VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de diciembre
Alguna de mis
EXPERIENCIAS tratando de vivir la Palabra de vida de diciembre (“el
Señor os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos”):
1.- Todo el fin de semana hemos realizado el Retiro Espiritual de
Adviento en el Centro Mariápolis: esta vez han venido de Málaga, Cádiz, Barcelona, Toledo, Madrid... Siempre un
reto cada vez: en 3 días hacer que encuentren unión con Dios y crear comunidad,
familia, entre personas que no se conocen; favorecer que Jesús nazca en cada
uno de ellos (silencio, contemplación, oración, recogimiento…) y en medio de
todos
(momentos para la palabra, -"si alguno toma la palabra, hable
palabra de Dios"-, comunión recíproca, comunicación fraterna): más difícil
por el riesgo de dispersión, pero muchísimo más fructuoso encauzado hacia Dios.
Es un darnos todos los instantes del día: ¡nosotros acabamos agotados y felices! Pero ha sido
también un recibir: cada uno ha sido un don. Además, se ha reflejado en un
detalle: nos han regalado (preciosamente envuelto) un juego de tazas grandes de
desayuno (algunos estuvieron una tarde tomando café en casa y se percataron que
teníamos pocas, y esas pocas estaban algunas sin asa o desportilladas) y unas cajas de dulces.
Y ese “rebosar” de amor mutuo (además de la sonrisa plena
de todos y cada uno), se reflejaba también en todas sus impresiones; reseño
sólo algunas: “estos Ejercicios son un remanso de paz para el espíritu y una
oportunidad para ponerte en contacto íntimo con Dios, comprometiéndote a ser
evangelio vivo que dé Luz al mundo…”; “…gracias por ayudarme a serenar el alma
y a reconocer a Jesús en cada uno de mis semejantes. Estoy seguro de que,
después de estos días, todo tendrá otro color y sonreiré cada vez que tenga un
encuentro o un recuerdo con los hermanos. Nunca olvidaré la paciencia, la
bondad y la sonrisa de José…”, "… me ha gustado la manera de compartir las
experiencias de todos y, sobre todo, que para mí ha sido un aligerar el equipaje,
con lo cual me marcho ligera y llena de alegría…", "espero
volver pronto a esta casa que siento también como algo mía…", "me han impactado las meditaciones que nos habéis dado; han vaciado mi yo para introducirme al Señor Dios en lo más profundo de mi corazón".
volver pronto a esta casa que siento también como algo mía…", "me han impactado las meditaciones que nos habéis dado; han vaciado mi yo para introducirme al Señor Dios en lo más profundo de mi corazón".
La alegría que experimentábamos todos (ellos y nosotros)
al final, sin duda era también fruto de ese "rebosar de amor mutuo y a
todos".
Y una ulterior confirmación. Hoy me llegó este correo: “Hacía
mucho tiempo que no asistía a un retiro y menos de este estilo: ha sido un
regalo de Dios que ha inundado mi corazón de su presencia y ha despertado en mí
el amor a todos.
Ya no me puedo dirigir a
Dios si no lo hago con mis hermanos. ¡Gracias por lo que me habéis enriquecido!”.
2.- Ayer venían dos personas a hablar conmigo: no había muchos
otros huecos durante estos días, nada más que el rato en que voy a hacer la
compra semanal. Dispuestos, pues, a mantenernos con lo que había. Pero…
"amor mutuo" y… ¡rebosante!: han llegado por un lado y por otro con
compras hechas. Providencia de Dios; bondad de dos personas. "El Verbo se
hizo carne, y acampó entre nosotros". Realidad esta, también renovada por
el amor mutuo "donde dos o más…" Verdadero Adviento que promete
Navidad.
Algunas
de vuestras
EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de este mes y de noviembre (“”)::
1.- “…acabo de leer tu mensaje que siempre es un masaje para el
corazón y un estímulo para la
acción cristiana en todos los momentos de nuestra
vida.
Hoy como anillo al dedo, pues la estoy leyendo y
meditando desde una cama del hospital, esperando me lleven a quirófano.
