sábado, 15 de febrero de 2025

DISCERNIR PARA DECIDIR

Te ofrezco a continuación, unos textos (y experiencias) que nos ayuden a que no se escape el mes más corto sin intensificar a fondo el que “la Palabra nos viva” («Examinadlo todo y quedaos con lo bueno», 1 Ts 5, 21):

 


 

VIVIR EN LA PRESENCIA DE DIOS 

Una eternidad necesitaré para agradecer esa Presencia fiel. ¿Hay algo en la vida de un niño que le haga más fuerte y dichoso que la mirada feliz de sus padres? ¿Pero tendré que "hacerme cono niño" para advertir esa mirada de Dios?

P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 12 febrero 2025

 

 

 

SABER DISCERNIR PARA DECIDIR BIEN

El discernimiento es un acto importante que concierne a todos, porque las elecciones son una parte esencial de la vida. Discernir las decisiones. Uno elige la comida, la ropa, un curso de estudio, un trabajo, una relación. En todos ellos se realiza un proyecto de vida, y también se concreta nuestra relación con Dios.

En el Evangelio, Jesús habla del discernimiento con imágenes tomadas de la vida ordinaria; por ejemplo, describe al pescador que selecciona los peces buenos y descarta los malos; o al mercader que sabe identificar, entre muchas perlas, la de mayor valor. O el que, arando un campo, encuentra algo que resulta ser un tesoro (cf. Mt 13,44-48).

A la luz de estos ejemplos, el discernimiento se presenta como un ejercicio de inteligencia, y también de habilidad y también de voluntad, para aprovechar el momento favorable: son condiciones para hacer una buena elección. Es necesario inteligencia, habilidad y también voluntad para hacer una buena elección. Y también hay un coste necesario para que el discernimiento sea operativo. Para desempeñar su oficio lo mejor posible, el pescador tiene en cuenta la fatiga, las largas noches en el mar y el descarte de una parte de las capturas, aceptando una pérdida de ganancias por el bien de los destinatarios. El comerciante de perlas no duda en gastar todo para comprar esa perla; y lo mismo hace el hombre que ha tropezado con un tesoro. Situaciones inesperadas e imprevistas en las que es imprescindible reconocer la importancia y la urgencia de una decisión que hay que tomar. Cada uno debe tomar sus decisiones; no hay nadie que las tome por nosotros. En un momento determinado los adultos, libres, pueden pedir consejo, pensar, pero la decisión es propia; no se puede decir: “He perdido esto, porque lo ha decidido mi marido, mi mujer, mi hermano”: ¡no! Tienes que decidir tú, todo el mundo tiene que decidir, y por eso es importante saber discernir: para decidir bien, hay que saber discernir.

El Evangelio sugiere otro aspecto importante del discernimiento: implica los afectos. El que ha encontrado el tesoro no siente ninguna dificultad en venderlo todo, tan grande es su alegría (cf. Mt 13,44). El término utilizado por el evangelista Mateo indica una alegría muy especial, que ninguna realidad humana puede dar; y de hecho vuelve a aparecer en muy pocos otros pasajes del Evangelio, todos ellos referidos al encuentro con Dios. Es la alegría de los Magos cuando, tras un largo y penoso viaje, vuelven a ver la estrella (cf. Mt 2,10); es la alegría de las mujeres que regresan del sepulcro vacío tras escuchar el anuncio de la resurrección por parte del ángel (cf. Mt 28,8). Es la alegría de los que han encontrado al Señor. Tomar una bella decisión, una decisión correcta, siempre te lleva a esa alegría final; quizás en el camino tengas que sufrir un poco de incertidumbre, pensar, buscar, pero al final la decisión correcta te beneficia con la alegría. 

PAPA FRANCISCO, Audiencia general de los miércoles, 31 agosto 2022

 

 

 

ACOGER A CADA PERSONA CON AMOR 

Acoger con amabilidad, más allá de que "me caiga" bien o mal. La mente y el corazón saben que la amabilidad es amor gratuito, generativo: Dios no nos ama porque seamos amables; somos amables porque Dios nos ama.

