lunes, 31 de diciembre de 2018

FELIZ AÑO NUEVO 2019


Con las siguientes palabras del Papa…
           
deseo a ti y a los tuyos
que tengáis una muy buena salida y entrada de año
y un próspero 2019
colmado de la bendición del Señor:

FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2019

«Al llegar la plenitud de los tiempos,
Dios envió Dios a su Hijo» ( 4, 4)...
en la última tarde del año solar…
la fe nos hace contemplar y sentir
que Jesucristo, Verbo hecho carne,
ha dado plenitud al tiempo del mundo
y a la historia humana...
…sentido de gratitud,
como única respuesta humana
digna del don inmenso de Dios.
Una gratitud conmovedora,
que, partiendo de la contemplación de ese Niño
envuelto en pañales y acostado en un pesebre,
se extiende a todo y a todos,
al mundo entero.
Es un «gracias» que refleja la Gracia;
no viene de nosotros, sino de Él;
no viene del yo, sino de Dios,
e involucra al yo y al nosotros.
En esta atmósfera creada por el Espíritu Santo,
nosotros elevemos a Dios la acción de gracias
 por el año que llega a su fin,
reconociendo que todo el bien es don suyo.
También este tiempo del año [que está acabando],
 que Dios nos había donado íntegro y sano,
nosotros humanos
de tantas maneras lo hemos desperdiciado y herido
con obras de muerte, con mentiras e injusticias...
…todas las pequeñas y grandes ofensas
a la vida, a la verdad, a la fraternidad,
que causan múltiples formas de degrado humano, social y ambiental.
Queremos y debemos asumir toda nuestra responsabilidad,
delante de Dios, los hermanos y la creación.
Pero esta noche prevalece la gracia de Jesús
y su reflejo en María.
Y prevalece por eso la gratitud que…
siento en el alma
pensando en la gente que vive con corazón abierto…
Siento simpatía y gratitud
por todas esas personas que cada día contribuyen
con pequeños pero preciosos gestos concretos al bien…
Y así cooperan silenciosamente al bien común...

PAPA FRANCISCO, Homilía en las primeras Vísperas de Santa María Madre de Dios
y Te Deum de acción de gracias por el año que acaba,
basílica Vaticana, 31 de diciembre de 2017
Y para tener un próspero y feliz año nuevo, nos ayudará en su primer mes vivir…:

PALABRA DE VIDA                        enero 2019

«Justicia, solo justicia has de buscar»
(Dt 16, 20)

El Libro del Deuteronomio se presenta como una serie de discursos pronunciados por Moisés al término de su vida. Este recuerda a las nuevas generaciones las leyes del Señor mientras contempla desde lejos la Tierra Prometida, hacia la cual ha guiado con valentía al pueblo de Israel.
En este libro se presenta la «ley» de Dios en primer lugar como la «palabra» de un Padre que se preocupa de todos sus hijos. Es un camino de vida que Él da a su pueblo para realizar un proyecto de Alianza. Si el pueblo la observa fielmente, por amor y gratitud más que por miedo a los castigos, seguirá disfrutando de la cercanía y la protección de Dios.
Uno de los modos de realizar concretamente esta Alianza, recibida como un regalo de Dios, consiste en buscar con decisión la justicia. Quien es fiel la pone en práctica cuando recuerda con gratitud la elección que Dios ha hecho de su pueblo y evita adorar a cualquiera que no sea el Señor, pero también cuando rechaza beneficios personales que le ofuscan la conciencia ante las necesidades del pobre.

«Justicia, solo justicia has de buscar».

La experiencia cotidiana nos plantea muchas situaciones de injusticia, incluso graves, que afectan sobre todo a los más débiles, los que sobreviven al margen de nuestra sociedad. ¡Cuántos Caínes usan la violencia contra su hermano o su hermana!
Erradicar las desigualdades y los abusos es una exigencia de justicia fundamental, empezando por nuestro corazón y los lugares donde desarrollamos nuestra vida social.
Y, sin embargo, Dios no lleva a cabo su justicia destruyendo a Caín, sino que se preocupa de protegerlo para que reanude el camino (cf. Gn 4, 8-16). La justicia de Dios consiste en dar nueva vida.
Los cristianos hemos conocido a Jesús. Con sus palabras y sus gestos, pero sobre todo con el don de la vida y la luz de la Resurrección, Él nos ha desvelado que la justicia de Dios es su amor infinito por todos sus hijos.
A través de Jesús se nos abre también a nosotros el camino para poner en práctica y difundir la misericordia y el perdón, que es también fundamento de la justicia social.

