jueves, 31 de agosto de 2023

¡GRANDE ES TU FE!

 VIDA DE LA PALABRA                             mes de AGOSTO

 

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de agosto («Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas», Mt 15, 28) y la de julio («Todo aquel que dé de beber tan solo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa», Mt 10, 42):

 

1.-        La primera semana del mes, en mi pueblo, con mi madre disfrutamos siguiendo por TRECE TV o YouTube en directo los diversos actos de la JMJ en Lisboa con el Papa y, la verdad, fueron casi como un retiro espiritual, (que luego se prolongaba atendiendo a mi madre o paseando despacito con ella), pero con la alegría y vitalidad de lo que el Papa proponía a los jóvenes del mundo. Interiormente yo me sentía animado y con ilusión, junto con las fuerzas que se iban renovando por el descanso y el tener todos los días tiempo para hacer ejercicio y orar más.

 

 

2.-        Las vacaciones con la veintena de sacerdotes, como todos los años, una gozada pudiendo notar la presencia de Jesús en medio de nosotros por el amor recíproco, tanto en los momentos de oración común, como en los paseos o haciendo ejercicio, como en las sobremesas. Esos paseos fueron una oportunidad expresa para anticipar la PdV de septiembre, pues me salía del alma expresar con palabras o con canciones (“La ley de la vida” o “Gracias, Señor, por tu amor”, del Gen Rosso; u otras más clásicas “Laudato si”, “Señor, Dios nuestro, que admirable es tu nombre…”, etc.) y, la verdad, es que mis ojos y mis pulmones disfrutaban alabando al Creador.

 

2b.-     Estuvimos en San Sebastián, en una casa de espiritualidad desde la cual se veía muy a lo lejos la playa de la Concha con una imagen monumental del Corazón de Jesús en el contiguo monte Urkul, la cual veíamos desde el comedor y desde la terraza, recordándonos el Amor de Dios que nos mira con ilusión en todo. Luego, además, supimos que detrás de esa imagen había una capillita con el Santísimo.

 

2c.-      A mí me gustaba salir a esa terraza a leer, ("El poder de la escucha". Catequesis del Papa Francisco sobre el discernimiento), y rezar tendiendo mi mirada a lo lejos al mar y a la imagen del Corazón de Jesús y, la verdad, fueron ratos preciosos, sobre uno de los días de paz inmensa y unión con Dios, (al igual que otra de las mañanas, después de nadar media hora en el mar, y pararme a flotar boca arriba un buen rato contemplando serenamente el cielo y las nubes y sintiendo el agua y el aire). Solo "superados" por el día que fuimos a Lourdes: allí, ante la gruta en la que la Inmaculada Concepción se apareció varias veces a Sta. Bernardita en 1854 tuvimos también un rato de oración que para siempre quedará grabado en mi alma, como si fuera la mirada sonriente de la Virgen que me cubría y se complacía ante cada petición que le hacía o ante los silencios interiores con su Hijo, (y que me duró los siguientes dos días en todo lo que hacía y, ante cada persona, como si fuera Ella la que a través de mí los mirara con ternura de madre).

      Estuvimos también un día en el santuario de la Virgen de Aránzazu y en Loyola, en cuya basílica y casa natal de San Ignacio, iniciador de los Ejercicios Espirituales, encomendé esa tarea que yo con frecuencia hago para que sean de verdad un conocimiento más profundo y sencillo de Dios, y un motivo de discernimiento no solo para aquellos a quienes hablo.

 

 

3.-        Desde el día 17 ya en la parroquia, también la PdV de una "fe viva y operante", como la de la mujer cananea, me inspiraba en las tareas diarias y en pedir con perseverancia y humildad diversas cosas al Señor, convencido que ya ha escuchado a la primera, pero requiere de mi constancia y paciencia

 

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de Vida de agosto («Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas», Mt 15, 28), la de julio («Todo aquel que dé de beber tan solo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa», Mt 10, 42) y la de junio («Alegraos, sed perfectos, animaos; tened un mismo sentir; vivid en paz, y el Dios de la caridad y de la paz estará con vosotros», 2 Co 13, 11):

 

1.-        “Muchas gracias, Paco y todos, por vuestra vida que comunicáis.

Hoy os quiero yo contar también un par de experiencias de esta semana:

La primera me recuerda el pasaje del Evangelio que es lema de la JMJ: María se puso en camino para ayudar a su prima Isabel. Mi hija mayor hace un mes que tuvo una niña, la tercera. Está muy liada preparando la oposición a la que se va a preparar y también con montones de ropa para organizar sus vacaciones. Me ofrecí a ir a su casa varias mañanas. Como aún no puedo conducir por mis operaciones de cataratas, fui parte del camino andando y parte en autobús. Fue muy bonito estar a su disposición y estar con mis nietas.