P. MANOLO MORALES, O.S.A., Comentario al Pasapalabra diario 17 febrero 2025


viernes, 14 de febrero de 2025

SABER DISCERNIR

VIDA DE LA PALABRA                   primeras semanas de FEBRERO


Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de febrero («Examinadlo todo y quedaos con lo bueno», 1 Ts 5, 21) y la de enero («¿Crees esto?», Jn 11, 26):

1.-        Participé en una ceremonia en la que mi hermano, como casado, hacia las promesas de entrega a Dios dentro del Movimiento MI.ES. (Misioneros de la Esperanza). Momento muy bonito en el que declaraba su amor por Dios, habiéndose dejado tocar por el del Señor. Emocionado cuando en una de las frases de la fórmula, miró a su esposa allá lejos, pues era un compromiso, a la vez, de ser más todavía un buen esposo y un buen padre: yo también me emocioné viendo eso. ¡Y luego poderle yo dar el primer abrazo, fuerte, apretado, de hermano mayor entre lagrimillas de los dos!

Y en esa misma ceremonia, una seglar célibe emitía sus votos de consagración a Dios, después de 10 años de ir renovando sus promesas: me recordó que mi hermana pequeña también los hizo en junio pasado y al verla allí tocando la guitarra en la ceremonia también me emocionaba.

Todo ello me empujaba con esperanza a vivir yo más y mejor mi entrega.

Así que, todos cantábamos desde lo profundo del alma y con todas las gana una de las canciones de esa ceremonia, parafraseando al profeta Jeremías, (“me has seducido, Señor, y me dejé seducir”):

     Señor, no soy nada
¿Por qué me has llamado?
Has pasado por mi puerta y bien sabes
Que soy pobre y soy débil
¿Por qué te has fijado en mí?

     Me has seducido, Señor
Con tu mirada
Me has hablado al corazón
Y me has querido
Es imposible conocerte
Y no amarte
Me es imposible amarte
Y no seguirte
¡Me has seducido, Señor!

     Señor, hoy tu nombre, suena más que una
Palabra; es tu voz que resuena en mi
Interior, que me habla en silencio
¿Qué quieres que yo haga por ti?

     Señor, yo te sigo, y quiero darte
Lo que me pides, aunque a veces
Me cuesta darlo todo
Tú lo sabes, yo soy tuyo
Camina, Señor, junto a mí

     Me has seducido, Señor
Con tu mirada
Me has hablado al corazón
Y me has querido
Es imposible conocerte
Y no amarte
Me es imposible amarte
Y no seguirte:
¡me has seducido, Señor!

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la de Palabra de Vida de febrero («Examinadlo todo y quedaos con lo bueno», 1 Ts 5, 21), la de enero («¿Crees esto?», Jn 11, 26), la de diciembre («Nada es imposible para Dios», Lc 1, 37):

1.-        “madre mía, Paco, ¡qué bonito todas estas experiencias!; ¡qué bonita, como  siempre, la palabra de vida de febrero!: el leer todo esto me da esa fuerza y ánimo para decir “yo también tengo que vivir cada momento presente con este ‘sí, creo’”. Muchas gracias por todo, tenemos Jesús en medio.

 

2.-        “…hace unos días fue mi cumpleaños; había quedado con las de Cáritas a tomar café. Se me hizo un poco tarde, aunque  me levanté pronto para hacer las galletas. Iba a llevar el coche porque iba muy cargada; no voy a encontrar sitio para aparcar y en un segundo me vino a la mente: “si me fío del Señor, encontraré”. Cuando iba llegando me dije: “me sigo fiando” y casi en la puerta veo un sitio, pero se me adelantó otro. “Pero me sigo fiando de Ti, Señor” y ¡a diez pasos hay un sitio buenísimo mejor! Le di las gracias, cogí la bolsa y me fui a Cáritas.

Estuve un rato hablando con la gente mientras me felicitaron, preparé las cosas y estuvimos un rato y estaban felices.