«Justicia, solo justicia has de buscar».

Este versículo de la Escritura ha sido elegido para celebrar la «Semana de oración por la unidad de los cristianos» de 2019, que en el hemisferio norte se celebra del 18 al 25 de enero. Si acogemos esta Palabra como se nos propone, podremos trabajar para buscar los caminos de la reconciliación, ante todo entre los cristianos. Luego, poniéndonos al servicio de todos, sanaremos eficazmente las heridas de la injusticia.
Así lo experimentan desde hace años cristianos de distintas Iglesias que se dedican conjuntamente a los presos de la ciudad de Palermo (Italia). La iniciativa partió de Salvatore, miembro de una asociación evangélica: «Me di cuenta de las necesidades espirituales y humanas de estos hermanos nuestros. Muchos de ellos no tenían familiares que pudiesen ayudarlos. Se lo confié a Dios y lo hablé con muchos hermanos de mi Iglesia y de otras Iglesias». Añade Christine, de la Iglesia anglicana: «Poder ayudar a estos hermanos necesitados nos da alegría porque hace efectiva la providencia de Dios, que quiere que su Amor llegue a todos a través de nosotros». Y Nunzia, católica: «Nos ha parecido una ocasión tanto para ayudar a estos hermanos necesitados como para contribuir a anunciar a Jesús incluso mediante las pequeñas cosas materiales».
Es un modo de realizar lo que expresó Chiara Lubich en 1998 en la iglesia evangélica de Santa Ana, en Augsburgo, durante un encuentro ecuménico:
«[…] Si los cristianos echamos un vistazo a nuestra historia […], no podemos dejar de sentir dolor al darnos cuenta de que esta ha consistido en muchos casos en un sucederse de incomprensiones, disputas y luchas. Ciertamente, por culpa de circunstancias históricas, culturales, políticas, geográficas y sociales…, pero también porque ha faltado entre los cristianos su elemento unificador característico: el amor.
»Un trabajo ecuménico será fecundo de verdad en la medida en que quienes se dedican a él vean en Cristo crucificado y abandonado que se vuelve a abandonar en el Padre, la clave para entender cualquier falta de unidad y para recomponerla. […] Y la unidad vivida tiene un efecto […]. Se trata de la presencia de Jesús entre varias personas, en la comunidad. “Donde están dos o tres reunidos en mi nombre –dijo Jesús–, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20). Jesús entre un católico y un evangélico que se aman, entre anglicanos y ortodoxos, entre una armenia y una reformada que se aman. ¡Cuánta paz ya desde ahora, cuánta luz para un camino ecuménico recto!».

LETIZIA MAGRI

domingo, 30 de diciembre de 2018

ALEGRÍA INCLUSO EN LA CONTRARIEDAD


VIDA DE LA PALABRA                   últimas semanas de DICIEMBRE


Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida diciembre («Estad siempre alegres en el Señor», Flp 4, 4) y la de noviembre 2018 («Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo», Ap 3, 20):

