29 de
octubre
Beata Clara Badano
Te ofrezco las oraciones de la Misa y de la Liturgia de las Horas de la memoria litúrgica de la Beata CHIARA "Luce" BADANO
29 de
octubre
Beata Clara Badano
Allí donde es fiesta, se
dice “Gloria”
Oración Colecta
Padre de inmensa bondad,
que por los méritos de tu Hijo
y el don del Espíritu,
has hecho ardiente el amor de la Beata Clara Badano,
transforma profundamente nuestro ánimo
para que nosotros, siguiendo su ejemplo, lleguemos a cumplir siempre
con serena confianza tu santa voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Liturgia de la Palabra
Primera lectura
Tu voz es suave y es hermoso tu semblante
Lectura del Cantar de los Cantares Ct 2, 10b-14
“Levántate, amada mía, hermosa mía y vente”. Mira, el invierno ya ha
pasado, las lluvias cesaron, se han ido. Brotan las flores en el campo, llega
la estación de la poda, el arrullo de la tórtola se oye en nuestra tierra. En la
higuera despuntan las yemas, las viñas en flor exhalan su perfume. “Levántate,
amada mía, hermosa mía, y vente”. Paloma mía, en las oquedades de la roca, en el
escondrijo escarpado, déjame ver tu figura, déjame escuchar tu voz: es muy
dulce tu voz y fascinante tu figura.
Palabra de Dios
Salmo responsorial (del
salmo 15)
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: "Tú eres mi Dios".
R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Bendeciré al Señor, que me
aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa esperanzada.
Porque no me abandonarás en la región de los muertos,
ni dejarás a tu fiel ver la corrupción.
R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Me enseñarás el sendero de la
vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Segunda lectura
Si nos amamos los unos a los otros,
Dios permanece en nosotros
Lectura de la
primera Carta de san Juan
1Jn 4, 7-13
Queridos hermanos, amémonos unos a otros,
ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se nos
manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Unigénito, para
que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima
de propiciación por nuestros pecados.
Queridos hermanos, si Dios nos amó de esta manera, también
nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos
amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en
nosotros a su plenitud. En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en
nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
Palabra de Dios
Aleluya. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto.
Evangelio
El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto.
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan Jn 15, 1-11
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el
labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da
fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra
que yo os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede
dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en
mí, y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí, no podéis hacer nada. Al
que no permanece en mí, lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los
recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria
mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos. Como el
Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis
mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para
que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Palabra del Señor
Oración de los fieles
Hermanos y hermanas, confiando en la
intercesión de la
Beata Clara Badano, supliquemos confiados a Dios nuestro
Padre, para que escuche nuestra súplicas:
1. Para que los miembros de la Iglesia seamos fieles testigos de Cristo y, bajo la guía iluminada del Papa, llevemos a todos el gozoso anuncio de la salvación. Oremos.
2. Por las diócesis del mundo entero, para que todos los que componen las Iglesias particulares –fieles laicos, religiosos, diáconos y sacerdotes– vivan y trabajen en unidad con el Obispo y entre ellos, para poder testimoniar, evangelizar y promover el desarrollo humano, según las necesidades particulares. Oremos.
3.
Para que nuestras familias, sostenidas por la gracia
del matrimonio, vivan en el amor cristiano los valores de la unidad y de la estabilidad,
respeten la sacralidad de la vida humana y se dediquen con empeño constante a
la educación de los hijos. Oremos.
4.
Por los jóvenes, para que siguiendo el ejemplo de
Clara Badano descubran el bien incomparable de la amistad con Jesús, y en el
diálogo habitual con él valoren rectamente el don de la libertad y del
entusiasmo de manera que gasten con generosidad sus recursos para realizar un
mundo mejor. Oremos.
5.
Por las personas en situación de particular
dificultad a causa de las enfermedades, de los problemas económicos y de la
soledad, para aprendan a reconocer en ellos el rostro de Cristo y para que, con
ánimo fraterno, nosotros nos comprometamos a sostener su esperanza. Oremos.