Me fui en el coche a comer con mi hermana y sobrinas, pero por su casa aparcar también es imposible. Me seguí fiando del Señor. Me pasó lo mismo. Yo llevaba la comida porque mi hermana se pone nerviosa y le había dicho que no se preocupara de nada: lo que a ellas les gusta; estaban muy contentas; yo también por todo, aparte del regalo.

Me fui pronto porque tenía la Novena de la Virgen de Lourdes. Estaba muy cansada y me venía a la mente: “quédate en casa”. Pero en seguida reaccioné. Empezó la misa. El párroco dijo una Homilía preciosa. El Evangelio era el mismo que el día que a Bernardette se le apareció la Virgen. Empezó mi mente a estar atenta. También ese día, (Jornada mundial de la persona enferma), se administraba el sacramento de la Unción de enfermos: como casi todos éramos mayores, la recibimos muchos. Para mi sorpresa empecé a sentir algo: era una Paz… y una alegría increíbles… Era feliz como nunca había estado. Cuando me fui, había ya anochecido: desde  que me atracaron, me pongo muy nerviosa, pero me fui tan contenta y feliz, que no me lo podía creer….

 

 

 

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sábado, 1 de febrero de 2025

EXAMINAD Y ESCOGED

 PALABRA DE VIDA                               febrero 2025


«Examinadlo todo

y quedaos con lo bueno»

(1 Ts 5, 21)

 

La Palabra de este mes está tomada de una serie de recomendaciones finales que el apóstol Pablo da a la comunidad de los tesalonicenses: «No extingáis el Espíritu; no despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno. Absteneos de todo género de mal» (1 Ts 5, 19-22). Profecía y discernimiento, diálogo y escucha. Estas son las indicaciones de Pablo a una comunidad que había emprendido hacía poco el camino de la fe.

Entre los variados dones del Espíritu, Pablo estimaba mucho el de la profecía[1]. El profeta no es aquel que prevé el futuro, sino más bien quien tiene el don de ver y entender la historia personal y colectiva desde el punto de vista de Dios.

Pero todos los dones están guiados por el don más grande, la caridad, el amor fraterno (cf. 1 Co 13). Agustín de Hipona afirma que solo la caridad permite discernir qué actitud tomar ante cada situación[2].

 

«Examinadlo todo y quedaos con lo bueno».

 

Hace falta estar en condiciones de mirar no solo los dones personales, sino también el gran potencial y la complejidad de visiones y opiniones que se abren ante nosotros, en aquellas personas que tenemos al lado y con las cuales nos confrontamos, incluso en personas con las que nos cruzamos por casualidad. Es importante mantener con todas la autenticidad del corazón y también ser conscientes de nuestro punto de vista limitado.

Podríamos adoptar esta Palabra de vida como lema en cualquier situación de diálogo y de confrontación. Escuchar al otro, no necesariamente para aceptarlo todo, pero sí sabiendo que es posible encontrar algo bueno en lo que dice, favorece una apertura mental y del corazón. Es hacer el vacío dentro de nosotros por amor y así tener la posibilidad de construir algo juntos.

 

«Examinadlo todo y quedaos con lo bueno».

 

El padre Timothy Radcliffe, uno de los teólogos que participaron en el Sínodo de los Obispos de la Iglesia Católica, ha afirmado que «lo más valiente que podemos hacer en este sínodo es ser sinceros entre nosotros respecto a nuestras dudas y preguntas, aquellas para las que no tenemos respuestas claras. Entonces nos acercaremos como compañeros de búsqueda y mendigos de la verdad»[3].

En una charla con focolarinos, Margaret Karram comentó así esta reflexión: «Pensando en ello, me he dado cuenta de que muchas veces no he tenido el valor de decir verdaderamente lo que pensaba: quizá por temor a no ser entendida, o tal vez para no decir algo completamente distinto de la opinión de la mayoría. He entendido que ser “mendigos de la verdad” significa tener los unos con los otros esa actitud de proximidad en la que todos queremos lo que Dios quiere, en la que todos juntos buscamos el bien»[4].

