VIDA DE LA PALABRA primeras semanas OCTUBRE
1.-Ser como Jesús, Eucaristía que da vida, "dejarse comer", me está ayudando en las mil pequeñas cosas diarias a realizarlas con más espíritu. Lo que tantas veces se dice "hay que ser hermanos, no primos" me viene contrarrestado por la suma libertad de Jesús que voluntariamente se hizo siervo por amor, más aún, se hizo pan.
Eso me está
inspirando mucho al escuchar a cada persona, al ofrecerme para hacer un favor, al
aceptar cuando me piden cosas que no me competen del todo o me van a llevar un
poco de tiempo, al realizar las tareas de casa… Vivo todo ello con más
serenidad y alegría.
Estoy celebrando
la Misa con más atención e intención. El tener en mis indignas manos a Cristo, que
se hace alimento… me hace meditar que así tengo que ser ante cada persona. ¡Y
tantísimas veces no lo soy…!
Así, (perdona
que esta vez no sea más explícito y concreto), en un par de cuestiones, donde
me toca "estar en medio" y hay que amar a los 2 extremos, no tomo
partido por uno o por otro, sino por Dios, que es Amor, que es la Verdad. Y
amando a uno y otro, quizá todavía no se solucionan las cosas (será, sin duda,
a largo plazo), pero el sentirse acogidos, escuchados, valorados… les hace
mantener la paz y la esperanza, y eso ya es vía de inicio de solución.
Alguna de vuestras
EXPERIENCIAS tratando de vivir la Palabra de Vida de septiembre («Acogeos mutuamente, como Cristo os acogió para gloria de Dios», Rm 15, 7) y la de octubre
(«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no
tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás», (Jn
6, 35):
1.- “…muchísimas gracias por mandarme
la PdV (las tres que ya me has mandado). Me encanta este ratito con el Señor.
Para mí es un descanso increíble, así que muchas gracias de verdad porque es un
tesoro. Las he releído ya varias veces jeje
La
verdad es que no he escrito antes porque me da un poco de corte contar mis
experiencias jajaja. Son pequeñas cosas que me hacen sonreír y darme cuenta de
cuánto me mima el Señor.
Por
ejemplo, el otro día, en la iglesia... siempre que voy a Misa me
encuentro con un señor mayor que casi no puede andar. Anda con sus muletas,
arrastrando los pies, y cada vez peor... El día que le veo, al terminar la
Misa, siempre voy hacia su sitio a recogerle las muletas, para que no tenga que
agacharse, una nadería!!! Eso sí con una sonrisa y dos besos jajaja nos hemos
hecho muy amigos. El otro día… como
estaba muy lejos, dudé si ir o no a por sus
muletas. Por supuesto fui. Y se quedó feliz. Me dijo además que rezaba
muchísimo por mí y que todas esas semanas que no habíamos coincidido, me había
estado guardando una estampa de san Juan Pablo II (a quien tengo mucha devoción).
Tuvo premio mi detalle!!!!”
1b.- “Y bueno, otra experiencia es de antes de ayer. Mi horario por la
oposición es muy estricto, y tengo que estudiar un mínimo de 10 horas diarias.
No me cundió nada. Fue un día horroroso en cuanto al estudio se refiere, eso
pensaba yo. No conseguía terminar el tema y tenía que “cantar” (es como se
llama decir el tema) en el notario al día siguiente. Pues a pesar de no haberlo
terminado, ni haber cumplido las horas, ni lo pensé. Fui a Misa y ofrecí todo
lo que había estudiado. Al llegar a casa, estuve ayudando y con mi familia.
Ayer, me tocaba “cantar”…, estuve por la mañana en la cama, y por la tarde fui
pronto para estudiar antes. Se caló el coche, jajaja fue un día caótico y casi
no pude estudiar. Llegó el momento, y de los 5 temas que podía haberme
preguntado, me preguntó el que estudié antes de ayer y..., lo bordé. Estaba
cansada y agobiada. Ofrecí mi estudio y dio su fruto. Estoy feliz!!
Gracias otra vez por estos correos. Espero
que vengas pronto a celebrar Misa aquí…”
2.- “…este verano he estado más tiempo en mi pueblo. Allí vive
una mujer con un comportamiento extraño, (la gente dice que esto ocurre debido
a la soledad). Traté de acercarme a ella, para recibirla, y orar por ella, para
que Dios obre.
Me pregunté varias veces en la Misa y la oración, etc.,
buscando asesorar como podamos. Nos recibió con mucho amor y esperamos que Dios
la sanará y curará poco a poco su alma herida, y que encuentre una solución a
sus problemas…”
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