VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de JULIO
Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando
de llevar a la práctica diaria la Palabra de julio («Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y Yo os daré
descanso», Mt 11,
28) y la de junio («Como el Padre me envió, también yo os envío», Jn 20, 21):
1.- “Sobrecargados”. Así me estoy sintiendo cada mañana al despertar durante
estas semanas que me toca encargarme de todo en Parroquia y hospital. “Venid a
mí…” me he recordado a mí mismo hasta la saciedad. Y, al final, cada día con
Él, he podido ir haciendo (y con sosiego e ilusión todo); sí que es verdad que
dos días, varias llamadas del hospital me han descabalado ya del todo momentos
de atención a la parroquia y a personas concretas, pero he contado con la
comprensión de todos ellos. Pero, también es verdad que, dos días que tenía que
“alejarme” un poco, (fiándome a tope de Él, y rezando para que no llamaran), un
día que comía yo en Madrid y otro que iba a celebrar unas bodas de plata, no sonó
en todo el día el “dichoso” teléfono, (¡el día anterior y el previo hasta 3
veces tuve que ir al hospital para atender a algún agonizante!). Y algo
inesperado: el párroco viene (breve “intermedio” en sus vacaciones-cursillo)
mañana día y medio, que puedo aprovechar (“… Yo os daré descanso…”) para ir con mi madre, cambiar de aires
(¡¡soltar el teléfono 24h de urgencias del hospital!!) y así luego afrontar de
nuevo solo las últimas semanas del mes.
2.- “Tradicionalmente” me
felicitan pocos ese día y esos pocos este año lo hicieron ya muy de noche o en
días sucesivos. El Señor siempre está pendiente de los detalles: me pareció
bonito que el domingo, a la Misa una familia me llevó unas tabletas de
chocolate negro que me entregaron sus peques con un beso y, por otro lado, una
de las beneficiarias del comedor social me regaló dos detalles de calidad.
¡¡Ellos no sabían que ese día era mi aniversario de ordenación!! Lo mismo otros
2 amigos, que en esos días me regalaron, (aparte de otros para mi hermana o
para la parroquia o para el movimiento), dos generosas cantidades de dinero,
que vienen bien para pagar la multa que tuvo un compañero con mi anterior coche
y traspasárselo a él, (¡finalmente accedió!, después de año y medio que lleva
usándolo), aunque tuviera yo que correr con las tasas.
Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando
de llevar a la práctica diaria la Palabra de julio («Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y Yo os daré
descanso», Mt 11,
28), la de junio («Como el Padre me envió, también yo os envío», Jn 20, 21) y la de mayo («Yo
estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo», Mt 28, 20):
1.- “…no podía ser más adecuada esta PdV para este
mes en el que el intenso calor, unido al cansancio acumulado, nos tiene casi
sin fuerzas para seguir adelante. Te confieso que he sentido más que nunca la
tentación de acomodarme y “no meterme en complicaciones”. Menos mal que, por la
gracia de Dios, todos los días he podido acercarme a Jesús y encontrar en Él la
luz y la fuerza para seguir adelante con el compromiso de estar al servicio de
los demás y experimentar que su yugo es ligero y llena el corazón de alegría.
Te cuento brevemente algunos
momentos vividos en estos 15 días:
la señora sudamericana que
viene a casa a ayudar con la limpieza tiene estudios y le gusta mucho hablar de
temas profundos. Estos días sólo me venían ganas de acabar cuanto antes, pero
Jesús me ha dado la capacidad de pararme a hablar con ella con calma y
esforzarme en usar palabras adecuadas, porque a veces, incluso hablando
español, he notado que el lenguaje nos lleva a distintas interpretaciones sobre
lo que queremos decir.
1b.- No hacía demasiado tiempo
que había confesado y me costaba llegar antes a Misa, pero sentía que
necesitaba aprovechar todas las gracias que la Iglesia nos ofrece. Fue
comprobar una vez más que en Jesús, esta vez a través de las palabras de un
ministro suyo, encontraba mi descanso y la luz para seguir el camino día a día.
1c.- El domingo por la mañana
decidí ir a ver a una persona enferma que está en una Residencia fuera de mi
ciudad. Iba a ir sola, que era lo más rápido, pero pensé que mejor podía ir con
otra amiga común que no tiene coche. A la vuelta se clavó algo en la rueda del
coche, logramos llegar a un taller sin que se desinflara del todo. Mientras la
arreglaban, tomamos algo juntas y pudimos compartir muchas cosas: fue un rato
muy agradable. De nuevo experimentaba que Él es mi descanso.
1d.- Un día fue precioso con
Jesús Eucaristía. Había Exposición del Santísimo en la iglesia que entré y me
quedé un rato. En la oración le encomendé muchas personas y muchas situaciones
que me “pesaban”, con calma y nombrando a cada una. Al final, me di cuenta de
que todas esas situaciones no eran mías personalmente, pero sí las había hecho
mías por amor y sentí una profunda alegría, una fuerte presencia de Jesús en mí
que vale más que todo en la vida.
¡Hasta pronto!,
si Dios quiere, nos vemos en la Mariápolis.”
2.- “…aunque tarde pero siempre leo los
mensajes que me mandas. Para mí el verano no es buena época porque paso mucho
tiempo separada de mis niñas, (están en el pueblo, con los abuelos), que me dan
tanta fuerza. Yo, aunque parezca siempre tan tranquila y sonriente, estoy
pasando muy mala época en mi vida y al menos leer esto me hace pensar que no
debo flaquear, aunque cueste. Gracias por todo. Seguiré leyendo tus
mensajes... a ratitos 🙂 ”
3.- “…la semilla que
crecía en la juventud que compartimos en la parroquia y en las Carmelitas,
continúa hoy y la comienzan a vivir nuestras hijas: cada día nos seguimos
asombrando en Dios, ayer nuestra hija pequeña abría la Biblia para que Dios nos
hablara antes de rezar un rosario en familia. Y nos habló de la importancia del
culto a Dios... muy graciosa dijo...: “mira,
justo lo que vamos a hacer...” Las “casualidades” de Dios, porque Dios está
en cada paso... y nos gusta ver cómo desde niños sientes que Dios es el amigo
que siempre te habla.
Decirte que seguimos
tocando la guitarra (y digo “seguimos” porque lo hacemos mi hija mayor y yo...
y mi esposo y la peque cantan). Otro regalo.
Y bueno...
seguimos en grupo aprendiendo en comunidad a orar...
Quería contarte
toda esta vida porque me siento feliz de vivir en el amor de Dios y haber sido
bendecida compartiéndolo en familia... Doy gracias a Dios porque no lo alabo
porque nuestra vida sea un camino de rosas...: mi marido está enfermo del
corazón, a mí se me destruye el hígado como consecuencia de una enfermedad en
la sangre que sufrí hace 15 años y nuestras hijas traen “una mochilita” por la
vivencia del maltrato en orfanatos del país de donde las adoptamos... Doy
gracias a Dios porque en cada paso bueno o malo... siento a Dios y lo comparto
en familia…”
Si quieres leer más experiencias
similares,
de gente de todo el
mundo,
N.B.: tú también
puedes compartir las experiencias
que, por gracia de
Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica
el Evangelio;
“pincha” aquí abajo
en “comentarios” y escríbela;
o, dado que en
algunos navegadores eso no funciona,
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