 

«Examinadlo todo y quedaos con lo bueno».

 

Es la experiencia de Antía, que participa en el grupo de artes escénicas Mosaico, nacido en España en 2017 como Gen Rosso Local Project. Está compuesto por jóvenes que ofrecen su experiencia de fraternidad a través de su arte y de sus talleres. Antía nos cuenta: «Es la conexión con mis valores: un mundo fraterno, dando cada uno (sea muy joven, inexperta, vulnerable…) su aportación a este proyecto. Mosaico me hace tener fe en que un mundo más unido no es una utopía, a pesar de las dificultades y el gran trabajo que conlleva. He crecido trabajando en equipo, con un diálogo brutal y renunciando a esas ideas mías que consideraba las mejores. Y es que “lo bueno” se construye pieza a pieza entre todos»[5].

 

 

PATRIZIA MAZZOLA y el equipo de la Palabra de vida



[1] Cf. Juan Pablo II, Audiencia general, 24-6-1992, n. 7.

[2] Agustín de Hipona, Ep. Jo., 7, 8.

[3] T. Radcliffe, Meditazione n. 3, Amicizia, Sinodo dei Vescovi, Sacrofano 2-10-2023.

[4] M. Karram (presidenta del Movimiento de los Focolares), Charla con los focolarinos, Rocca di Papa 3-2-2024.

[5] Mosaico GRPL forma parte del proyecto Fuertes sin violencia, que organiza talleres multidisciplinares con jóvenes durante tres días, procurando transmitir valores como la no-violencia, la paz y el diálogo a través del arte. Cf. revista LAR, n. 1, Primavera 2024, p. 11.

viernes, 31 de enero de 2025

CREER EN JESÚS QUE ORÓ POR LA UNIDAD

 VIDA DE LA PALABRA                  últimas semanas de ENERO

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de enero («¿Crees esto, Jn 11, 26) y la de diciembre, («Nada es imposible para Dios», Lc 1, 37):

1.-        La PdV del mes me venía en mente y corazón muy a menudo: cada vez que había una situación o una conversación algo compleja, yo le pedía al Señor, y, en seguida, era como si Él me preguntara… “pero… ¿crees esto?”. Y era un contestar “sí” en cada una de las situaciones.

P.ej. con una persona que no veo fácil resolución, “sí, creo; me fio de Ti”;

al acabar la oración por la unidad cada uno de los días, “ídem”;

terminando el retiro internacional de sacerdotes en clima de palpar casi la presencia del Resucitado en medio por el amor recíproco, “¿crees esto?”, “sí”, “y crees que se pueda seguir viviendo así en tu ambiente y en el futuro”, “sí, con tu Gracia, sí”;

ante algunas cosas que se me entrecruzaban en la agenda y le pedía no llegar tarde, “sí, creo; voy a serenarme y termino con paz esto”, y luego los otros se retrasaban y yo llegaba a tiempo, (el lunes la reunión de sacerdotes; el jueves la venida de los de una ong, etc.).

Y, por supuesto, un “gracias” gigantesco en el corazón en cada una de esos momentos.

 

2.-        El martes vino a visitarme a la Parroquia un sacerdote ortodoxo rumano. Llevaba yo tiempo queriendo conocerlo a través de unas amistades en común desde mi anterior parroquia, pero durante estos años no habíamos podido concretar un encuentro. Venía acompañado por ese matrimonio amigo: él, español católico, y ella, ortodoxa rumana, (aunque colabora muchísimo con mi parroquia anterior y acompaña a menudo a su madre y a su hermana a la iglesia ortodoxa).

Les enseñé mi parroquia y les expliqué las vidrieras y, a la vez, íbamos intercalando conocimientos de la historia de las respectivas tradiciones o de tantos momentos de la historia (sobre todo del primer milenio) que tanto nos unen.

Después en nuestro despacho parroquial, le mostré una pequeña colección que había de iconos, muchos de ellos ortodoxos, que él fue comentando y explicando detalles que yo desconocía.