1.-        Cada año los Gen4 (los niños del movimiento de los Focolares) realizan campaña "han desalojado a Jesús" para devolver a la Navidad su verdadero ser: pasan noviembre y diciembre confeccionando Niños Jesús de escayola, los pintan y los envuelven en celofán transparente junto con una meditación con ese título; y luego, pocos días antes de Navidad, los regalan en una calle peatonal o en un centro comercial.
En años anteriores se realizó en Torrelodones o Majadahonda o en Las Rozas; este año fue aquí. Los niños (los monitores que los acompañaban) siempre piden previamente los permisos correspondientes para regalar los Niños Jesús. Cada año se distribuyen
cientos de Niños Jesús, (no piden nada al regalarlos, pero si les dan, lo envían a los niños pobres de África).
Pero aquí ha habido una triste anécdota este año. Se produjo plásticamente lo que por desgracia es la realidad: era a la salida de un conocido centro comercial. Cuando llevaban poco más de una hora ofreciendo los Niño Jesús, llegaron los de seguridad: "tenéis que iros con vuestras cosas, porque va a llegar papa noel". Y amablemente los acompañaron a la salida.
Al enterarme, el corazón se me llenó de tristeza. Pero recordé la PdV de este mes (“siempre alegres en el Señor”) y volví de nuevo a sacar una sonrisa y a tararear un villancico de alabanza a Jesús.
1b.-      Tres días después, Navidad. En la Misa con familias con niños, al ver que había pocos, me venía la tentación de entristecerme pensando que no los habían traído al “cumple” de Jesús, sospechando que muchos no lo harían tampoco a ninguna de las otras Misas del día. Pero recordando la PdV, con alegría traté de que los que estaban y los mayores vivieran incluso más a tope la Misa de Navidad. Entre otras cosas, invité a los peques a subir todos cerca de la cuna del Niño Jesús y le hemos cantado a pleno pulmón "cumpleaños feliz" ¡y dos veces!, (la segunda, por los que no habían venido). Después, en silencio cada uno le decía algo a Jesús y luego invité que lo expresaran en voz alta: "te quiero, Jesús", le dijeron 6ó 7 de ellos, y otras cosas; el primero (con una carita pícara llena de cariño y una gesticulación encantadora): "¡¡eres el mejor, Jesús!!".
1b.-      Al día siguiente en el grupo del YouCat leímos lo que Jesús en una visión dijo a Sta. Teresa (y que, por tanto, nos dice a cada uno de nosotros): “sólo por oírte decirme una vez que me quieres, crearía de nuevo el universo”. Me emocioné recordando a los niños ante la imagen del niño Jesús.
            Siempre acabamos esa reunión de estudio del YouCat con 5 minutos de oración en silencio ante el sagrario. Cuando ya nos despedíamos me dice una: “¡no le hemos dicho juntos que le queremos!”. Así que, desde la parte de atrás de la iglesia, nos cogimos por el hombro todos y, por turno, cada uno en voz alta mirando al Sagrario le dijo: “¡te quiero, Jesús!”. Y luego todos juntos a coro. Cuando nos despedíamos, vi en varios ojos lagrimillas de emoción y alegría (¡que yo también tenía en el corazón, porque fue todo realmente un rato de Dios!).
Que también la salida y entrada de año sea una Navidad. “Que por lo menos en todas nuestras casas se grite Quién ha nacido, festejándolo de un modo nunca visto” (Chiara Lubich). “Nativitate”: “nati” (nacimiento) “vita” (de la Vida; la que trae Jesús) “te” (para ti). ¡Feliz Navidad de nuevo a cada uno!



Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de
diciembre («Estad siempre alegres en el Señor», Flp 4, 4), la de noviembre («Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo», Ap 3, 20) y la de octubre («Pero si sois conducidos por el Espíritu, no estáis bajo la ley», Ga 5, 18):

1.-        ¡Qué verdad es que la alegría del cristiano “es fruto del encuentro personal con Dios en lo profundo del corazóncomo dice la PdV de este mes!
Llevaba un tiempo pensando que debía cambiar el contrato de teléfono que tenía, pero no encontraba el momento de llamar a la Compañía porque suelen tardar mucho en atender. El otro día, tenía un rato disponible y sentí que no debía dejarlo pasar más tiempo, ya que el dinero que tengo es de Dios y debo administrarlo bien. Llamé y pasaban los minutos en “espera”, empecé a ponerme nerviosa y pensé dejarlo. Pero, Jesús me sugirió: aprovecha para rezar el Rosario. Así lo hice, confiando todo a María, fue un rato precioso con Ella, aunque la “música” seguía… Acabando el quinto misterio, me responde una operadora que muy amablemente me escucha y hacemos un nuevo contrato que pago 20 euros menos al mes.
1b.-      Hace unos días tuve una caída que, aunque no fue grave, me impedía andar con normalidad. Pasado el dolor fuerte, fui de nuevo al médico que me dijo que debía realizar unos ejercicios que me indicó, durante unos 15 días. El primer día vi que tardaba casi una hora en realizarlos y me parecía que era “una pérdida de tiempo”. Después, iba sintiendo que lo que importa es hacer lo que Dios quiere y que Él sabía lo que me convenía para serle fiel como tantas veces le he pedido. Al día siguiente fue un tiempo precioso de unión con Dios: le ofrecía cada esfuerzo, me di cuenta que cada segundo que contaba para mantener una posición, era el tiempo de decirle ”por Ti” y así pasó rápidamente el tiempo, dejándome dentro una gran paz y alegría

