"...OS DARÁN UNA MEDIDA COLMADA, REBOSANTE"
VIDA DE LA PALABRA mes de mayo
Una de mis EXPERIENCIAS tratando de poner en práctica la Palabra de Vida de meses anteriores:
1.- Acabada la Misa en una parroquia cercana, entra una señora embarazada a fijar la fecha del Bautizo y, de pronto...: "te conozco: te veo en el tren". Le contesto: "pues la próxima vez me saludas, o me haces señales de humo si no me entero".
Diez días después la encuentro, y hacemos el trayecto juntos. Me pregunta si soy de alguna orden. Contesto que no, que soy sacerdote diocesano y añado (no lo suelo hacer para no liar a la gente) que formo parte, además, de la Obra de María, del Movimiento de los focolares. Se queda un poco sorprendida y comenta que le suena.
A mitad de viaje me explica: "de la JMJ conozco a una profesora de universidad que es focolarina; precisamente pensaba llamarla al dar a luz porque, desde hace 2 años, no estoy en ningún grupo y quiero integrarme en alguno, aunque conozco muchos (mi marido es de uno)". Días después la vuelvo a ver y, aunque no hablamos mucho, porque había también otra persona, en la conversación sale que está elaborando su tesis; me acordé entonces que la revista "Ciudad Nueva" hacía la recensión de un libro sobre ese tema; yo llevaba la de mayo, pero era la del mes anterior. No obstante le regalé esa y le prometí la de abril. La semana siguiente la vi cuando yo casi bajaba y la saludé: "mira, esta persona con quien vienes sentada no sólo es mi amiga, ¡sino que también es de los focolares! ¿No querías conocer?". La última vez (antes de que se haya pedido la baja por maternidad) le pude dar la revista: "¿esta también me la regalas?!" La otra le había gustado mucho.
Me dio gran alegría ver que Dios va trazando los hilos de nuestra vida como una historia de su amor personal por cada uno, incluso valiéndose de "siervos inútiles".
1b.- Anteayer en Chamartín, me para un joven comercial de tarjetas bancarias… De lejos hice como si no lo oyera, pero cuando insistió me detuve, aunque eso me podría suponer perder el tren. Curiosamente no me ofreció nada, me habla vagamente de religión y al rato me dice: "estoy viendo muchos sacerdotes pasar por aquí", -de hecho yo había notado que días anteriores se me quedaba mirando-, "no soy de familia religiosa; mi vida está vacía; vender cosas no es lo mío; me gustaría ayudar a gente. ¿Qué tengo que hacer para ser sacerdote?"...
Lo pondremos en manos de Jesús y rezamos por él…
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de mayo ("dad y os será dado: os verterán una medida rebosante…"), de abril ("no os quejéis unos de otros") o las de meses anteriores. ¡Gracias a tantos por compartirlas!:
1.- “……el otro día era tarde cuando te contesté… Aprovecho ahora, pues quería comentarte cómo trato de vivir el "dad y se os dará" (que mi madre repetía con mucha frecuencia...).
Dos gestos concretos: por una parte, los fines de semana que tengo más rato libre, trato de llamar por teléfono, sin prisas, a personas que lo están pasando mal por enfermedad propia o de sus familiares u otros motivos. Me parece una forma concreta de amar.
Por otra, reviso mi ropero y, de las prendas que tengo repetidas, reparto entre otras que no la tienen o están en peores circunstancias... Y lo mismo en otras cosas.¿Resultado de todo esto?: una gran alegría... la medida colmada la da el Espíritu Santo que llena el corazón de gozo profundo…”
2.- Testimonio precioso de un amigo que durante muchos años ha tratado de vivir la Palabra de Vida, incluso en el difícil campo de la economía y la empresa, y que "se nos ha ido" hace unos días. Pinchad aquí para leerlo: Pepe Alonso
3.- “...experimentando de forma muy especial ese "Dad y se os dará"!: en el grupo de catequesis, los jóvenes no podían este último sábado y me proponían cambiar de fecha/hora la catequesis, o dejarlo para otra semana. No podemos permitirnos el lujo de perder "otra catequesis..." y propongo vernos más tarde, pero el mismo día, sábado. Me responden que mejor el domingo por la tarde... lo que fastidiaba mi tarde de domingo para preparar un parcial y, además, ya había quedado para estudiar con otro compañero!
