LA PALABRA DE DIOS, LUZ QUE ILUMINA NUESTROS PASOS
VIDA DE LA PALABRA
Alguna
de mis EXPERIENCIAS,
tratando de vivir la Palabra de vida de febrero (“…habéis pasado de
la muerte a la vida porque amáis a los hermanos…”):
1.- Algunos de los primeros días del mes me
encontraba yo como más “apagado”. Me di cuenta que, ¡precisamente!, la PdV era
la solución. Así que, sobre todo esta semana he estado atento a muchos
detalles: el sábado, por fin me pude sentar a leer en profundidad en casa… y…
oí que la lavadora había acabado; aunque no me tocaba” a mí, fui a tender la
ropa. Esta semana, varias mañanas, aunque voy siempre con el tiempo justo, al
encontrarme vasos y tazas en el fregadero, los lavaba. El lunes me puse a
limpiar el servicio de la planta principal, aunque no preveíamos visitas.
Anoche estaban viendo un partido: les llevé allí la cena (a uno,
"forofo" de un equipo, incluso en platito con su escudo). Etc. Muchas
ocasiones también se me habrán “escapado” cada día, (¡seguro!, por desgracia) y
habrán tenido que ser pacientes conmigo y perdonarme, ¡pero me fío de ese amor
de los hermanos!
¡De verdad: se pasa de "muerte" a Vida (alegría, paz…) si se ama
concretamente!
2.- El anuncio de Benedicto XVI de su renuncia al
ministerio petrino el día 28 al principio me produjo como una congoja interior,
como sensación de orfandad: se me venían casi lágrimas, mezcla de gratitud y de
desconcierto, de pérdida recordando sus magníficas homilías, discursos,
mensajes…: sencillísimos, pero profundos (sólo uno que interioriza, que es
santo, puede conjugar ambas cosas con belleza literaria); auténticamente sabio.
Un continuador de los Padres de la Iglesia (escritores cristianos de los
primeros 7 siglos que unían en sí santidad de vida, ortodoxia y profundidad en
la doctrina y pastoreo cercano de la gente).
Meditándolo luego, me di cuenta de la humildad y la grandeza de ese gesto. Juan
Pablo II por amor a Dios y a la Iglesia, aguantó hasta el último aliento (y el
Card. Ratzinger vio cómo). Benedicto XVI por amor a Dios y a la Iglesia
renuncia al mismo cargo. Mismo amor: cumplir la Voluntad de Dios. Personas
distintas, circunstancias y tiempos diversos. El Espíritu Santo guía a uno y
otro y ahora guiará a la Iglesia en los días de sede vacante y de cónclave.
Casi como eco de Jesús en la Última Cena: "conviene que yo me vaya… vendrá
a vosotros otro Defensor, el Espíritu de la verdad".
El martes, el Evangelio pedía no aferrarse a "tradiciones humanas"
para no olvidar "el mandamiento de Dios"; y la primera lectura
(relato de la Creación), con los 6 días en que Dios hizo todo "bueno"
y al séptimo descansó, enseña a los hombres que hay que trabajar por amor a Dios
y hay que descansar por amor a Dios: teología del trabajo, pero también teología
del descanso. Hace 8 años renunció a su proyectado retiro en su Baviera natal
para leer, estudiar y escribir. Estos 8 años ha guiado y servido, poniéndose
"a tiro" para neutralizar él mismo tantas insidias contra la fe y la
Iglesia. Ahora, después de haberse ganado a pulso el cariño, el afecto y la
admiración hasta de los jóvenes, y hasta de muchos no creyentes, se retira del
cargo que tan bien ha desempeñado dejando, como siempre, la Iglesia en manos de
su Pastor, Cristo el Señor.
