VIDA DE LA PALABRA agosto 2019
Alguna de mis
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de agosto («Porque donde esté vuestro
tesoro, allí estará también vuestro corazón», Lc 12, 34) y la de julio («Gratis lo recibisteis; dadlo gratis», Mt 10,
8):
1.- Del 4 al 11 he podido participar en la 4ª de las Mariápolis europeas en los
Alpes Dolomitas, (unas 600 personas, en cada una de ellas), en los mismos
lugares donde se realizó hace 70 años por primera vez esa “ciudad de María”
temporal y donde hace 60 se realizó con 12.000 personas la última a nivel mundial,
(para empezar al verano siguiente a multiplicarse en cada país).
El objetivo:
contribuir a la unidad de las personas y naciones del viejo continente y
revitalizar las relaciones recíprocas para dar un alma a este continente que
está perdiendo sus raíces.
Más
allá de las dificultades de lenguas y costumbres, era muy bonito entablar trato
con cualquier persona: intentar comprendernos y ayudarnos mutuamente, organizarnos
para los desplazamientos, etc. Todos viviendo por y para todos.
Me
admiró también la bondad y paciencia de los lugareños de esos pintorescos pueblecitos
de montaña. Literalmente “invadidos” durante un mes, ni una mala cara, ni un
pitido de coche, (a pesar de que a veces interrumpíamos las callejuelas).
Marco
de esta convivencia que nos hacía crecer como hermanos, eran las majestuosas
montañas y picos de más de 3.000 m. y los abigarrados bosques de coníferas
apuntando hacia el cielo, como para dirigir mirada, corazón y vida al Dios
creador de tan esplendorosa belleza.
La
excursión a Trento (ciudad del gran Concilio de la Contrarreforma y ciudad
natal de Chiara) invitaba a meternos como protagonistas para seguir
construyendo la historia, ahora desde el carisma de la unidad. “Sería interesante
hacer una historia desde el Concilio trentino a Chiara trentina”, había
augurado Juan Pablo II cuando visitó la ciudad.
Impresionaba
estar en los mismos lugares e iglesitas donde hace 70 años Chiara Lubich y sus
primeras compañeras recibieron esas gracias especiales (y que quizá el próximo
año –centenario del nacimiento de ella– se publicarán íntegras por primera vez,
con el título de “Paraíso ‘49”). Tratábamos
de realizar por el amor recíproco esa misma vivencia también hoy entre nosotros
en las tareas cotidianas, en las diversas actividades y en la conversación con
cada uno: “viaggiare il Paradiso”.
El
último día, (en presencia del alcalde, del arzobispo de Trento y de la
Presidenta y Co-presidente del movimiento), se dedicó una calle del pueblo a
Chiara y luego, en el templo arciprestal de la zona, al acabar la Misa, se
repitió la consagración a María de todos los participantes y de los pueblos y
naciones de todos los que allí estábamos, (similarmente a como se hizo el 22 de
agosto –fiesta de María, Reina de todo lo creado– en 1959 en esa misma
iglesia), en 8 o 10 lenguas, (incluidos árabe y chino).
Con
el alma henchida de paz y gozo, acabábamos con la idea de permanecer en la
sencillez de esa altura espiritual para donárosla por doquier en lo cotidiano a
todos los ambientes y personas que os encontremos.
2.- Muchas
veces me ha venido a la mente durante el mes la frase de la PdV y a veces
también la de su explicación “…necesidad de hacer una opción radical,
definitiva y propia de quien es discípulo de Jesús: Dios Padre es el verdadero
Bien, quien debe ocupar todo el corazón del cristiano. Esta opción exclusiva
conlleva abandonarse con confianza a su Amor. Es una cuestión de libertad: no
dejarnos poseer…”.
P. ej., durante la Mariápolis (y los 3
días previos y posteriores de convivencia con un grupito), a veces me apetecía
ir a mi ritmo, pero luego me adaptaba al gusto, tranquilidad o programa de los
demás;
daba
tentación de “apoderarse” con la vista de aquellas montañas y paisajes, y entonces
le agradecía más a Dios, y me ponía a lo siguiente que tocaba;
quería
meditar varias veces en los mismos lugares en los que Chiara Lubich recibió
esas Gracias, pero había que acompañar a alguien, traducir, etc… y era el modo
de sentirse libre hasta de las cosas bonitas, hasta de las que pueden conducir
a lo sagrado… para tener el corazón en solo Dios, (ni siquiera en las cosas de
Dios);
o unos
días que he podido estar con mi madre y mi hermana en un piso que me han
prestado al lado de donde vive otra de mis hermanas, frente al mar (me encanta
nadar en la orilla al poco de amanecer y al atardecer), y contemplar, y
procuraba no quedarme en ello, sino en Dios, que es quien nos presta la
creación y pone personas buenas a nuestro lado.
Alguna de vuestras
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de agosto («Porque donde esté vuestro
tesoro, allí estará también vuestro corazón», Lc 12, 34), de julio («Gratis lo recibisteis; dadlo gratis», Mt 10,
8) y la de junio («Recibiréis
la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos»,
Hch 1, 8):
1.- “…leyendo tu correo de la Palabra de Vida, me
llenó la experiencia que tuviste con la cajera del súper regalándole un rosario.
No sé por qué razón, empecé a rezar el santo rosario todos los días. No sabía
rezarlo, aprendí y ahora me llena, me siento bien…”.
2.- “…me llegan tus correos puntualmente, gracias;
y sí, los leo siempre. Por lo menos la palabra de vida y sus comentarios...
Este curso ha sido muy duro
para nosotros: ha habido un problema muy gordo que llevó a uno de nuestros
hijos al borde del abismo. Gracias a Dios acudió a nosotros a tiempo...
A la pequeña le afectó
tanto, que tuvo un grave trastorno psiquiátrico.
Nosotros nos hemos centrado
cada uno en uno de ellos para poder abarcar mejor. Toda la familia nos hemos
mantenido muy unida y, apoyándonos en el amor de Dios y el amor entre nosotros,
hemos salido de ello y fortalecidos.
Todos los médicos decían que
no podríamos ser una familia de nuevo... Pero se confundían: el amor todo lo
puede. Ahora estamos todos juntos otra vez, disfrutando de cada detalle, riendo
juntos. No hacemos más que dar gracias a Dios.
Ahora toca disfrutar, ya
hemos llorado bastante.
¿Te puedo pedir que apliques una misa de acción de gracias
por nuestra familia? Nuestros hijos y nosotros estamos bien y juntos otra vez,
después de todo un año luchando. La salud mental es tan importante...
Perdona por alargarme tanto.
Pero sé que me escuchas con cariño. Gracias.”
3.- “…estoy releyendo lo que escribí durante los
ejercicios en el Centro Mariápolis: cuánto amor hay en ello. Un pedazo de vida
que sanó y salvó mi corazón. Reza porfa para que así siga…”.
Si quieres leer
más experiencias similares,
de gente de
todo el mundo, o
también
N.B.: tú también
puedes compartir las experiencias
que, por gracia de
Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica
el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en
“comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos
navegadores eso no funciona,
mándamela por correo-e.