VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de MAYO
Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando
de practicar la Palabra
de Vida de mayo («Pero Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó,
estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho revivir con Cristo»,
Ef 2, 4-5) y la de abril («Me he hecho todo a todos para salvar a toda
costa a algunos», 1
Cor 9, 22):
1.- Estos días ando un poco falto de sueño, (a lo cual hay que añadir el
antihistamínico, que también lo provoca; la alergia primaveral; etc.), por lo
que no son raros mis despistes, p.ej., el confundir en una frase una palabra
por otra. Así que, ¡me vienen bien esas buenas curas de humildad contra mi
perfeccionismo! Pero, además, he palpado cómo Dios Padre es misericordioso
conmigo incluso en estas cosas: uno de estos días, un par de distracciones en
el trabajo… y…; pero quien se ha dado cuenta, no lo ha hecho pesar sobre mí,
(tampoco es que esas cosas hayan tenido mayores consecuencias, gracias a Dios),
a través de lo cual he notado esos detalles de amor del Señor.
Ese mismo día, también un compañero tuvo un despiste que, unido a dos
fatalidades sin culpa de nadie, estuvieron a punto de dejarme electrocutado. En
primer lugar, agradecí al Ángel de la Guarda (me “salvó” una cosilla que nunca
hago, pero esta vez sí) y a Dios que lo pone a nuestro lado, y a la Virgen en
su mes (y víspera de fiesta suya); en segundo lugar, al día siguiente lo
comenté con ese compañero, simplemente como cosa anecdótica y riéndome, (esperando
no haber hecho pesar tampoco sobre él nada).
2.- Uno de los modos que se nos sugirió para vivir la PdV del mes era ser
misericordioso también en los juicios que se forja la mente: evitar prejuicios,
por tanto. Me ha ayudado mucho.
Un día, realizando varias tareas, me venía la tentación del prejuicio de
que “ya me podían ayudar”, pero la evité, pensando además que los otros
seguramente estarían realizando lo que era Voluntad de Dios para ellos. Así que
realicé eso con todo el corazón y noté cómo crecía la alegría cuanto más me
cansaba; como era trabajo “manual” y un poco mecánico, aproveché y me puse en
el móvil el rezo del Rosario, con lo cual me ayudó más aún, (también, pensando cómo
María, -Madre de Dios y, a la vez, ama de casa-, realizaba las tareas en favor
de José y Jesús).
Otro de los días, no encontraba yo una cosa. Después de haberla
buscado por todas partes, me quería venir el prejuicio de que alguien se la
“hubiera apropiado”; trataba yo de rechazar ese pensamiento. Después de mucho,
ya le pregunto a uno de los compañeros. Sin expresarlo en voz alta, todo hacía
“sospechar” más de aquel alguien. Pero seguía rechazando yo ese
prejuicio-tentación. Finalmente, tratando de recordar todo paso por paso la
última vez que vi eso, pude seguir la pista y todo se aclaró. ¡Menos mal que no
cedí ante los prejuicios que me venían!: me hubiera equivocada totalmente.
Algunas de vuestras EXPERIENCIAS tratando
de llevar a la vida diaria la Palabra
de mayo («Pero Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó,
estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho revivir con Cristo»,
Ef 2, 4-5), la de abril («Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos», 1 Cor 9, 22) y la del mes de marzo («El que quiera venir en pos
de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga», Mc 8, 34):
1.- “…estoy contenta.
Mi situación cambió: ya no voy a la capital a cuidar a mi enferma; pensamos que
la cuidadora de la tarde se podía quedar todo el día,
(su situación era difícil y no tenía otro ingreso). Pero Jesús me cuida, (de un
modo, yo siento que especial); después de aceptar esta nueva situación, llego a
mi casa y… ¡me llaman para empezar a cuidar a una anciana… en mi mismo pueblo!:
no tengo que madrugar tanto, puedo hacer las cosas
en mi casa antes de ir a la
suya, no tengo que levantar cosas pesadas... Esta persona es muy vulnerable,
(está empezando a perder sus recuerdos), pero me aceptó con cariño: habían
probado con dos personas antes y las rechazó. Ya somos amigas, (me echa de
menos los domingos): solo trato de que todo lo que le hago es un “por Ti, Jesús”.
