Aquí tienes algunos textos que nos ayuden a reforzarnos en vivir concretamente la Palabra del mes («Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas»):
ESPERA EN EL SEÑOR, SÉ FUERTE
En cualquier situación, podemos permanecer firmes en la confianza de que el
Señor está cerca y cuida de nosotros.
Jesús dijo de Sí mismo: “Yo soy el buen pastor.”
El pastor cuida siempre de su rebaño, está atento a cualquier dificultad
que pueda traer incomodidad para sus ovejas. Va en busca de su oveja perdida.
Jesús dice también que da la vida por sus ovejas. Y de hecho Él lo hizo.
Permanezcamos firmes y confiados en todas las promesas que nos hizo: “No os
preocupéis por lo que tenéis para vestir o comer; hasta los cabellos de vuestra
cabeza están contados…”; “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el final
de los tiempos”…; “pedid y os será dado…”.
Sus promesas son innumerables y todas se verifican en nuestra vida cuando
permanecemos en su amor.
APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al Pasapalabra diario, del 16
de abril
ENGENDRAR A CRISTO EN MEDIO DE
NOSOTROS
“Somos perfectos en el amor cuando tenemos al Resucitado en medio de
nosotros. Causa una profunda impresión la frase de San Juan Evangelista: «Si
nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en
nosotros a su plenitud» (1 Jn 4,12).
El amor de Dios en nosotros es perfecto, si nos amamos. Y si nos amamos, el
Resucitado está entre nosotros. En la unidad, con el Resucitado en medio
de nosotros, somos perfectos y, por tanto, santos, es decir, estamos seguros de
que en nuestra vida vamos realizando un Santo Viaje.
Vivamos siempre, por tanto, de manera que el Resucitado resplandezca entre
los hombres. Si nos hacemos uno con los demás, tarde o temprano el amor se hace
recíproco y el Resucitado está en medio de nosotros... Nosotros estamos
llamados a engendrar, como nuestra Madre (María), a Cristo entre los hombres”.
CHIARA LUBICH, La vida un viaje, Ed. Ciudad Nueva pp.67-68
SER PORTADORES DE VIDA Y DE
ESPERANZA.
Hace más de un año que los noticieros solo hablan de estadísticas de muertes
y enfermos. Mi reflexión en esta Pascua fue preguntarme: ¿Cómo puedo ser
portador de vida y esperanza frente a los escenarios de desolación que vemos
todos los días?
La fe en el Resucitado me lleva a ver los hechos con los ojos de Dios.
Él está presente. Por más
que muchos no lo sientan, Dios está en cada enfermo, en cada sufrimiento, en
cada familia en duelo. Está también en cada agente de salud, en cada
científico, en cada cuidador.
En medio del mar revuelto por la tempestad de la pandemia covid-19, Él
viene a nuestro encuentro caminando sobre las aguas y nos dice: “…soy Yo; no
temáis”.
En Jesús resucitado está la soberanía de la vida y de la esperanza. Por lo
tanto, en Él está también la soberanía de la historia, de nuestra historia.
¡Llevemos vida y esperanza a todos!
APOLONIO CARVALHO NASCIMENTO, Comentario al Pasapalabra diario, del 7
de abril
TENER LA CERTEZA DE QUE SOMOS AMADOS
POR DIOS
¿Hay algo más devastador para un niño que privarle del afecto de sus
padres? Ese es el pecado que comete nuestro mundo cuando intenta "relegar
a Dios lejos de sus hijos". ¿Pues no soy yo más hijo de Dios que de mis
propios padres?
P. MANUEL MORALES, o.s.a., Comentario al Pasapalabra diario, del 5
de abril
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