Una de las señoras que nos ayudan en el despacho, luego me escribió contenta por whatsapp: “ha sido superinteresante escucharos".

2b.-     Después les invité a tomar un café y fuimos a la pastelería que bendije hará un mes, y que está regentada precisamente por una rumana ortodoxa.

Ya servidos los cafés, antes de empezar, le pedí al sacerdote que hiciera una oración y bendijera a la dueña. Decía él: “jamás me hubiera imaginado que un cura católico me presentara a una ortodoxa”.  Cuando no había clientes en la barra o en el mostrador, yo hacía seña a la dueña que de nuevo se viniera a la mesa: estaba feliz de estos invitados.

Los 5 charlamos animadamente de cómo vivimos la fe y detalles que unos tenemos y otros no. La historia de algún santo ortodoxo, como S. Arseni. O la historia de alguno católico, y de otros que todavía no han sido así declarados, (muy recientes), como el Card. vietnamita Van Thuan o el Card. Miloslav Vlk de Praga (“de limpiacristales a arzobispo”), pues hablábamos de los tiempos de persecución en esos países de Europa Oriental donde no preguntaban si unos eran católicos y otros ortodoxos, sino que simplemente se les perseguía o martirizaba por mantener la fe en Jesucristo, por ser cristianos.

Yo concluía diciendo y todos asentían: “cuanto más cerca estemos de Cristo, más cerca estaremos entre nosotros y entre nuestras iglesias; cuando más vivamos el evangelio, que se resume en amar, más cerca estaremos entre nosotros y entre nuestras iglesias”. Y el pope ortodoxo corroboraba: “lo que ha faltado entre nuestras iglesias en la historia ha sido precisamente amor”.

Fue una rato precioso entre 2 católicos y 3 ortodoxos, (aunque una vive la fe más con los católicos); entre 2 sacerdotes y 3 laicos. Uno de los que le acompañaban a él luego me escribía: “Paco, la verdad que ha sido todo muy bonito, estos momentos son los que quedan en el corazón”.

2c.-      Ayer jueves les he devuelvo yo la visita para conocer la nave que tienen adaptada como iglesia ortodoxa: preciosamente cuidada en su interior y con multitud de iconos interesantes. Yo escuchaba con gusto todo lo que el pope, con más gusto aún, me iba explicando sobre esos iconos y sobre la liturgia ortodoxa. Y luego el ratito del café, igualmente fraterno: ¡con ganas de volver a encontrarnos en otros momentos y seguir la conversación!

2d.-     Todo ello me hacía recordar la ceremonia del sábado pasado en la catedral de la Almudena, celebración con la que se clausuraba en la diócesis de Madrid el Octavario de Oración por la Unidad de todas las Iglesias y comunidades eclesiales cristianas: fue una hora y media que realmente elevaba. Presidió la oración el Cardenal de Madrid y, junto a él, sacerdotes o pastores o representantes de distintas denominaciones cristianas.

“Nos haces uno en ti”, decía la letra del canto inicial “Siempre en Ti”, del grupo internacional Gen Verde. Y luego, mientras una catedral repleta de cristianos de distintas confesiones cantaba el “Ven, Espíritu, ven”, (de Marco Barrientos), un sacerdote iba intercalando oraciones preparadas e improvisadas, pero muy inspiradas unas y otras, que elevaban el alma a todos. El evangelio proclamado, Jn 11, en que Jesús pregunta “¿Crees esto?” (lema del Octavario y, también, Palabra de Vida que estamos tratando de practicar este mes), nos hacía decir con esperanza un “sí, creo”, no solo al recitar todos juntos el credo de Nicea en su 1700 aniversario, sino también sí creo que la unidad que Cristo pide al Padre se realizará algún día, aunque pasen decenios o siglos, porque lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. ¡Porque Jesús lo pidió y lo sigue pidiendo al Padre!