De ente todas las que me habéis mandado, he aquí alguna
de vuestras EXPERIENCIAS
habiendo puesto en práctica en cosas concretas y cotidianas la Palabra de vida de febrero (“…habéis pasado de la muerte a la vida porque amáis a los hermanos…”) y la de enero ("...misericordia quiero, no sacrificios"):
1.- “… en una
reunión, formamos pequeños grupos en los que se presentan impresiones sobre el
tema discutido. En un momento, alguien en el grupo bajó su tono de voz y le
pedí que hablara más fuerte porque no oigo bien. Así hizo. Luego hablaron
otros, pero uno, muy flojo. Alguien le recordó que hablara más alto porque yo
no puedo escuchar muy bien. Me quedé agradablemente sorprendido. Me gustó su
gesto y le doy las gracias por ello.
Vi que otra persona no decía nada. Le
pregunté y ella habló algo una vez, dos veces... Tal vez porque yo fui
demasiado insistente. Me dijeron que es bueno el respeto. Cada uno puede tener
preocupaciones, pensamientos, problemas. Me di cuenta de que no siempre están bien
preparados y que el otro tiene derecho a que se respete su silencio. He
aprendido y por ello doy las gracias a esa persona.
¿Cuáles fueron las consecuencias? Cuando
llegué a casa mantuve conversaciones agradables con mi esposa y luego tuvimos
la paciencia para que me contara una película. Y pensé en lo importante de los
gestos pequeños: un gesto de amor se multiplica… ”
2.- "…la PdV de este
mes es muy interpeladora: amar a nuestros hermanos es signo de nuestra nueva
vida, una vida en Cristo. Yo tengo una experiencia vivida durante un sábado: le
pedí al Señor que me permitiera encontrarme con mi "hermano", con el
que sufre, con el que no cuenta, con el "paria"; y durante toda la
jornada me concedió la gracia de que fuera así: en el autobús me senté junto
con un mendigo, en la calle me crucé con varios, en Misa se sentó a mi lado uno
y no dejó de hablar y de moverse (estaba bebido, el pobre). Fue uno de mis
mejores días: poder cruzarme tantas veces con Jesús. Experimenté en mi propia
carne lo que es pasar de la muerte a la vida amando a nuestros hermanos,
¡qué afortunado soy!..."
3.- “…una
experiencia bastante fuerte. Últimamente me pasa que rezo por una persona de la
cual nos preguntamos por qué no viene ya por la parroquia, o cómo lo estará
pasando... Pues bien, el viernes me encontré con un pobre bien lejos de
mi barrio, lo escuché y me contó toda su historia; no le di dinero como pedía
él, pero le dije que rezaría por él (no como para "quitarme el muerto de
encima", sino porque veía que era lo correcto; se lo dije con amor). Y así
lo hice. Cuál fue mi sorpresa cuando al día siguiente aparece por la parroquia:
había estado andando sin rumbo, vio la cruz y entró. Con la boca abierta por
cómo hace las cosas Dios, me puse a poner en práctica la PdV escuchándole,
amándole. Le escuché con alegría, le invité a un café, y -a pesar de no haberle
dado dinero- nos despedimos quedando como amigos. Quería no sólo pasar yo de la
muerte a la vida, sino que también lo hiciera él…”
4.-
“…he llegado a un punto
en mi vida en que tuve la oportunidad y el derecho de jubilarme. Yo podría
hacerlo. Pero después de mucha agitación y oración, ahora veía que Dios tenía
otro plan preparado para mí, esperando que dijese que ''sí'' para otras
misiones que me quieren confiar y en las que voy a tener que poner en juego
todas mis capacidades. Como nos recuerda la Palabra de Vida de este mes, Jesús
me quiere introducir en la aventura del amor cristiano, para pasar de la muerte
espiritual a la vida verdadera…”
5.- “…hemos pasado
de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos”. Teníamos muchísimo
trabajo en mi despacho, cuando viene mi esposa y me dice que ese día está libre
de trabajo y que podíamos hacer limpieza general a fondo. Incluso me pidió que
pasara la aspiradora a toda la casa.