2.-        …el jueves pasado, cuando llegaba al trabajo, me atropelló un coche en un paso de cebra. Salí despedida y, aunque al principio parecían lesiones aún más importantes, se sospechaba fractura de pelvis más un traumatismo craneal y múltiples contusiones. El tac lo descartó después de unas horas en observación… Estoy bien. Ofreciendo todo. Estoy segura que ha sido un milagro y q mi ángel de la guarda me protegió, porque es inexplicable no tener ningún hueso roto. 🙏🏻🙏🏻🙏🏻
Ha sido una experiencia fuerte. Creí por un instante, mientras caía al suelo, q era mi último minuto... Me vino dar gracias a Dios y decirle: "estoy preparada..." No sentí miedo: ya le había entregado mi vida a Él hace tiempo y ahora he visto que mi entrega es auténtica. Incluso la vida física...
Sé que parece un poco de locos, pero le doy gracias a Dios porque seguro que también esto es por mi bien…

3.-        aunque no te escriba, leo siempre con mucho interés la PdV. En lo referente a este mes de "estad siempre alegres" es un pensamiento que he compartido toda la vida. No concibo un cristiano "triste".
Ya sabes que va a hacer 4 años que falleció mi marido. Cuando nos dieron la noticia de que tenía cáncer lo primero que hicimos fue ir a la iglesia, concretamente a la Capilla del Santísimo, y por supuesto le pedí si era Su voluntad que mi marido se curase; y lo que supliqué fue que al menos nos diese fuerza y alegría para el calvario que se nos venía encima.
Puedo decirte que al año falleció, pero su fuerza y alegría no nos faltó en ningún momento. Y actualmente todavía la siento. Te deseo a ti y a tu familia una Feliz Navidad y que la alegría y fuerza de Jesús este con vosotros todo el año

4.-        qué felicitación más bonita la de acoger el proyecto del Señor en nuestras vidas y estar siempre alegres.
Me encanta esa sensación de vida plena y alegre confiando siempre en el Señor.
Decirte que estoy viviendo este tiempo de adviento con especial atención a las lecturas de cada Eucaristía y luego incluso necesito escuchar más comentarios respecto a las mismas. Es como si necesitase más y lo entendiese ahora de otra forma aplicado a mi vida de forma más práctica...
Respecto a la alegría, decirte que me desgasta mucho en ocasiones hacerla fluir en mi entorno… Los días transcurren y el tiempo pasa, pero me siento en otra frecuencia y eso me da mucha paz interior.
Creo que al final mi proyecto es que el Señor me coloca en el momento justo de quien le puedo hacer falta y de eso me di cuenta el otro día: se me rompió el coche, fui al taller y uno de los mecánicos me empieza a contar un problema con su hijo en el colegio y su relación con su exmujer y me pide consejo…  y me dice que va a pasar un escrito al colegio y que si considero que está correcto. Menos mal que lo leí, Paco, si no, en menudo follón que se hubiese metido; y se lo rectifiqué el domingo. Y así te puedo contar varios episodios que ni los busco: salen a mi encuentro.
Todo ello me hace sentir bien y útil hacia los demás…
Me alegra mucho, como siempre, leerte… Al final no hace falta tanto, Paco: solo tener fe y creer en el proyecto que el Señor tiene preparado para nosotros… Ser feliz no nos debe desgastar tanto; por eso siempre digo que si estás pendiente de lo que te hace feliz, se te va la vida. Hay que estar en el presente y ayudar en el instante


Si quieres leer más experiencias similares, 
de gente de todo el mundo,
puedes encontrarlas “pinchando” AQUÍ
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que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en “comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,
mándamela por correo-e.


lunes, 17 de diciembre de 2018

FELIZ NAVIDAD 2018

¡FELIZ  NAVIDAD!