 

 

Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la de Palabra de Vida de Vida de enero («¿Crees esto, Jn 11, 26), la de diciembre («Nada es imposible para Dios», Lc 1, 37) y la de noviembre («Esta viuda, en cambio, ha echado todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir», Mc 12, 44):

1.-        muchas gracias, una vez más, por estos correos PdV. Son mi gasolina para mi vida interior. No te desanimes en continuar esta labor que nos ayuda a tantos. Yo ahora vivo en Nueva York, una ciudad que es maravillosa y peligrosa a partes iguales. La Gran Manzana vive a cámara rápida y en distracción constante. Nadie parece que tenga tiempo para Dios. Es una ciudad que “te come”. Por eso es muy importante para mí tener momentos de parar, reflexionar, mirar a Dios y dejar que Él me mire para recordar el propósito real de mi camino. Gracias de nuevo por tu ayuda.

 

2.-        aunque soy parco en palabras y nunca encuentro el tiempo de contestar a todas las misivas que recibo, te tengo que decir que yo voy leyendo tus e-mails con la palabra de vida. Me resultan muy útiles en general, los disfruto para los momentos que tengo libres para obligarme a parar un poco y reflexionar sobre las cosas importantes de la vida: me refuerzan en la tenacidad que uno debe tener a veces para mantenerse en el camino elegido a pesar de todas las cosas que nos rodean y que nos tientan a ir por caminos fáciles y a la larga menos gratificantes. También me ayuda en ese momento de reflexión agradecer a Dios y a mis seres queridos todos los sacrificios que están haciendo por mí. Aprovecho también para darte las gracias a ti.

Me alegra comunicarte que mi familia ha estado visitándonos aquí en Arabia Saudí en Navidad. Gracias a Dios, he podido pasar estas fechas tan señaladas con ellos, son unos días muy importantes para mí, que me traen muchos recuerdos y me alegro mucho de poder estar acompañado por los más queridos.

Aquí hay una comunidad importante y hemos podido asistir a Misa estos días, (cuando las niñas nos lo han permitido)… y, aunque hay misas también en español, me toca ir a la de inglés y ando un poco perdido... Es muy interesante conocer cómo la Iglesia se organiza para llegar a todas las partes del mundo que no son tan favorables como España; me acuerdo de mi tía, que era catequista, y me contaba lo importante que era la labor de los misioneros que hay por el mundo.... ¡Qué valentía tienen y que tenacidad demuestran! y qué gran sacrificio.

 

4.-        después de un largo día viendo sufrir a tu madre, intentando aferrarse a la vida, vida que ya no es vida, pues solo tiene sufrimiento.

Después de un largo día, viendo a tu padre sufriendo al ver a su esposa, en el lecho de muerte, viéndola luchar y sufrir, hora tras hora, minuto a minuto, segundo a segundo. Viviendo en sus carnes ese dolor que parece ese calvario que están viviendo.

Después de un largo día, viendo a mi madre luchar contra la llamada del Señor, y a mi padre intentando tener una esperanza de vida y recuperación de su esposa, para seguir el camino que durante casi 61 años Dios les ha marcado y les ha guiado, para seguir compartiendo buenos y malos momentos con sus seis hijos, sus nueve nietos y sus dos biznietas.

Después de uno,  otro, y otro... día, piensas que, con toda la angustia que llevas en tu alma, y el cansancio que llevas en tu cuerpo, no vas a poder conciliar un sueño reparador, que te dé fuerza para afrontar el siguiente día. 

Pero ahí está ÉL, el que nunca te abandona, el que sufrió un calvario por nosotros, está ÉL, acompañado de su Madre, como yo acompañando a la mía, dándote la PAZ que necesitas. Y te agarras a la Cruz que cuelga de tu cuello, y rezas el Padre Nuestro y el Ave María, y sin darte cuenta ÉL entra en ti, y ELLA te  arropa, y el sueño te envuelve y caes en sus brazos plácidamente, consiguiendo tener la Paz y el descanso para iniciar un nuevo día. 

Mis “catequistas”… me enseñaron que la mejor manera de enseñar el Amor de Dios, es hacer ver a los que te rodean lo que Dios hace en ti.

  

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