Algo sencillo, una hernia inguinal. Pero estaría mejor en mi casa viendo el telediario
o arrullando a mi último nieto de 4 meses.
Las molestias las ofrezco por aquellos que no creen. Así,
este pequeño sufrimiento se hace positivo colgándolo del verdadero sacrificio
redentor de Cristo en la cruz.
En estos momentos, cuando se complica recibir la
Eucaristía, se aprecia tal gracia recibida otras veces sin suficiente devoción
y agradecimiento. Sin embargo, La Palabra también es pan y cuerpo de Cristo. De
tal manera la quiero recibir con profunda devoción y conciencia: es Cristo que
viene siempre a nuestro encuentro. Hoy, por medio de la Palabra de vida que me
mandaste…”
2.- “…ahora
mismo vengo d Madrid d solucionar unos papeles d mi hijo, donde gracias a Dios
todo se ha solucionado y va x vía bien. Así, dando gracias a Dios, ya q los
milagros existen y lo acabo d ver: x eso jamás m cansaré d dar gracias a Dios.
Así que, alegría compartirlo contigo. GRACIAS x estar ahí…”
3.- “ …acerca de la PdV de este mes, (sin extenderme mucho,
que ya me conocéis), viví en mi propia carne ese rebosar amor, y además era
hacia mí!!! He tenido unas semanas difíciles: a veces con los demás no es fácil;
hay diferencias de edad acusadas, y a veces chirrían; además uno va creciendo
en su relación con el Señor y a veces hay distorsiones. El domingo pasado
una
persona muy especial quedó conmigo para tomar café y hablar de compartir
experiencias. No dejó de hacerme sentir bien, me hizo partícipe de sus
vivencias, me dio confianza, rebosó amor y además pudiendo estar haciendo otras
cosas decidió estar conmigo. ¡Qué bonito es experimentar cómo la Palabra del
Señor puede vivirse, puede hacerse carne!, ¡qué afortunados por ese don que
Dios dio a Chiara y qué bello que ella lo compartiera!...”
4.- “…ya por fin ha recibido el sacramento de
la Confirmación mi marido este fin de semana. El Espíritu Santo ha echado horas
extras porque ha sido increíble, sobre todo en los adultos, cómo el grupo iba
aumentando a lo largo del año.
Yo, como
madrina de mi marido, te puedo decir que lo he vivido con mucha alegría y mucha
Fe. El viernes fue la Vigilia y nosotros, ¡cómo no!, fuimos en familia: con los
testimonios
de los chicos y de los adultos te das cuenta que el Señor hace
maravillas. Y doy las gracias por ello.
Y qué te
voy a decir del confirmando: lo vivió también con mucha Fe y la catequesis que
ha recibido a lo largo de todo el año le ha hecho conocer más al Señor. Y se le
veía contento. Dice que se alegra de haberse confirmado de adulto…”
5.- “…la lotería. No nos damos cuenta de que ya nos ha tocado.
“El premio Gordo” ya lo
tenemos. Podemos disfrutar de Él todos los días, especialmente en la
Eucaristía.
No nos lo creemos, no lo
valoramos. En el fondo, nada ha cambiado. Seguimos esperando “otro premio”.
Volveremos a jugar...
Nuevamente nos tocará. No nos enteraremos.
Le dejaremos pasar.
No le querremos.
¿Tal vez no? ¿Tal vez esta
Navidad será verdad? ¿Dejaremos que nos toque el corazón y nos haga cambiar?
¡Qué emoción! Falta poco
para el veintidós. ¿Me tocará a mí esta vez?:
Escucha bien, entérate
Ya te ha tocado
Ya te ha mirado
No hace falta que esperes
Hace tiempo que está a tu lado
Ten Fe, créelo, vívelo.
Eso, sí, recuérdalo:
Ni debajo de la mesa
Ni escondido en un cajón
El premio no es sólo para ti
Vívelo, siéntelo
Pero después
Transmítelo, compártelo,
¡Suerte con la Lotería! ”
Si quieres leer experiencias concretas
sobre la Palabra de Vida de este mes,
de gente de todo el mundo,
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