lunes, 14 de marzo de 2016

SU REINADO EN NOSOTROS

VIDA DE LA PALABRA                             primeras semanas de MARZO
Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la vida diaria la Palabra de marzo («El Reino de Dios ha llegado a vosotros»Lc 11, 20) y la de febrero  («Como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré Yo», Is 66, 13):
 1.-       El sábado mi hermana pequeña emitió sus Promesas de consagración a Dios. La verdad, (¡soy un desastre!), con tantas tareas y compromisos, hasta 2 días antes que las focolarinas me dieron un regalo para ella, ni me percaté de la importancia del acontecimiento. También la sencillez y humildad de mi hermana, no dándose nunca relevancia, ni siquiera al invitar para la ceremonia, contribuyeron a que muchos no cayéramos en la cuenta. Pensándolo luego, lo uno y lo otro han sido para mí signo del “Reino de Dios, que ya ha llegado a vosotros”, que viene y crece silenciosamente.
            El ponernos de acuerdo todos los hermanos el mismo sábado para hacerle unos regalos sencillos pero expresivos de afecto; el preparar entre todos (sobrinillos incluidos) en un “pis, pas” decenas de “sándwiches” (antes de irnos hacia la Misa) para invitar sencillamente a la gente después de la celebración, (sobre todo a los que venían de otras provincias), con la alegría, total y mutua colaboración (¡y celeridad!) que teníamos todos, era también signo de ese Reino.
            Mi hermana, con un rostro más radiante que todas las novias juntas, (¡y no es para menos!: ¡¡el Esposo es Cristo!!), durante la Misa y al leer y firmar sus promesas… hablaban de por sí de ese Reino. La misma ceremonia, sencilla, pero cercana, sin ningún boato pero con toda la profundidad, interiorizada por todos con fe y vitalidad. Las lágrimas de gozo de mis otras hermanas y de mi madre, (y de todos pensando lo que estaría mi padre desde el cielo disfrutando con su niña y viendo una celebración tan sentida en su parroquia). La presencia no sólo de personas del movimiento MI.ES., (en el que se ha consagrado a Dios mi hermana), sino de otros movimientos y realidades eclesiales, así como de todas las parroquias del pueblo. El posterior rato de humilde y alegrísima fiestecilla-convivencia en el salón parroquial con saludos entre amigos, conocidos, o desconocidos hasta ese momento.
            Verdaderamente, en esto y en miles de detalles esos días, “el Reino de Dios ha llegado a vosotros”. ¡Solo para gloria suya todo!, como continuamente repite mi madre.


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de vida de marzo
 («El Reino de Dios ha llegado a vosotros», Lc 11, 20), la de febrero («Como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré Yo», Is 66, 13) y la de enero («Llamados a anunciar las proezas del Señor”», cf. 1 2, 9):
1.-        “parece que el año comenzó con aires nuevos y frescos. Con la ayuda de DIOS he podido resistir y tener una paciencia que nunca pensé que podría tener. Han aparecido ofertas laborales... Estoy contento por la oportunidad, pero también un poco asustado por si no soy capaz de cumplir las expectativas que han puesto sobre mí: tanto tiempo "aparcado" provoca, como es lógico, una cierta "oxidación personal".
Por lo demás, bien, mi mujer y mi hijo con salud, gracias a DIOS. La vida transcurre afortunadamente sin los sobresaltos del pasado, (de eso tú y tu familia sabéis bien). Descubres que lo ordinario se convierte en extraordinario cuando te limitas a vivir el día a día sin una preocupación que provoca sufrimiento continuo.
            Me alegro mucho de que te acuerdes de mí enviándome la PdV y te emplazo para una charla tranquila y amable. Un abrazo muy fuerte, PADRE, HERMANO Y AMIGO

2.-        “la Palabra “como a un niño a quien su madre consuela, así os consolare Yo”. Lo compruebo en tantos casos de mi vida, a veces auténticos “milagros”, ante los que solo puedo decir “GRACIAS”.
Pero este mes surgió algo: la hija de la chica que me ayuda a limpiar, tenía un problema y el colegio le mandó una nota que la llevara al psiquiatra. Aunque estoy retirada, soy psicólogo clínico y he trabajado con niños con problemas en colegios. Además, vivimos cerca: todo era más fácil. A pesar de lo que eso me desorganizaba, llevo 15 días dándole clases y tratando que juegue y sea feliz, ya que sus abuelos son mayores y no tiene amigos con quien jugar en este pueblo. La llevo al parque infantil, (varias veces me dijo que su abuela no la llevaba nunca; tiene 8 años). Me he  dedicado sin prisas: hablar, jugar y darle oportunidades de juego aunque esté ella sola y afronte sus dificultades. Viene contenta y está más feliz. Al vivir cerca, a veces viene antes de la hora. Estoy tratando que no la mediquen a ser posible…

3.-        “como siempre te me has adelantado: desde que salí, llevo pensado en escribirte para darte las gracias por los Ejercicios Espirituales, pero no he visto el momento. 
Como siempre que voy al Centro Mariápolis, me he encontrado super a gusto y muy querida; y en cuanto a las meditaciones decirte que me han ayudado a presentar de nuevo mi nada al Señor y a ver que lo que más me une a Él son mis faltas, mis pecados. Ellos son el motivo por el que Él se entrega a una muerte de Cruz. Siempre he envidiado a las personas que son mejores que yo, sin darme cuenta que ese deseo iba lleno de orgullo. Ahora le doy gracias a Dios por quererme como soy, (saquito de imperfecciones), y por concederme la infinita gracia del arrepentimiento que me une a Él. Llevo trabajando en ver al Señor en cada circunstancia de mi vida, en cada necesidad y ahora y principalmente en mis pecados.
Espero poder repetir los Ejercicios en otra ocasión. A mi amiga también le han gustado mucho y a los próximos igual viene otra amiga más, si Dios quiere


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