Al recordar la PdV, "dad y se os dará", contesto de nuevo a los jóvenes y acepto.
Cuando llega el momento…, me encuentro que sólo vino uno... ("tanto cambio para esto", pensé, y recordé de nuevo la PdV...). Estuvimos tomando café mientras hablábamos; fue una conversación preciosa donde compartía conmigo cómo él veía la mano de Dios detrás de todo lo que le estaba pasando...: esto ya mereció la pena todos los cambios de planes!!!! El domingo por la noche en la oración me brotaba una acción de gracias a Dios por este muchacho!
Pero esto no fue todo!!: aunque no estudié según "mi plan" de domingo, el martes (ayer) en el examen experimenté nuevamente que el Señor da mucho más cuando nosotros damos un poquito…”
4.- “…con toda mi unidad, querido Paco, comparto contigo mi experiencia de este concretísimo momento…: me han citado hoy como empresario en la Inspección de Trabajo, a donde me he desplazado y me presté incluso a traer en mi coche a los representantes de los trabajadores, que también estaban citados.
Estoy esperando en el antedespacho, para hablar con la Inspectora, porque ha querido entrevistar primero a los enlaces sindicales y cuando acabe con ellos pasaré yo.
Trataré de verla como a una hermana, que es "mi riqueza, porque me da la oportunidad de crecer en el Amor", tratando de ponerme en su lugar y ver que cumple una misión necesaria… […]
[…] …cuando han salido ellos, me recibió a mí que, tratándola como me había propuesto, la entrevista se desarrolló satisfactoriamente: era un trámite legal que había que pasar y ella, aunque un poco chinchante, hacía su trabajo…”
5.- “…gracias por vuestras peticiones. Sí, mi salud es importante, en particular la salud de espíritu.
Es una gracia del Señor el haberme enviado este problemilla de la columna. Es una oportunidad más para acercarme a mi conciencia y percatarme de la realidad que es el Espíritu Santo. Estoy disfrutando mucho y relacionándome de una forma maravillosa con todas las personas que me rodean. A través de ellas, he podido percatarme de cuánto nos ama Dios y cómo podemos amarle a Él en los hermanos. ¿No lo percibes en este simple email? Verdad que sí!!!
Quisiera darle un abrazo a P. José. Dile que no deje de sonreír y pedir por nosotros. Espero mejorar mi reducida movilidad para visitaros pronto…”
6.- “…me gustan especialmente las reflexiones sobre el Espíritu Santo, puesto que ya hace un tiempo que me he vuelto un "fans" de Él.
Hace tiempo comprendiendo mi pequeñez, me he ofrecido al Señor para que me pueda usar como instrumento de su Amor. Ayer tarde me telefoneó un buen amigo, dándome quejas muy profundas sobre un pariente suyo y al que yo también conozco: me manifestaba que estaba cansado de oír que lo critica
fuertemente en cosas bastante serias, que no quería aguantar más y que, por lo tanto, pretendía comentar a fondo toda la verdad sobre lo sucedido, ya que le afectaba no solamente a él, sino también a sus hijos. Después de escucharlo bastante tiempo en su desahogo, y sin pretender darle un sermón, (puesto que, como le dije, me consideraba el ultimo para poder hacerlo), le planteé que tuviera paciencia, que lo ofreciera al Señor y que el tiempo pone a cada uno en su sitio y que, aunque a los humanos nos gusta ver enseguida el fruto de nuestras obras, los tiempos y los caminos de Dios no son nuestros tiempos y nuestros caminos.
Él me agradeció lo que le dije, manifestándome que le había tranquilizado y que probablemente era lo más sensato.
