VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de MAYO
Alguna de mis
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de mayo («La paz con vosotros. Como el
Padre me envió, también yo os envío», Jn 20, 21) y la de abril («Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros
también debéis lavaros los pies unos a otros», Jn
13, 14):
1.- El último sábado de abril
tenía varias actividades en lugares diversos: en las afueras de Villalba, final
del “taller de oración”, de 9:00 a 15:30; en Guadarrama, convivencia de primera
confesión con los niños (y sus padres) de 10:00 a 18:00; en Las Matas, ayudar
en el congreso de novios todo el día o al menos la tarde; y, además, Misa de
10:00 en la parroquia y de 17:00 en el hospital.
Yo quería “lavar los pies” a
todos, pero dado que no puedo estar en varios sitios a la vez, se trataba de
distribuirme el mayor tiempo posible en cada uno (naturalmente, había otras personas
responsables que llevaban cada acto) y, mientras estaba en uno, centrarme ahí
en ese momento presente y “olvidarme” de las otras cosas, (es decir, fiarme de
Dios, -¡que Él sí es Dios, y no yo!- y está en todas partes y, si yo me ocupo
de lo que Él quiere, Él se encarga de las otras cosas).
Así que, estuve de 9:00 a 13:45
con el “Taller de oración”, (excepto el “salto” a la Parroquia para la Misa de
10:00 y las previas confesiones); de 14:00 a 16:45 en Guadarrama confesando a
los niños que en mayo están recibiendo su primera Comunión; Misa del hospital
de Villalba a las 17:00; y, luego, congreso de novios en Las Matas donde, al
final, por una falta de comunicación no me esperaban, pero en cambio eso
resultó providencial para un buen número de otras personas que querían
confesarse; al final me dio corte quedarme a cenar allí y me vine a preparar
algo a casa con la serena alegría de haber servido por amor (“lavar los pies”)
a todos en todo momento, también a los que durante esas horas no estaba presencialmente
con ellos.
2.- La semana pasada por querer
“llegar a todo” y cumplir, al final hubo cosas que no salieron según mi estrecha
planificación horaria, (además, toda la semana estaba aquí mi madre conmigo y,
a algunas cosas, me la llevaba de “copiloto”, a su ritmo):
el jueves iba con el tiempo justo y me perdí por varias carreteras en un
camino archiconocido, con lo cual encadené luego las 3 actividades siguientes empezando
tarde cada una (y recortadamente para ir recuperando tiempo);
el viernes intenté ir a celebrar S. Juan de Ávila con todos los
sacerdotes de Madrid, pero como los enfermos en el hospital se “multiplicaron”,
(más alguna llamada telefónica previa), salí tarde hacia allá, me pillaron dos
atascos inmensos y en las mismas puertas de la ciudad, (para nada era
imprescindible mi presencia), me di la vuelta sin llegar (hora y cuarto inútil
de tiempo, gasolina, contaminación y paciencia).
Ambos días, me daba
cuenta que el Señor, como dice la PdV, me daba la paz previamente… ¡y me enviaba!
Pero tenía yo que estar atento a no dejar en mis destinatarios –ni en mi madre-
sensación de estrés, o cansancio, o frustración (por no ser puntual o por
recortar o por no haber llegado…): las personas con las que debía encontrarme
en la tarea siguiente, deberían solo recibir la Paz que Él da, no mis
problemas. ¡Espero que haya podido ser así por su Gracia! ¡Y haber aprendido a
no querer encorsetar tanta actividad!
Alguna de vuestras
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de mayo («La paz con vosotros. Como el
Padre me envió, también yo os envío», Jn 20, 21), la de abril («Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros
también debéis lavaros los pies unos a otros», Jn
13, 14) y la de marzo («Sed compasivos, como vuestro Padre es
compasivo», Lc 6, 36):
1.- “…¡cómo
pasa el tiempo, Paco! Quise escribir alguna de mis vivencias antes de Pascua de
Resurrección y ya ha pasado la mitad del tiempo de preparación a Pentecostés.
Está siendo un periodo intenso y variado en el que muchas veces al día
pongo todo en la misericordia de Dios y vuelvo a empezar, lo más rápidamente
que soy capaz. Así intento no pararme en mí misma, en mis apegos o mis
limitaciones, para dejar que Jesús viva en mí y poder seguir amando a los
hermanos que Él me pone cerca.
La PdV de este mes me está ayudando mucho. No me han sucedido cosas
especialmente dolorosas, pero a veces es fuerte la tentación de dejarme llevar
por “…el cansancio del camino” y sólo
la certeza de que Jesús “…sigue creyendo
en nosotros”, me hace seguir adelante y, en ciertos momentos, experimentar
la paz y la alegría del Resucitado que “...renueva
los corazones y las mentes”. Comparto dos experiencias concretas:
1b.- Tengo una plaza de garaje que no iba a utilizar por
un periodo y un vecino me preguntó si podía usarla mientras estaba vacía (la
suya está fuera del edificio y es más incómodo): me pareció una oportunidad
para compartir y le dije que sí. Hace unas semanas me dijo que, como ya pasaban
unos meses, quería darme algún dinero como alquiler. Justo en esos días me
pregunta una amiga si le alquilo mi garaje, le comento lo de mi vecino y se nos
ocurre que él podría alquilarle el suyo (está más cerca de su casa) y el dinero
que me lo diera a mí. Nos hemos puesto en contacto y así hemos hecho. Para mí
era una alegría constatar que Jesús iba enlazando relaciones de fraternidad que
nos permitían compartir entre nosotros y con personas necesitadas gracias a
este ingreso inesperado.