Gracias, Paco, por
las experiencias que nos ponen en lo divino…”
2.- “…gracias por seguir
mandándome la Palabra aunque haya estado descuidada de responderte! No por eso
he estado al margen: cada día me ha inspirado y ayudado en los malos momentos.
He pasado por una mala racha: en el trabajo, en casa,
la familia, todo se ha juntado…, a veces se toca fondo, pero el AMOR
afortunadamente “te salvaaa” cuando actúas con Amor y humildad… Es lo que mantiene
tus principios como persona y de corazón… Cada vez estoy más convencida de ese
Amor Misericordioso que es el que hay que mostrar; hago alusión a la Palabra: «Señor,
Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y
lealtad». Hay que aprender a contenerse en las situaciones difíciles…
Viví una situación difícil en el claustro de
profesores… Pedí
ayuda al grupo para que pidieran por mí, yo era incapaz… Se
venían dando una serie de hechos en general con el alumnado bastante
complicados. Yo he trabajado mucho con esos niños… Poco a poco esa clase se me
fue poniendo en contra, de una manera que no era comprensible, bien alimentado
por los propios compañeros de trabajo, porque quizás “dar Amor y recibir Amor”
no está bien visto, (está bien visto “quién puede más”). Ante esos hechos entre
otros, no me podía callar. Yo trato de llevarme bien con todo el mundo y es
más, en la medida de lo posible, medio para unir… Cuando las cosas te vienen,
tampoco puedes huir, quería hablar, pero le pedí a Dios que tuviera la
suficiente capacidad para hacerlo con humildad, sin ofender a nadie, ni atacar,
aunque fuera ofendida y atacada, (como así fue). Por supuesto no correspondí
con las mismas formas: antepuse el AMOR, el Amor que siento hacia mi trabajo…,
hacia los niños… Como muy bien dice la Palabra, no hay que dejarse guiar por la
ira, ni castigar utilizando las mismas armas, hay que creer en el Amor que es
posible, que da la vida, que representa la humildad y la paciencia, que repara
las situaciones de dolor y que sale sin más como una necesidad, ese Amor hace
que seamos testigos y solo con el ejemplo yo siento estar recibiendo Amor,
“descubres que ese es el camino”, hay que enfrentarse a las situaciones que
forman parte de la vida, pero con Amor, cuando eso es así, “te crece el
corazón”, entonces sabes que estás viviendo con intensidad…”
3.- “…hoy he tenido una experiencia que me ha
hecho sentirme instrumento en las manos de Dios, lo que Le agradezco todo
lo que puedo.
Te acuerdas que os comenté que hace unos meses
en una conversación entre tres personas surgió el tema de la Virgen María y
contándoles mis experiencias sobre Su devoción, le sugerí a la chica que estaba
allí, que fuera un miércoles a tal iglesia… para un acto Mariano, consistente
en el rezo del rosario, La Eucaristía y posteriormente una hora Santa, (es decir,
dos horas de oración). Posteriormente, me comentó que lo hizo por compromiso y
que no se imaginaba el poder aguantar tanto tiempo encerrada en una iglesia,
pero que nada más llegar allí, se sintió invadida por la necesidad de darle
gracias a la Virgen por haberla llevado y que su vida cambió por
completo a partir de ese momento.
Pues bien, hoy me ha comentado que le han
diagnosticado un carcinoma de útero y que la operan dentro de pocos días, pero
que se ha puesto en manos de la Virgen y que no puede explicar la aceptación y
la paz interior que le invade, que es ella la que tranquiliza al marido
por la serenidad que está viviendo desde que fue al médico y que es consciente
que es Ella, (la Virgen), la que está guiando su vida en todo momento…”
Si quieres leer más experiencias
similares,
de gente de todo el mundo,
N.B.: tú también
puedes compartir las experiencias que, por gracia de Dios, hayas podido
realizar poniendo en práctica el Evangelio; “pincha” aquí abajo en
“comentarios” y escríbela.
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