Me quedé enormemente contento, ya que comprendí que probablemente Jesús había aceptado mi ofrecimiento a fin de que me pudiera utilizar para Su mayor gloria, puesto que yo solo soy incapaz de obrar así: nunca hubiera pensado hasta hace poco tiempo, que yo hubiera sido capaz de hablar a esta persona en los términos en que lo hice…”
7.- "…tenemos buenas nuevas...: ¡Dios nos ha bendecido con la próxima llegada de otro hijo para enero!
Fuimos a Fátima en Semana Santa para pedir su ayuda de nuevo... y ya ves... ya está aquí... Mi marido y yo estamos muy contentos... He estado delicada los primeros días, es un embarazo de alto riesgo y debo tomar muchos cuidados: te pido que reces con nosotros para que todo vaya bien y no se complique como el anterior...
Me haría mucha ilusión que bautices tú a este bebe… Espero seguir recibiendo noticias tuyas: sigo la PdV que me mandas todos los meses y mitades de mes... y aunque he tenido dificultades para poder vivir la de abril... al final con amor y poniendo a Jesús en medio, lo he logrado…"
8.- “…cuando el sábado vi a mi hijo integrado en su equipo y festejando la victoria me sentí feliz por él. Era una imagen que realmente he dudado llegaría a ver. Pensaba en sus lágrimas de hace 6 meses pidiéndome que le borrara de ese deporte (como ya había ocurrido otros años con otros deportes), porque no servía para el juego (y en las mías, negándome a su petición).
Una es de naturaleza débil así que, en otras circunstancias, hubiese accedido a su deseo sin pensármelo. Esta vez era diferente: sabía que no podía ceder. Si el sábado pensaba que ese
deporte había sido una experiencia estupenda para mi niño, el domingo me daba cuenta que también lo había sido para mí: cuando comenzó el curso y me pidió que le apuntase, le puse como condición aguantar un año, todo el curso escolar. Le conocía y sabía que ante la mínima dificultad iba a querer dejarlo, por eso, le impuse el no poder abandonar, para poder tener un margen en el que poder trabajar con él e intentar que cogiese confianza y seguridad. Cabía la posibilidad de, pese a todo, no lograrlo, pero merecía la pena el reto y el esfuerzo.
En ese instante no me di cuenta que al pedirle que no abandonase durante un año, también me lo estaba imponiendo a mí misma. Él tendría que hacer un esfuerzo, ¡pero yo también!, no de la misma manera: yo no iba a saltar al campo, pero sí que tendría que luchar conmigo misma contra otras cosas que también me costaban y que en el momento de mi propuesta no había tenido en cuenta. De haberlo hecho, seguramente, la que hubiese abandonado directamente hubiese sido yo.
Semana tras semana él me ponía excusas para no ir a jugar, que si le dolía la tripa, que si hacía frío, que… yo sabía que no le pasaba nada. Era su inseguridad lo que le impedía afrontar la realidad, así que me he pasado todo el año acompañándole, hablándole, intentando darle seguridad y confianza.
Seguridad y confianza que en mí misma no tenía, de ahí que ha resultado una experiencia sumamente curiosa: estaba intentando inculcarle a mi hijo cosas que sabía que eran imprescindibles para poder avanzar y pasar de fase, pero que, en mí misma, no era capaz de superar. De esto él no era consciente, pero yo sí y era curioso. Bueno, en ese instante no me daba cuenta, pero después sí.
Una vez pasado todo, y que yo respiraba tranquila, echaba la vista atrás y me daba cuenta que, pensando en todas las maneras en las que poder ayudar a mi hijo y darle confianza, me había ayudado a mí sin haber sido consciente de ello.
Tiempo he tenido de pensar en mi hijo, de pensar en mí, pero también tiempo de pensar en Dios: muchas veces decimos sentirle ajeno y no nos damos cuenta de que Dios es, ante todo Padre y que como Padre se relaciona con nosotros…
…cambia la relación Padre-hijo y por tanto también la relación Dios-hijo es diferente...
…en verdad los caminos de Dios son inciertos y desconcertantes…”N.B.: tú también puedes compartir las experiencias que hayas podido realizar poniendo en práctica el Evangelio; "pincha" aquí abajo en “comentarios” y escríbela: "lo que no se comparte, se pierde".