6.
Por la paz en el mundo y la solidaridad hacia los
países menos desarrollados, para que se realice en el respeto de los derechos
humanos una equitativa repartición de los bienes de la creación, en orden a
lograr una auténtica civilización del amor. Oremos.
7.
Por la Obra de María y los diversos movimiento
eclesiales, para que, fieles a la misión de Cristo, dóciles al Magisterio de la
Iglesia y en armonía recíproca, formen, con la ayuda de la santísima Virgen María,
a sus adherentes a recorrer con tenacidad y perseverancia el viaje de la santidad. Oremos
Oh Padre,
acoge con tu infinita bondad
los deseos que te hemos manifestado,
y ayúdanos a responder a tu amor a ejemplo de
los santos,
para que podamos llegar también nosotros a
convivir en la plena comunión contigo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Bendice, Señor, los dones que te ofrecemos
en la fiesta de la
Beata Clara,
y renueva profundamente nuestro espíritu
para que, libres de los fermentos del mal, vivamos una vida nueva a la
luz del Evangelio. Por Jesucristo nuestro Señor.
Prefacio
de los santos
Oración después de la Comunión
La comunión en la mesa del cuerpo y de la sangre de tu Hijo
nos aparte, Señor, de la seducción de las cosas que pasan,
y que, siguiendo el ejemplo de la Beata Clara,
nos
ayudes a crecer en tu amor,
para gozar en el Cielo de la visión de tu rostro.
Por Jesucristo nuestro
Señor.
Liturgia
de las Horas
29 octubre
Beata Chiara (Clara) Badano
Joven laica
Nació
en Sassello (SV), diócesis de Acqui, el 29 de octubre de 1971, en una familia
humilde pero con una fe viva. Fue educada por su mamá a amar a Jesús desde muy
niña y a reconocerlo en los pobres y en los pequeños. A los 9 años descubre el
Movimiento de los Focolares y se sumerge con gran entusiasmo haciendo suyo
el ideal de la unidad. Empieza la escuela secundaria con el fin de ser médico
en África, pero a los 17 años el padecimiento de osteosarcoma destruye su
sueño. En unión con Jesús confía en la voluntad de Dios, busca ser inmensamente
amada por Él y renueva su “sí”: "Si Tú lo
quieres, Jesús, yo también lo quiero". Persevera en el ofrecimiento de
sus sufrimientos y en especial por los jóvenes, siempre sonriente, encuentra a
su Esposo el 7 de octubre 1990.
Del común de santos
Oficio de lecturas
SEGUNDA LECTURA
De las cartas de
la beata Chiara (Clara) Badano
(Positio, B.
D., p. 130. 162. 289. 427. 358)
Vivir cada momento en la plenitud de Dios
Tengo 12 años de edad. He conocido el ideal y de
inmediato me ha atraído mucho. La realidad más importante para mí, durante
este congreso, fue redescubrir a Jesús Abandonado. Antes lo vivía más bien
superficialmente y lo aceptaba para luego sentir alegría. Me di cuenta de
que me estaba equivocando del todo. No debía instrumentalizarlo, solamente
amarle y nada más. He descubierto que Jesús Abandonado es la clave de la
unidad con Dios y quiero elegirlo como mi primer Esposo y prepararme para
cuando llegue. ¡Preferirlo! He entendido que puedo encontrarlo en los alejados,
los ateos, y que yo debo amarlos de modo muy especial, ¡sin intereses!
He redescubierto el Evangelio bajo una nueva luz. Me he
dado cuenta de que yo no era una verdadera cristiana porque no lo vivía
plenamente. Ahora quiero hacer de este maravilloso libro mi único propósito en
la vida. No quiero y no puedo permanecer analfabeta acerca de un mensaje
tan extraordinario. Como es fácil para mí aprender el alfabeto, así debe
ser también vivir el Evangelio. He redescubierto esta frase que dice "dad
y se os dará": tengo que aprender a tener más confianza en Jesús y a creer
en su inmenso amor.