El primer impulso fue seguir con mi trabajo. Después pensé
hacer ese trabajo por amor a ella. Pasé la aspiradora a toda la casa durante
horas, pero en vez de sentir tristeza por el trabajo atrasado, estaba muy feliz…”
6.- “…me da pena no haber rezado más por el Papa, por su persona; comprendo que
ha tenido que sufrir mucho (por responsabilidad) hasta tomar la decisión.
También admiro su humildad: Él,
siendo un gran intelectual…, reconocerse sin fuerzas para llevar a buen término
la misión encomendada…
Me servirá de lección para
incluir al nuevo Papa en mi oración diaria, (no sólo por sus intenciones, sino
por Él mismo)... ”
7.- “…Gracias, Paco, por la PdV y las
experiencias: siempre son bien recibidas.
Estaba por escribirte hace días, después de pasar el encuentro allí en Las
Matas del último fin de semana de enero, pero cuando no era por una cosa luego
por otra, lo iba dejando.
Quería ante todo darte las gracias por
haberme invitado al encuentro de los Focolares: para mí ha sido un encuentro
muy enriquecedor, lleno de espiritualidad, paz y bondad, me ha gustado
muchísimo; la verdad que no encuentro palabras para describirlo. Gracias, mil
gracias... ”
8.- “…estremecidos con la renuncia de nuestro querido Santo
Padre. ¡Qué ejemplo tan maravilloso de abandono en la Divina Providencia y, a
la vez, de inmensa libertad! Estamos rezando mucho por él y por el que vendrá a
sustituirlo.
Tengo que contarte dos cosas maravillosas: la primera, que en noviembre se ha ido al Cielo mi hermana mayor, quien tuvo una larga vida dedicada a Dios y a la Iglesia, y que el Señor la vino a buscar dentro de la celebración de la ordenación de sus alumnos, a quienes ella consideraba sus hijos espirituales. Al recibir ella la comunión, durante esa Santa Misa, "dejó de respirar": esas son las palabras del sobrino que la llevó. Ayúdame a darle Gracias a Dios.
La segunda, es que el día 15 de enero, hemos cumplido nuestros 60 años de matrimonio. Celebramos el aniversario de los 60 años, con una Misa que nos ofició nuestro párroco…”
Tengo que contarte dos cosas maravillosas: la primera, que en noviembre se ha ido al Cielo mi hermana mayor, quien tuvo una larga vida dedicada a Dios y a la Iglesia, y que el Señor la vino a buscar dentro de la celebración de la ordenación de sus alumnos, a quienes ella consideraba sus hijos espirituales. Al recibir ella la comunión, durante esa Santa Misa, "dejó de respirar": esas son las palabras del sobrino que la llevó. Ayúdame a darle Gracias a Dios.
La segunda, es que el día 15 de enero, hemos cumplido nuestros 60 años de matrimonio. Celebramos el aniversario de los 60 años, con una Misa que nos ofició nuestro párroco…”
N.B.: tú también puedes
compartir las experiencias que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio; "pincha" aquí abajo en “comentarios” y
escríbela.
Gracias, Paco: me ha encantado lo que compartes sobre cómo has vivido la noticia de la renuncia. Yo a lo largo de ese día fui sintiendo una profunda alegría interior, y el convencimiento de que hemos presenciado un fuerte soplo del Espíritu. Ahora me siento abrumado por el mar de opiniones que hay, prefiero tan sólo bendecir a Dios.
ResponderEliminarDespués de varios meses se comprueba la humildad de este gran sabio que es Benedicto XVI: dijo que "desaparecía" para el mundo y lo ha cumplido a rajatabla, (aunque se echan de menos su escritos, pero ha dejado un gran legado que debemos seguir leyendo). Dijo que iba a seguir orando por todos nosotros, ¡y seguro que así lo está haciendo, con el gran beneficia que eso sigue suponiendo para la Iglesia y para todo el mundo!
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