VIDA DE LA PALABRA segunda mitad de OCTUBRE
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de practicar la Palabra de Vida de octubre («Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás», (Jn 6, 35):
1.- Pocos días antes de salir hacia la
Asamblea, me dicen desde allí que me lleve mi ordenador para, en los tiempos
libres, hacer la traducción al español de los distintos comunicados. Como
íbamos en “vuelo barato” (=equipaje muy reducido), les dije que si me podían
prestar uno allí, dado que el mío, (para ser un portátil), es bastante grandecito
y pesado. No me pudieron contestar, así que, en el último instante, saqué otras
cosas de mi maleta y metí el ordenador: quedó, por supuesto, más que repleta.
Antes de partir, una llamada de un amigo para desear buen viaje y prometer
oraciones… y… pedir que le compre determinado libro...
Al poco de llegar, nos encontramos
con varios paquetes (para amigos de Burgos, Canarias, Tarragona, Granada y
Badajoz, además de uno para mí) que tendríamos luego que traernos a la vuelta.
Era material para formación espiritual. Me acordé de la PdV: “hacernos pan,
para alimentar a otros”. No sé cómo nos llevaríamos todo entre los dos, pero
traté de ver lo positivo: “¡el Padre Eterno se ingeniará para que nos quepa
todo y no nos hagan pagar más en el avión!”, pensé retándome en confianza a mí
mismo.
Me llega un whatsApp: “cómprame tal
libro”. Al día siguiente, un mail: “he sabido que estás en CastelGandolfo: me
he permitido la libertad de pedir que te lleven un pequeño paquete para que me
lo traigas”. Un día después, otro whatsApp: “he sabido que estás en Roma,
traéme este libro”... La de la librería ya se sonreía cada vez que me veía
llegar… La última vez le digo: “…mi verdadero problema es ver dónde los meto y luego
que me lo dejen subir al avión”. Entonces se acuerda: “…en una ocasión, una
amiga que llevaba anorak puesto, se rellenó hasta las mangas…”. Y en aquel instante
me vino como un relámpago la respuesta que yo esperaba desde el principio: “¡ya
está!, el chubasquero (de esos que ese arrugan y se meten en el bolsillo), que
no estoy utilizando porque al final no llueve, le cierro la cremallera, le ato
mangas, cintura y cuello…, ¡y queda como un pequeño saco, pero fácilmente
disimulable como un mullido y grande anorak debajo del brazo!”. Así que, los
libros en la maleta, y la ropa (que ya no estaba limpia), “al saco”. ¡Viaje de
vuelta perfecto! Eso sí, habiendo además madrugado mucho: la noche anterior no
me llegaba el texto a traducir; decidí no esperar y acostarme, poniéndome el
despertador a las 6 menos cuarto. Y me dio tiempo a todo milimetradamente, (ni
me faltó un minuto, ¡ni me sobró!): asearme, traducción, Misa a las 7.30 como
estaba prefijada, desayuno rapidito, transporte al aeropuerto, fila para
revisión de equipajes… Y ya digo, bien el viaje.
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de vivir la Palabra de Vida de septiembre («Acogeos mutuamente, como Cristo os acogió para gloria de Dios», Rm 15, 7) y la de octubre («Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás», (Jn 6, 35):
1.-
“…gracias
por la palabra de vida de octubre; cada vez me gusta más. A pesar del limitado
tiempo libre que tengo, aparto otros quehaceres para leerlo todo.
¿Qué
tal el viaje a Castelgandolfo? Nosotros hemos tenido una semana movidita: ...actos
con motivo del centenario de Santa Teresa y han venido… el arzobispo de Tudela
y más personas para el evento. A pesar de tener yo turnos de tarde, noche,
mañanas, etc., ha merecido la pena conocer al arzobispo y poder atenderlo: es
muy cercano y sencillo te da mucha paz. He tenido la suerte de poder conversar
con él y, la verdad, sus palabras aportan mucho.
El fin
de semana… los demás encargados han estado a diario entrando y saliendo, y yo
al cargo de la casa y atendiendo a un grupo….
Pero gracias
a Dios lo he solucionado todo muy bien…”
2.- “…gracias por no olvidarnos; aunque no encuentro un momento para sentarme y
responder, tus "regalos" nos llegan y los cultivamos con las niñas; y
a nivel personal me ayudan mucho.... No trabajo en un lugar fácil y necesito
muuuuuucho de las palabras del cielo, (como en casa llamamos a las lecturas).
Quiero contarte algo muy bello que acaba de ocurrir: una de mis hijas y yo
estamos repasando inglés con unas tarjetillas de dibujos y llevamos una hora
(con seis añitos el inglés... no es lo suyo), se le caía hasta la cabeza de
aburrimiento y justo en ese momento,
desde la estantería, se le ha caído una estampa preciooooosa de
Jesús en la cabeza... Se queda mirando y sonriendo dice: "¡¡¡ mira, mamá:
me ha caído Dios encima ... qué guapo está, seguro que es para decirme que no
me quede frita estudiando!!..... Eso es porque me cuida ... ¿verdad
mamá?". Yo, muy sonriente, le he dicho: "¡¡SÍ!!". Paco,.... en
este momento es la niña más feliz del mundo .... y yo con algo tan sencillo...
también…”
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