que nos ha explicado las distintas costumbres en un país multicultural y cómo viven como minúscula minoría... increíble: ahora tengo más conciencia de nuestros hermanos perseguidos. Las diferencias con la religión judía... que lloran en el muro de las lamentaciones esperando la venida del Mesías... mientras que para nosotros se ha cumplido la Palabra: “Tendrá que padecer mucho, pero resucitará al tercer día”.
Pero, sobre todo, creo que mi alegría se debe a que siento a Jesús Resucitado!!! Se ha quedado con nosotros en la Eucaristía y en cada momento... "cuando dos o tres están reunidos en mi nombre allí estoy Yo en medio de ellos". Es un "Dios Amor" que se ha hecho hombre para ayudarnos, mostrarnos el camino para llegar al Padre y además nos acompaña. Gracias infinitas!!!…

1.-        “ya después de dormir y con la mente más despierta cada vez soy más consciente del gran regalo que me ha hecho Jesús y cada uno de vosotros en esta Semana Santa. Una vez más ¡gracias! Ahora leía el Evangelio de hoy y Jesús decía "...que vayan a Galilea y allí me verán." ¡Hemos visto!!! Y ahora Galilea es cualquiera de nuestras ciudades, donde está Resucitado, así que

2.-        “en el trabajo, me siento como el agua del Jordán: llegué turbia, con tantas emociones sentidas que no me dejaban pensar con claridad. Ahora, poco a poco, todo se va asentando y empiezo a ver más claro. El viaje, interior y exterior, ha sido un regalo del cielo, tanto por lo visto, como por lo sentido, aprendido y compartido con vosotros. Ahora me toca hacer mi parte, empezar a dar mis “sí” día a día, en cada pequeña cosa. Cuento, como ayuda, con vuestra fuerza y vuestras oraciones

3.-        “todos, inmersos en nuestra preocupación por un posible peligro que pudiese suponer el viaje, aceptamos el riesgo ya antes de partir, y fuimos como los Cruzados, guiados por nuestra Fe y queriendo conocer y ver a Jesús allí en la tierra que sintió sus pisadas. Pero en lugar de conquistar nada, somos nosotros los que nos hemos dejado conquistar por su Amor infinito: creo que todos hemos sentido cómo entraba en nuestro corazón. Me he quedado prendado por esa vida de familia que estos días Él nos regaló. Ya os echo de menos

4.-        “volvemos a lo cotidiano, pero sabiendo que con más fuerza que nunca Jesús ha resucitado en mi corazón. Hacía tiempo que no sentía una Semana Santa tan profunda, con una pasión tan fuerte: vivir el Vía Crucis en la Vía Dolorosa en cada momento, pensando que somos nosotros los que debemos ayudar a Jesús a llevar esa Cruz. Una muerte a cada momento y una Resurrección plena que es capaz de llenar de amor inmenso este pequeño corazón que intenta como María decir un “SÍ” inmenso y pleno. Esos momentos vividos que tan solo con una mirada, una sonrisa, se veía que Jesús realmente estaba presente y más vivo que nunca. Mil gracias a todos y cada uno por formar esta GRAN FAMILIA, ahora pensando y sufriendo también con los cristianos de esa tierra y sabiendo de primera mano cuán difícil es ser portadores de esta gran fe que Cristo nos dio

5.-        “verdaderamente ha sido un “recorrido por los pasos de Jesús”, (Quien, como a los discípulos de Emaús, nos ha ido explicando las lecturas) y hacer a la vez un recorrido interior que me ha hecho reconocerlo y quedar sorprendida como a ellos… Ahora… nos queda volver a nuestra realidad y contarlo

6.-        “hemos sido familia palpable, Jesús me "ha tocado" y ha sido un regalo a través de cada hermano. La mejor onomástica de mi vida. Hoy estoy de limpieza con la señora que viene a ayudarme y dice que no se me nota cansada, sino con una cara de felicidad
que nunca me había visto. Realmente en esta primera Semana Santa de mi vida sin mi madre, (que podía haber sido la más triste), he experimentado con gran plenitud la alegría de Jesús Resucitado que sigue vivo entre sus hijos que se aman recíprocamente

7.-        “el viaje cada día lo recuerdo más bonito y completo. Un viaje con alma. Además les he contado muchas cosas a mis compañeros de trabajo. Es más fácil hablar de un viaje que de un curso

8.-        “preciosos esos trocitos de meditaciones de Chiara Lubich en cada sitio. Y cada piedra decía una palabra, ¡mucho más que una palabra!, de modo que, al, final, el alma estaba totalmente inundada, totalmente llena de la presencia de Jesús