1c.- Fui a mi ciudad unos días de vacaciones y aproveché
para visitar a varias personas conocidas que viven muy solas. El último día me
quedaban bastantes cosas que quería hacer, pero recordé a una señora que no
había ido a verla; me costó decidirme, pero Jesús me hizo entender que lo
importante era amar. Estuve más de dos horas con ella, me contó mil cosas de su
infancia, de su pueblo, …, al final me dijo que hacía tiempo que no pasaba una
tarde tan buena y yo daba gracias a Dios que me había dado la fuerza de “salir”
de mí misma…”.
2.- “… gracias una vez más por comunicar la vida… os
cuento testimonio mío. Me llegó muy hondo la carta del Papa para vivir la
cuaresma: me apunté cosas fáciles para colaborar como nos pedía él para vivir
por nuestra casa en común. Usar una linterna cada vez que me levanto de noche y
ahorrar encender dos o tres luces. Aprovechar el agua de lavar verduras para
las plantas. Volver a limpiar la cocina al poco de haberla limpiado, ordenar
las sillas, no pensar regular del otro prójimo,...
A un cierto punto, siento que son cosas muy
pequeñas y le dije a Jesús: “piensa Tú”.
Al día siguiente me caí: dos vértebras lumbares afectadas y el coxis. Dolor,
reposo, cambio de vida... Pero me ha servido mucho para ofrecer por lo que el
Papa pedía cada día, por,... Purificarse en S. S. un poco más. Por
encontrar una unión con Dios más profunda. Y adquirir paciencia y humildad al
tener que necesitar ayuda…”.
3.- “… una vez más muchas gracias, un mes fuerte en todos los sentidos, me has
ayudado mucho con todo lo que ibas comunicando; he sentido a la vez mucha
división queriendo mantener mi entrega en el encuentro con cada persona, pues
me repetía a mí misma “eres Tú, Jesús”
y así lo quería verlo y actuar, pero no tardaba mucho en estar actuando y
sintiendo de otra manera, rectificando una o muchas veces, te diré que lo que
más sentía era su paz al verme una y otra vez mirada y buscada con amor.
El triduo Pascual lo he vivido lo más profunda y unida
a Jesús y María y estos días los estoy procurando vivir desde el asombro ¡es verdad ha resucitado!, y vivir
el gozo de Su presencia en medio de nosotros. He tenido algunas contrariedades,
pero su Gracia me ha hecho ver lo que no merece la pena y dejarlo en sus manos
de Padre y mantener la paz…”.
4.- RunXUnity es una carrera mundial de
relevos por la paz y la unidad que se realiza en miles de ciudades del mundo
durante la “Semana mundo unido” y que en Las Matas se hace en forma de carrera
solidaria; aquí los testimonios de esta que algunos habéis mandado:
“… Holaaa!! Pues llegué allí sola, a la primera
persona que vi de organización le pregunté y desde ese momento ya no estuve más
tiempo sola.
Estuve
con una mujer y un hombre, encantadores😊 animando a los corredores e indicándoles el
camino.
Antes de dar las medallas, una chica de unos
14 años, subió al escenario para informar que la carrera la había organizado el
movimiento de focolares que promueven la unidad...
Luego
subió un chico también jovencito y dijo que la "regla de oro" es
"trata a los demás como quieras que te traten"
Saludé a un par de mujeres que conocí en el
centro Mariapolis y me hizo mucha ilusión verlas
Decir que he ido a alguna que otra carrera y
en esta sucedía algo… algo increíble: cómo explicar lo amable, educada, alegre,...
que es la gente que había allí; será porque saben lo que nos dice don Paco?:
que “cuando dos o más se juntan...”…”.
“…Muy bien! Y haciendo muestra del carisma del movimiento en toda regla:
unidad con todos. Cada vez que las familias de “mis” niños especiales van a alguna
actividad de los Focolares, salen emocionados de ver cómo sus hijos son
tratados como uno más. También hubo una categoría de diversidad funcional y
ellos fueron tomados en cuenta por su esfuerzo participando en la carrera con
el resto: maravilloso.
Le agradezco mucho al Padre Paco que nos haya
dado la oportunidad de conocer este movimiento tan especial donde se le da
cabida a todos por igual…”.
Si quieres leer
más experiencias similares,
de gente de
todo el mundo,
N.B.: tú también puedes compartir las experiencias
que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en “comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,
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