VIDA DE LA PALABRA mes de AGOSTO
Alguna de mis
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria, con la Gracia de Dios, la Palabra de Vida de
agosto («Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas», Mt 15, 28) y la de julio («Todo
aquel que dé de beber tan solo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños,
por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa», Mt 10, 42):
1.- La primera semana del mes, en mi pueblo, con mi madre disfrutamos siguiendo
por TRECE TV o YouTube en directo los diversos actos de la JMJ en Lisboa con el
Papa y, la verdad, fueron casi como un retiro espiritual, (que luego se
prolongaba atendiendo a mi madre o paseando despacito con ella), pero con la
alegría y vitalidad de lo que el Papa proponía a los jóvenes del mundo.
Interiormente yo me sentía animado y con ilusión, junto con las fuerzas que se
iban renovando por el descanso y el tener todos los días tiempo para hacer
ejercicio y orar más.
2.- Las vacaciones con la veintena de sacerdotes, como todos los años, una
gozada pudiendo notar la presencia de Jesús en medio de nosotros por el amor
recíproco, tanto en los momentos de oración común, como en los paseos o
haciendo ejercicio, como en las sobremesas. Esos paseos fueron una oportunidad
expresa para anticipar la PdV de septiembre, pues me salía del alma expresar
con palabras o con canciones (“La ley de la vida” o “Gracias, Señor, por tu
amor”, del Gen Rosso; u otras más clásicas “Laudato si”, “Señor, Dios nuestro,
que admirable es tu nombre…”, etc.) y, la verdad, es que mis ojos y mis
pulmones disfrutaban alabando al Creador.
2b.- Estuvimos en San Sebastián, en una casa de espiritualidad desde la cual se
veía muy a lo lejos la playa de la Concha con una imagen monumental del Corazón
de Jesús en el contiguo monte Urkul, la cual veíamos desde el comedor
y desde la terraza, recordándonos el Amor de Dios que nos mira con ilusión en
todo. Luego, además, supimos que detrás de esa imagen había una capillita
con el Santísimo.
2c.- A mí me gustaba salir a esa terraza a leer, ("El poder de la
escucha". Catequesis del Papa Francisco sobre el discernimiento), y rezar
tendiendo mi mirada a lo lejos al mar y a la imagen del Corazón de Jesús y, la
verdad, fueron ratos preciosos, sobre uno de los días de paz inmensa y unión
con Dios, (al igual que otra de las mañanas, después de nadar media hora en el
mar, y pararme a flotar boca arriba un buen rato contemplando serenamente el
cielo y las nubes y sintiendo el agua y el aire). Solo "superados"
por el día que fuimos a Lourdes: allí, ante la gruta en la que la Inmaculada
Concepción se apareció varias veces a Sta. Bernardita en 1854 tuvimos también
un rato de oración que para siempre quedará grabado en mi alma, como si fuera
la mirada sonriente de la Virgen que me cubría y se complacía ante cada
petición que le hacía o ante los silencios interiores con su Hijo, (y que me
duró los siguientes dos días en todo lo que hacía y, ante cada persona, como si
fuera Ella la que a través de mí los mirara con ternura de madre).
Estuvimos también un día en el santuario de la
Virgen de Aránzazu y en Loyola, en cuya basílica y casa natal de San Ignacio,
iniciador de los Ejercicios Espirituales, encomendé esa tarea que yo con
frecuencia hago para que sean de verdad un conocimiento más profundo y sencillo
de Dios, y un motivo de discernimiento no solo para aquellos a quienes hablo.
3.- Desde el día 17 ya en la parroquia, también la PdV de una "fe viva y
operante", como la de la mujer cananea, me inspiraba en las tareas diarias
y en pedir con perseverancia y humildad diversas cosas al Señor, convencido que
ya ha escuchado a la primera, pero requiere de mi constancia y paciencia
Alguna de vuestras
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de Vida de agosto («Mujer,
grande es tu fe; que te suceda como deseas», Mt 15, 28), la de julio («Todo aquel que dé de beber tan solo un vaso
de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no
perderá su recompensa», Mt 10,
42) y la de junio («Alegraos, sed perfectos, animaos; tened un
mismo sentir; vivid en paz, y el Dios de la caridad y de la paz estará con
vosotros», 2 Co 13, 11):
1.- “…Muchas gracias, Paco y todos, por vuestra vida que comunicáis.
Hoy os quiero yo
contar también un par de experiencias de esta semana:
La primera me
recuerda el pasaje del Evangelio que es lema de la JMJ: María se puso en camino
para ayudar a su prima Isabel. Mi hija mayor hace un mes que tuvo una niña, la
tercera. Está muy liada preparando la oposición a la que se va a preparar y
también con montones de ropa para organizar sus vacaciones. Me ofrecí a ir a su
casa varias mañanas. Como aún no puedo conducir por mis operaciones de
cataratas, fui parte del camino andando y parte en autobús. Fue muy bonito
estar a su disposición y estar con mis nietas.
