martes, 16 de mayo de 2017

ÉL SIEMPRE CON NOSOTROS

VIDA DE LA PALABRA                     primeras semanas de MAYO

Alguna de mis EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de mayo («Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo», Mt 28, 20) y la de abril («Quédate con nosotros, porque atardece», Lc 24, 29):
1.-       El día que mi hermana volaba hacia el Chad, en Misa añadí una petición por los misioneros, "especialmente por mi hermana... que se marcha hoy...". Además de pedir todos, al acabar la Misa una señora muy mayor salió rápidamente y volvió 5 minutos después con un sobrecito: "ya que yo no podría ir de misiones, esto para su hermana". ¡Eran mil euros! Entre otras labores, en la misión tienen un internado con 50 niños de la calle hasta los 17 años y habiéndoles enseñado un trabajo, (a alguno lo han rescatado cuando lo vendían en el mercado); ahora que han dejado de ayudarles desde Alemania, para mí era un signo de la Providencia, una confirmación: “Yo estoy con vosotros”. ¡También con mi hermana, también con esos niños!: ¡Él, a través de gente buena, estará pendiente de ella incluso en lo material, cuánto ni más en lo que de verdad vale y en lo espiritual!

2.-       Mi madre ha venido unos diez días conmigo, (de momento, le gusta la casa y parece contenta). Después de haber vivido yo casi siempre en comunidad, particularmente los últimos 13 años con 4 compañeros, este curso me estaba acostumbrando a vivir solo, por tanto, a no tener que ocuparme de nadie de puertas hacia dentro, (oportunidad de descanso, sí, pero riesgo poco a poco de egoísmo o de rarezas). Al tenerla a ella aquí, es una alegría estar pendiente de no hacer ruido en los ratos de descanso, facilitarle las cosas, recordarle con paciencia aunque ya lo hayamos hablado, estar pendiente de su abundante medicación y de las gotas de sus ojos, estar atento (entre unas tareas y otras abajo en la parroquia) en subir con frecuencia un par de minutillos a la casa, llevármela de “copiloto” a muchas tareas (lo cual supone también ir más despacio, a su ritmo), etc.
Es bonito no sólo vivir para los demás en la Parroquia y en el hospital y en el Centro Mariápolis, sino (como siempre) también en el hogar. Y se nota más que Él está. Y es una preciosa oportunidad (por el amor recíproco) de cumplir las condiciones para que Él realice su promesa “donde dos o más…”.


Alguna de vuestras EXPERIENCIAS tratando de llevar a la práctica diaria la Palabra de mayo («Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo», Mt 28, 20), la de abril («Quédate con nosotros, porque atardece», Lc 24, 29) y la de marzo («¡Reconciliaos con Dios!», 2 Co 5, 20):
1.-        “EL SEÑOR también se ha quedado con nosotros, con mi marido y conmigo: hace pocos días salimos a hacer unas compras y, estando parados ante una rotonda esperando nuestro turno tranquilamente, vino un coche a toda  velocidad y nos dio un golpazo. Desde luego el SEÑOR estuvo allí, porque no nos pasó nada, solamente unos problemillas cervicales. Si nos da una chispita más fuerte non hubiese puesto en el medio de la vía, a merced de los que venían a toda velocidad por nuestra izquierda, y quizás hoy no te lo podría estar contando. Fue un golpe seco por detrás. Paco, ÉL estuvo allí  como con los  que caminaban a EMAÚS.  Yo también  me di cuenta más tarde, como ellos y le di gracias,  como lo hago siempre cada día y a cada momento.
Paco, ¡qué cosas y qué experiencias de fe me mandas!, ¡qué bien se expresan nuestros hermanos! Se ve que el SEÑOR esta con ellos. ¡Qué pequeñita me siento ante esas manifestaciones tan llenas de amor! ¡Qué hermosos ejemplos!: yo quiero llegar algún día a expresarme como ellos y como tú…
…no se me  va a olvidar nunca el día que te conocí: mi alma estaba rota sabiendo que mi madre “se iba”  y fue entrar tú en esa habitación del hospital y sentir un gran alivio. Primero porque se cumplía el deseo de ella, y también el mío. Pues yo no quería  como cristiana, que faltase a mi madre ni un solo requisito para su partida

2.-        “como te había dicho, llegué por la tarde de los Ejercicios: el Señor una vez más ha sido grande por su misericordia, no tengo palabras para poder compartir la experiencia vivida.
Desde que estamos en comunión, una paz fruto de su presencia en medio; y de nuevo ha brotado con toda intensidad la fuerza de querer vivir como lo único importante Su voluntad: solo siento gozo y paz con una fuerza interior que no son de uno, pues a veces siento la tentación de muy lo contrario, pero una y otra vez “¡quédate con nosotros, Señor!”.
Estos días han sido de verdadera gracia, siempre me hace sentir el Señor gran necesidad, por lo que trato de pedir su Gracia. Como lo estoy viviendo en una gran novedad, siento es don: nunca me había sorprendido con tanta fuerza; he sentido que no creo, pues la vida la viviría distinto, pero de nuevo “¡quédate con nosotros!”, el encuentro con Jesús es fascinante, trato de dejarme sorprender en cada persona y acontecimiento, y no han faltado momentos en que solo con Jesús en medio contigo y con todos (aunque sea a distancia) ha sido posible el decir “¡quédate con nosotros que atardece!”; pensado como un posible túnel que acorta nuestra distancia para de nuevo volver a optar por Su voluntad .
Acabo de ver tu nuevo correo… vivirlo como presencia de Jesús Resucitado llena de paz aunque nosotros estemos físicamente agotados .La partida de tu hermana al ser la que está con ella y por tres años ¿ qué es ella religiosa? lo encomiendo y hago  unidad para siempre y en todo se manifieste Su voluntad


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