1b.-     Otra experiencia ha sido antes de ayer: mi marido y yo encontramos un grupito de 6 neocatecumenales en Misa de 9:30 en nuestra parroquia. Ellos son muy entregados y venían a peregrinar y a una misión a nuestra ciudad, de camino a la JMJ. Eran 3 adultos y 3 jóvenes. No llevaban ni dinero, ni móvil: se fiaban de la providencia y habían dormido a la intemperie. Le dije a mi marido que si quería los invitábamos a comer a casa. Compramos unos pollos asados y unas tortillas, hice varias ensaladas y también preparamos helados y café. Cuando mi marido los trajo a casa, le dijeron que tenían otros 6 compañeros que tampoco tenían nada para comer, que si podrían llevarse las sobras, en caso de que hubiera. Mi marido les dijo que se vinieran todos a casa, también una chica de la parroquia se apuntó. Nosotros ese día solo éramos 5 en casa, ¡así que nos juntamos 17! Uno de ellos era cocinero y partió genial los pollos. Hubo comida para todos. Al enterarse de que somos Focolares, les dio mucha alegría. Todo el rato que estuvieron en casa fue una gran fiesta y una preciosa comunión de experiencias.

 

 

2.-        “hoy precisamente una auditoría de calidad de la residencia: ¡no te imaginas qué  rollo de papeles!. Algunas cosas están muy bien el llevar control, pero otras son una perdedera de tiempo..., pero no nos queda más remedio. El día de hoy desde las 8:45 a 15:30, ofrecido por amor y esto es lo que cuenta.

La verdad, que mucho trabajo, pero créeme que con mucha paz tratando de acoger el día  a día como el Señor me lo va poniendo, acogiéndolo como Su voluntad: este es el gran valor y el único  importante estar siempre acogiendo como amor al Amor que se hace presente con Su gracia y paz.

2b.-     Otro gran gozo que te quiero compartir es que hemos estado haciendo unidad tres personas por un residente que se encuentra bastante mal y después de una vida... aceptó confesarse, comulgar y recibir la unción: no te imaginas con qué lucidez y alegría pasó todo el día. Lo bonito en uno con el que estábamos unidas era un mismo residente para hacerle sentir bien quiso comulgar y recibir junto la unción, se me ha hecho presente la fuerza y unión de la oración. De verdad, gracias: el bien de la PdV es viva y eficaz.

 

3.-        “el 1 de Agosto he tenido literalmente la viva prueba de la PdV de Julio, no sabría elegir un mejor ejemplo para despedirla y dar comienzo al nuevo mes.

Eran las 12:30 de la mañana, y me encontraba teletrabajando cuando escuché el timbre. Normalmente estoy en la oficina…, pero con las vacaciones de verano, solicité quedarme en casa.

Lo primero que pensé fue que eran vendedores o anunciantes, pues no esperaba ningún paquete ni tampoco visita.

Al abrir la puerta, encontré un hombre con la cara desencajada y un aspecto desangelado, que me pidió sin más dilación un vaso de agua. Mi primera reacción fue juzgarlo: su apariencia, su vestimenta y su cara daban síntomas de haber pasado una vida en la calle y su cara me transmitió que había sufrido adicciones. Además llevaba una mochila aparentemente casi vacía y una carpeta.

Motivado por la desconfianza, el miedo, (a los robos que suele haber en esta época de verano en donde verifican si estás o no en casa), y la mala espina,

encontré cualquier excusa para cerrar la puerta de forma educada... Su cara mostró decepción y se dispuso en su ardua tarea de conseguir ese vaso de agua en las casas colindantes.

Una vez entré de nuevo en casa, me quedé pensativo, sabía que no estaba orgulloso de lo que había hecho, no sólo de negarle un vaso de agua en un día caluroso (podría sufrir un golpe de calor), sino de tener un pensamiento negativo hacia otra persona sin conocer su pasado y por qué estaba allí.

Al instante entendí que por encima de todos esos malos prejuicios, fuera o no una mala persona, estaba la PdV que tanto habíamos orado en Julio. Acto seguido, abrí rápidamente la nevera y encontré una botella pequeña de una bebida isotónica. Salí corriendo a la calle y allí estaba al final de la avenida a punto de cruzar en la intersección...

Eché a correr pues no me salía ni un silbido y no me escuchaba al llamarlo.

Cuando me aproximé, se dio la vuelta, y tambaleándose sobre sus pasos le di la botella y le aconsejé que buscara una sombra. Él únicamente dijo “gracias”, eran sinceras, pero su gesto en la cara seguía indicando algún tipo de sufrimiento pasado y presente.

Hoy me llevo una gran lección, seguir obrando con las enseñanzas de la palabra de vida, sin buscar excusas ni prejuicios, todos tenemos que encontrar nuestro camino.

 

4.-        “hacer muchos actos de amor a lo largo del día, así construyo "puentes" y ayudo a superar las divisiones, practico el perdón y recomienzo las veces que sean necesarias, estas son cualidades del amor cristiano.

Así pues, tanto si estoy trabajando como descansando, en donde esté lo puedo hacer, esas pequeñas cosas que con el amor recíproco puedo cambiar, alegrar al que tengo a mi lado, todo lo puedo transformar en servicio pues el amor llama al amor.

 

 

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