1b.- Otra experiencia
ha sido antes de ayer: mi marido y yo encontramos un grupito de 6
neocatecumenales en Misa de 9:30 en nuestra parroquia. Ellos son muy entregados
y venían a peregrinar y a una misión a nuestra ciudad, de camino a la JMJ. Eran
3 adultos y 3 jóvenes. No llevaban ni dinero, ni móvil: se fiaban de la
providencia y habían dormido a la intemperie. Le dije a mi marido que si quería
los invitábamos a comer a casa. Compramos unos pollos asados y unas tortillas,
hice varias ensaladas y también preparamos helados y café. Cuando mi marido los
trajo a casa, le dijeron que tenían otros 6 compañeros que tampoco tenían nada
para comer, que si podrían llevarse las sobras, en caso de que hubiera. Mi
marido les dijo que se vinieran todos a casa, también una chica de la parroquia
se apuntó. Nosotros ese día solo éramos 5 en casa, ¡así que nos juntamos 17!
Uno de ellos era cocinero y partió genial los pollos. Hubo comida para todos.
Al enterarse de que somos Focolares, les dio mucha alegría. Todo el rato que
estuvieron en casa fue una gran fiesta y una preciosa comunión de experiencias…”.
2.- “…hoy precisamente una
auditoría de calidad de la residencia: ¡no te imaginas qué rollo de papeles!. Algunas cosas están muy
bien el llevar control, pero otras son una perdedera de tiempo..., pero no nos
queda más remedio. El día de hoy desde las 8:45 a 15:30, ofrecido por amor y
esto es lo que cuenta.
La verdad, que mucho trabajo, pero créeme que con
mucha paz tratando de acoger el día a
día como el Señor me lo va poniendo, acogiéndolo como Su voluntad: este es el
gran valor y el único importante estar
siempre acogiendo como amor al Amor que se hace presente con Su gracia y paz.
2b.- Otro gran gozo que te quiero compartir es que
hemos estado haciendo unidad tres personas por un residente que se encuentra
bastante mal y después de una vida... aceptó confesarse, comulgar y recibir la
unción: no te imaginas con qué lucidez y alegría pasó todo el día. Lo bonito en
uno con el que estábamos unidas era un mismo residente para hacerle sentir bien
quiso comulgar y recibir junto la unción, se me ha hecho presente la fuerza y
unión de la oración. De verdad, gracias: el bien de la PdV es viva y eficaz…”.
3.- “…el 1 de Agosto he tenido
literalmente la viva prueba de la PdV de Julio, no sabría elegir un mejor
ejemplo para despedirla y dar comienzo al nuevo mes.
Eran las 12:30 de la mañana, y me encontraba
teletrabajando cuando escuché el timbre. Normalmente estoy en la oficina…, pero
con las vacaciones de verano, solicité quedarme en casa.
Lo primero que pensé fue que eran vendedores o
anunciantes, pues no esperaba ningún paquete ni tampoco visita.
Al abrir la puerta, encontré un hombre con la
cara desencajada y un aspecto desangelado, que me pidió sin más dilación un
vaso de agua. Mi primera reacción fue juzgarlo: su apariencia, su vestimenta y
su cara daban síntomas de haber pasado una vida en la calle y su cara me
transmitió que había sufrido adicciones. Además llevaba una mochila
aparentemente casi vacía y una carpeta.
Motivado por la desconfianza, el miedo, (a los
robos que suele haber en esta época de verano en donde verifican si estás o no
en casa), y la mala espina,
encontré cualquier excusa para cerrar la puerta de forma educada... Su cara
mostró decepción y se dispuso en su ardua tarea de conseguir ese vaso de agua
en las casas colindantes.
Una vez entré de nuevo en casa, me quedé
pensativo, sabía que no estaba orgulloso de lo que había hecho, no sólo de
negarle un vaso de agua en un día caluroso (podría sufrir un golpe de calor),
sino de tener un pensamiento negativo hacia otra persona sin conocer su pasado
y por qué estaba allí.
Al instante entendí que por encima de todos esos
malos prejuicios, fuera o no una mala persona, estaba la PdV que tanto habíamos
orado en Julio. Acto seguido, abrí rápidamente la nevera y encontré una botella
pequeña de una bebida isotónica. Salí corriendo a la calle y allí estaba al
final de la avenida a punto de cruzar en la intersección...
Eché a correr pues no me salía ni un silbido y no
me escuchaba al llamarlo.
Cuando me aproximé, se dio la vuelta, y
tambaleándose sobre sus pasos le di la botella y le aconsejé que buscara una
sombra. Él únicamente dijo “gracias”, eran sinceras, pero su gesto en la cara
seguía indicando algún tipo de sufrimiento pasado y presente.
Hoy me llevo una gran lección, seguir obrando con
las enseñanzas de la palabra de vida, sin buscar excusas ni prejuicios, todos
tenemos que encontrar nuestro camino…”.
4.- “…hacer muchos actos de amor a lo
largo del día, así construyo "puentes" y ayudo a superar las
divisiones, practico el perdón y recomienzo las veces que sean necesarias,
estas son cualidades del amor cristiano.
Así pues, tanto si estoy trabajando como descansando, en
donde esté lo puedo hacer, esas pequeñas cosas que con el amor recíproco puedo
cambiar, alegrar al que tengo a mi lado, todo lo puedo transformar en servicio
pues el amor llama al amor…”.
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