 

“…el Hijo de Dios viene:
Él quiere ponerse al servicio de la humanidad
para cumplir el proyecto del Padre.
María dice: «He aquí la esclava del Señor»;
y el Hijo de Dios, 
entrando en el mundo dice:
«He aquí que vengo […] a hacer, 
oh Dios, tu voluntad».
La actitud de María refleja plenamente
esta declaración del Hijo de Dios,
que se convierte también en hijo de María.
Así la Virgen se revela
colaboradora perfecta del proyecto de Dios,
y se revela también discípula de su Hijo…
porque con esta respuesta suya
humilde y generosa
ha obtenido la alegría altísima,
y también una gloria altísima.
Mientras admiramos a nuestra Madre
por su respuesta a la llamada y a la misión de Dios,
le pedimos a Ella 
que nos ayude a cada uno de nosotros
a acoger el proyecto de Dios en nuestra vida,
con humildad sincera y generosidad valiente”.

PAPA FRANCISCO, ÁNGELUS
Plaza de San Pedro, Domingo 24 de diciembre de 2017





Este es mi deseo para
UNA SANTA Y FELIZ NAVIDAD.
Lo dirijo con afecto a ti,
a tus familiares, a todos,
en particular si hubiera alguno enfermo o que sufre.


 
Y como regalo que acompañe esta felicitación, a mitad de mes, (y dado que todavía estamos en el Adviento, cuya segunda parte comienza siempre el 17 de diciembre), además del texto anterior, otro más que nos ayuden a todos a intensificar el vivir la Palabra para que también “se haga carne” en nosotros y así sea auténticamente Navidad:

ALEGRÍA, ORACIÓN Y GRATITUD

…lo que implica concretamente preparar el camino del Señor. …entender el espíritu con el que tiene lugar todo esto, es decir, precisamente, la alegría…
alegría constante: «Estad siempre alegres» (1 Tesalonicenses 5, 16) dice san Pablo. Es decir, permanecer siempre en la alegría, incluso cuando las cosas no van según nuestros deseos; pero está esa alegría profunda que es la paz: también eso es alegría, está dentro. Y la paz es una alegría «a nivel del suelo» pero es una alegría. Las angustias, las dificultades y los sufrimientos atraviesan la vida de cada uno, todos nosotros lo conocemos; y muchas veces, la realidad que nos rodea parece ser inhóspita y árida, parecida al desierto…
este desierto está habitado: «en medio de vosotros está uno a quien no conocéis». Se trata de Jesús, el enviado del Padre… su misión en el mundo consiste en la liberación del pecado y de las esclavitudes personales y sociales que ello produce. Él vino a la tierra para devolver a los hombres la dignidad y la libertad de los hijos de Dios que solo Él puede comunicar y a dar la alegría por esto. La alegría que caracteriza la espera del Mesías se basa en la oración perseverante… Por medio de la oración podemos entrar en una relación estable con Dios, que es la fuente de la verdadera alegría. La alegría del cristiano no se compra, no se puede comprar; viene de la fe y del encuentro con Jesucristo, razón de nuestra felicidad. Y cuanto más enraizados estamos en Cristo, cuanto más cercanos estamos a Jesús, más encontramos la serenidad interior, incluso en medio de las contradicciones cotidianas. Por eso el cristiano, habiendo encontrado a Jesús, no puede ser un profeta de desventura, sino un testigo y un heraldo de alegría. Una alegría a compartir con los demás; una alegría contagiosa que hace menos fatigoso el camino de la vida.
…un amor agradecido con Dios. Él, de hecho, es muy generoso con nosotros y nosotros estamos invitados a reconocer siempre sus beneficios, su amor misericordioso, su paciencia y bondad, viviendo así en un incesante agradecimiento.
Alegría, oración y gratitud son tres comportamientos que nos preparan para vivir la Navidad de un modo auténtico. Alegría, oración y gratitud. Digamos todos juntos: alegría, oración y gratitud [la gente en la plaza repite] ¡Otra vez! [repiten]. En esta última parte del tiempo de Adviento, nos confiamos a la materna intercesión de la Virgen María. Ella es «causa de nuestra alegría», no solo porque ha procreado a Jesús, sino porque nos refiere continuamente a Él.