9.-        “ahora, a distancia, comprendo la profundidad de estos días. Para mí han sido un viaje exterior y sobre todo interior. A través de la exposición sensorial, (vista de sitios, audición de explicaciones del guía y tuyas, tacto de tantos lugares especiales, gusto de ese grupo magnifico y olfato de que era algo más), pude realizar ese viaje interior. Viaje a esas zonas internas para comprender quien ha sido Jesús hombre y Dios, que ha venido a resanar y purificar todo mi ser, a darme aquí y ahora la felicidad. La relación con otros cristianos en esa realidad me hizo entender la importancia de ser radical y consecuente entre lo que creo y lo que hago. El último día en el sepulcro, ya vacío, me hizo comprender que ahora Jesús ya no vive sólo allí, sino en cada sitio, en cada vida allí donde dos o más se reúnen en su nombre. Ahora nos espera en cada actividad cotidiana

10.-      “durante nuestra peregrinación, había un sentir general y unívoco de grupo. Todos fuimos esperando encontrar a las mismas personas, a Jesús y a María. Y efectivamente fuimos pisando por sus mismas pisadas, encontrándonos con ellos una y otra vez, cada uno imaginando fervientemente ser teletransportado a aquel entonces.
Y todo esto lo hicimos en un entrañable ambiente de familia, como UNO solo; lo que Él predicó.
Pero es que hemos vuelto y me maravilla sentir que seguimos con ese mismo espíritu de familia, compartiendo.
Os quiero

11.-      “con el corazón abierto al encuentro de Jesús llegamos a Tierra Santa. Y así ha sido. Un hombre-Dios se nos ha revelado a través de los lugares en los que vivió en un momento concreto de la historia. Y María, su madre, siempre presente desde el primer momento del viaje.
La Anunciación, el encuentro con Isabel, el nacimiento, la vida anónima, las bodas de Caná, y más tarde el sufrimiento, la desolación... Etapas del viaje, etapas de nuestra vida: el descubrimiento, el compromiso, el servicio, la rutina del día a día, los momentos difíciles...
Me impresionó especialmente la imagen de María en su lecho de muerte en la basílica de la dormición: una paz inmensa invadió mi
alma en ese momento. Verdaderamente parece dormida. Y las palabras de Chiara Lubich explicando cómo Jesús quería volver a verla en nosotros, " pequeñas Marías". "A vosotros, pues, os corresponde mitigar los dolores, las llagas, enjugar las lágrimas. Canta las letanías y trata de reflejarte en ellas"

12.-      “es genial leer el evangelio ahora, cada día, verdad? Se entiende todo de otra forma!!!

13.-      “se me pasa el tiempo y no os escribía. Así que, pongo lo que me brotaba de forma espontánea según íbamos "tras los pasos de Jesús" a modo de diario, y como lo que no se comparte... se pierde... aquí va!!:
Imposible no emocionarse pensando en aquella chiquilla que con su “Sí” ha revolucionado el mundo!! Mientras cantábamos "María" (“Cuando el Amor…”, del GenRosso) se me rompía la voz!!! En el monte Tabor he pedido especialmente para que seamos capaces de traducir esa transfiguración en la sociedad en la que vivimos. En la basílica de las bienaventuranzas nos ha cogido la noticia del atentado en Bruselas: la paz que se respiraba en este entorno, desentonaba tremendamente con estas noticias... pero luego esa pregunta de Jesús "Pedro, ¿me amas tú más que éstos?", ¡¡hoy era para mí!! Hoy de nuevo, frente a esta locura del odio, ¡¡quiero decirle que le quiero por encima de cualquier cosa!!
Aquí, cada paso te infunde la alegría junto con cierto temor (de Dios?) de estropear todo lo sagrado... Es impresionante estar recorriendo las calles que han pisado Jesús y María... Te hace estar en otra dimensión, parece que el resto es todo vanidad de vanidades!
Sí, hemos renovado el pacto y todos los regalos del Jueves Santo justo en la basílica del Getsemaní, que contiene la roca donde Jesús sintió angustia y temor! Creo que no podía hacerme regalo
más grande que estar aquí, ha sido súper impresionante! Todas nuestras angustias están allí, no tengamos miedo de entregárselas!
El corazón difícilmente puede contener tantas emociones, sensaciones, experiencias...
Por fin (tras 3 intentos) conseguimos entrar en el santo Sepulcro... Y antes en el Calvario y poco antes en el Cenáculo, una impresión profunda, de Jesús cenando con sus íntimos a los cuales confiaba su legado más importante: el mandamiento nuevo por el cual entregaba y sacrificaba su vida... ha sido para mí unos los de los momentos más bellos y profundos! Feliz Pascua!!

He vuelto con el compromiso de vivir fielmente mi ser cristiana... Es lo único que podemos hacer para aquellos hermanos que de verdad allí dan la vida. Aquí realmente lo tenemos "fácil"!


No hay comentarios:

Publicar un comentario