Durante este período, las oportunidades para abrazar a mi
esposo ciertamente no han faltado, de hecho desde hace una semana tengo
una fiebre muy alta y esto, estando ya débil, me debilita aún más, pero son
todas ocasiones de amor para estar aún más enraizada en Dios.
Ofrezco mi nada para que el Espíritu Santo otorgue a los
jóvenes sus dones de amor, luz y paz, para que todos comprendan el don
gratuito e inmenso que es la vida y qué es importante vivir cada momento en
la plenitud de Dios.
¡Me siento tan pequeña y el camino por delante es tan
difícil, y a menudo me siento superada por el dolor! Pero es el Esposo que
viene a visitarme. Sí, yo repito: "Si tú lo quieres, Jesús, yo también lo
quiero”.
Aquí todos piden el milagro, pero yo no logro pedirlo.
Tal vez mi dificultad en pedírselo es que me parece que no está dentro de
su voluntad. Ofrezco todo, mis fracasos, mis penas y alegrías a Él,
recomenzando cada vez que la Cruz hace sentir todo su peso.
Lo importante es hacer la voluntad de Dios. Yo tal vez
tenía mis planes, pero Dios ya ha pensado en ello. La enfermedad me llegó
en el momento adecuado... Pero vosotros no podríais ni siquiera imaginar cómo
es ahora mi relación con Jesús... Siento que Dios me pide algo más, más
grande. Tal vez podría permanecer en cama durante años... no lo sé. A mí
me interesa sólo la voluntad de Dios, hacer bien esto, en el momento presente: estar
en el juego de Dios.
He salido de vuestras vidas en un instante. ¡Oh, cómo
hubiese querido parar ese tren que me alejaba siempre más y más! Pero yo
no entendía aún. Estaba absorbida en cosas insignificantes, triviales y efímeras.
Otro mundo me estaba esperando y no me quedaba otra que abandonarme. Pero
ahora me siento envuelta en un hermoso designio que poco a poco se revela.
RESPONSORIO
(Cf. Sal 72, 26; 1 Corintios 7, 34)
R/. La roca de mi corazón es Dios,
Dios es mi destino para siempre, * fuera de Él, no deseo nada en la tierra.
V/. Una virgen se preocupa de las
cosas del Señor, para ser santa en el cuerpo y en el espíritu
R/. Fuera de Él, no deseo nada en la
tierra.
ORACIÓN
Padre de inmensa bondad, que por los méritos de tu Hijo y
el don del Espíritu Santo has llenado de amor ardiente a la Beata Chiara
(Clara) Badano, transforma profundamente nuestros corazones, para que
nosotros, siguiendo su ejemplo, podamos cumplir tu santa voluntad con una
serena confianza.
Por
Jesucristo nuestro Señor.
Oración
para pedir a Dios alguna gracia
por intercesión de la Beata CHIARA "Luce" BADANO
Padre,
fuente viva de todo bien,
te damos gracias por el admirable testimonio
de la Beata Chiara Badano.
Iluminada por la gracia del Espíritu Santo
y con la guía de Jesús Crucificado,
creyó firmemente en tu inmenso amor.
Decidida a responderte con todas sus fuerzas,
se abandonó con plena confianza
a tu paterna voluntad.
Te rogamos humildemente: concédenos
el don de vivir contigo y para ti,
y si es tu voluntad, la gracia ... ,
por los méritos de Cristo Nuestro Señor.
Amén
N.B.: Todos los textos de esta entrada están íntegramente tomados
(modificando sólo erratas sintácticas y gramáticales o de traducción)
de la web de la Postulación de la Causa de Canonización
de la Beata Chiara Badano.
Link de acceso: Postulación de la Causa