PAPA FRANCISCO, ÁNGELUS

Plaza de San Pedro
Domingo 17 de diciembre de 2017






domingo, 16 de diciembre de 2018

ALEGRES PORQUE EL SEÑOR ESTÁ CERCA

VIDA DE LA PALABRA                  primeras semanas DICIEMBRE

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de diciembre («Estad siempre alegres en el Señor», Flp 4, 4):

1.-        La PdV de este mes ofrece muchas oportunidades: “¡Siempre alegres!”. Me acuerdo a menudo durante el día y procuro tararear (o simplemente imaginar) una canción de agradecimiento al Señor o de Adviento y, aunque esté yo solo, dedicarle una sonrisa.
Un día no sabía yo dónde había puesto todas mis llaves y pasé buscándolas más de media hora (¡tiempo que no tengo!), aprovechando minutos entre unas actividades y otras. Me venía la tentación de enfadarme conmigo mismo, pero trataba que continuamente resonase el “estad siempre alegres”. Encima, me tenía que ir de viaje a mi pueblo… y no las encontraba: “siempre alegres”. Me reía de mí mismo. Y para que se rieran los demás… le pregunté al otro sacerdote, al sacristán, al diácono. Al final, con “la fórmula” de este para encontrar cosas, (rezar a S. Antonio de Padua y dar un donativo para sus pobres), me vino a la mente: “el único sitio de casa y parroquia que no he mirado es la maleta de mano, que ya está en el coche”. ¡Y ahí estaban las dichosas llaves!

2.-        Alguien del grupo de formación de adultos y que, además, viene a charlar-confesar cada mes, me dice: “en la Misa me resulta extraño… estás muy serio; y tú siempre estás muy sonriente, da gusto”. La verdad, se ve que al ser una liturgia, estar rezando y concentrándome en silencio antes, y luego ver en conjunto a la gente, seguramente no estoy con el aspecto sonriente de cuando saludo de cerca o charlo con alguien, (¡que siempre me llena de alegría!), pero los días que me acuerdo de eso, procuro salir de la sacristía más sonriente, (no con sonrisa de “pirao”, ¡eh!).

3.-        En los pasillos del hospital siempre saludo a médicos, enfermeros, limpiadoras... con una sonrisa… y a veces añado un “chascarrillo” del tipo: “con esa sonrisa que acabas de poner, ya me voy creyendo que sean buenos días de verdad” o, cuando me preguntan qué tal estoy, contestó “¡¡muy bien!!, y mejor al verte”, (aunque se lo diga a medio mundo, ¡lo digo de corazón con cada uno!).
            El sábado a una auxiliar le añado: “¿sabes?, todo este mes estamos tratando de vivir una frase del Evangelio, mejor dicho, de S. Pablo, que dice: “«Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Nada os preocupe…»”. Me ha sorprendido la atención y el respeto con el que ha escuchado; y la sonrisa que se le ha puesto a continuación con un “¡¡gracias!!” muy fuerte, que se ve que le salía del corazón.
3b.-      Al rato, a una enfermera le pregunto por su madre, que había estado muy malita. Me cuenta y agradece mucho y le digo que le dé un beso de mi parte. Viéndola agradecida y sonriente, siento la inspiración interior de añadir: “¿sabes?, todo este mes…”. Y le repito exactamente lo mismo que a la anterior. Y noto que esas palabras le calan y, por su expresión, como que le llenan. “¡Pues vamos a ello! ¡¡Gracias!!”, termina diciéndome. Quizá el Adviento, la cercanía de la Navidad… predispone a estas cosas.
3c.-      Un poco después, lo mismo en la habitación de una enferma joven, (no sé si será muy religiosa, pues nunca me ha pedido ni confesar, ni la comunión). Estuvo en la UCI varios días; ahora mejora a ojos vistas.
Después de rezar juntos la oración que ella elija, esa misma mañana le añado también, igual que a las otras: “¿sabes?, todo este mes en muchos lugares del mundo…”. Y con alegría manifiesta (dentro de lo que las cicatrices se lo permiten) dice: “¡cuenta conmigo para ello!”.


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de
diciembre («Estad siempre alegres en el Señor», Flp 4, 4), la de noviembre («Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo», Ap 3, 20) y la de octubre («Pero si sois conducidos por el Espíritu, no estáis bajo la ley», Ga 5, 18):

1.-        “gracias, Paco, por tus experiencias de la PdV de noviembre en el supermercado. Ahora cada vez que voy, me vienen a la cabeza y me ayudan a vivir así. El otro día dejé el ticket del aparcamiento en el coche, al pagar se lo dije a la cajera y lo tuvo en cuenta al darme el ticket de compra, aunque me decía que ella debía recogerlo. Al llegar al coche, la tentación era irme rápidamente, pero Jesús “llamó a la puerta” y me recordó que eso no era amar concretamente al hermano. Le llevé el ticket y, sorprendida, me dio las gracias con una gran sonrisa.
1b.-      ¡Qué verdad es que la alegría del cristiano “es fruto del encuentro personal con Dios en lo profundo del corazóncomo dice la PdV de este mes! Estos últimos días no veía muchos motivos para estar alegre, pero sí que he experimentado intensos momentos de alegría que valen más que todo lo demás, porque sentía al Señor que se manifiesta. Comparto algunos:
Un día por la mañana temprano, cosa no habitual, decido guisar unas piezas de pollo que teníamos en casa, para comer ese día y congelar otra parte. Durante la mañana, como el trabajo no se terminaba, dos personas se iban a quedar a comer para continuar por la tarde; pensaron hacerlo en un bar, ya que viven lejos, con lo que apenas podrían descansar un poco. Enseguida pensé que tenía esa comida y los invité. Fue un rato precioso para conocernos mejor y de relax para todos. Decían que se habían sentido en casa y además el pollo había salido mucho más rico de lo normal. Experimenté una gran alegría porque realmente era el Señor quien había organizado todo

2.-        “…yo tb me acordé mucho de vosotros que estabais en los ejercicios. Recé todos los días por sus frutos y por todos vosotros, ofreciendo esos tres días (que yo hubiera anhelado estar allí y no pude acudir), disfrutando de mis obligaciones aquí como voluntad de Dios que eran!!!…

3.-        “me han gustado mucho las experiencias de este mes. En las pequeñas cosas de cada día, está el Señor presente. Por la mañana voy rezando de camino al trabajo... y aunque parezca que ya el resto del día no me acuerde del Señor.... intento trabajar con alegría saludando a las compañeras y queriéndolas tal y como son. Al final del día... cansada pero con la satisfacción de haber vivido el día con amor y alegría

4.-        “cómo fueron los Ejercicios Espirituales? Imagino que llenos del Espíritu de Dios!!!
            Después de 19, casi 20, años de lucha, hemos llegado al final de un largo y duro, durísimo caminar, pero colmado y rebosante de la Presencia de Dios!!!!: desde hace ya algunos meses el dolor había vuelto…, augurando nada bueno… o sí…, según se mire, Paco.
…el deterioro de ambas articulaciones ha llevado su curso de forma silenciosa y el mes pasado me daban la ya conocida noticia, pero no deseada: ambas articulaciones están destrozadas... ya no se pueden poner más remiendos... han de poner, en ambas, prótesis; y ambas a la vez en una sola intervención….
            Estoy viviéndolo todo con turbación, pero en una SERENIDAD totalmente desconocida y que ambos sabemos Quién me la está proporcionando 😊
Me siento muy acompañada por quienes estáis entrelazados conmigo de una forma u otra, y, sobre todo, (si me lo permites), mi director espiritual está a la altura de las circunstancias, con delicadeza y atención: al llevar poco tiempo, tenía yo alguna reserva de si él sabría, la cual ha sido disipada por completo, en poco tiempo!!!
Este tiempo de preparación está siendo de gran riqueza espiritual para mí, Paco, la cual en el mes de enero podré tener tiempo para escribirte y compartir, pues ya no trabajaré.
            Si ves algún ratillo en estas semanas donde podamos de palabra por teléfono felicitarnos el Nacimiento que ambos sentiremos en nuestro interior, será estupendo 🤗
El final de cuanto suceda, no sé cuál será…, pero no tengo duda que SERÁ FELIZ!! Las Bienaventuranzas nos lo hacen saber!!



Si quieres leer más experiencias similares, 
de gente de todo el mundo,
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o AQUÍ o también AQUÍ



N.B.: tú también puedes compartir las experiencias
que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en “comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,

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