sábado, 14 de noviembre de 2015

CADA UNO Y TODOS

VIDA DE LA PALABRA                        primeras semanas de NOVIEMBRE


Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando de practicar tratando de llevar a la vida diaria la Palabra de Vida de noviembre («…para que todos sean uno», Jn 17, 21) y la de octubre («En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros», Jn 13, 35):
1.-        Ha sido muy bonito también el funeral de mes por mi padre que realizamos ayer viernes en nuestro pueblo. Y más bonita si cabe su preparación (por tlf. y WhatsApp) entre todos mis hermanos y sus niños (con intervenciones directas de todos luego en la Misa en sus diversos momentos). Se
notaba un clima de unidad acrecentado entre nosotros y, por extensión, en las personas que asistieron: había un silencio, participación y atención que “absorbían” (y a mí, en concreto me ayuda a hablar expresándome mejor). Al final, todo el mundo de nuevo nos expresaba su alegría y agradecimiento por haber podido estar en una celebración tan llena y por la serenidad y paz de toda nuestra familia. “Que todos sean uno, para que el mundo crea”.

2.-        Hace unos días, un compañero me dirigió una frase en voz alta (y con otra persona delante) que, aunque en tono de broma, era altamente insultante. Sé que su carácter jocoso es así: ¡pero se pasó de “rosca” muchísimo!
Aunque me sentí muy dolido y se me “encendió” la sangre… dudaba yo si excusarme-defenderme o no de lo q me había dicho. Preferí callar. Me quedé en paz. Con el silencio posterior que se creó entre los tres, mientras seguíamos haciendo cosas, pude intuir que él se dio cuenta de su poca delicadeza y la otra persona valoró el que yo “no entrara al trapo”.

Algunas de vuestras EXPERIENCIAS tratando de practicar tratando de llevar a la vida diaria la Palabra de Vida de noviembre («…para que todos sean uno», Jn 17, 21), la de octubre («En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros», Jn 13, 35) y la de septiembre («Amarás a tu prójimo como a ti mismo», (Mc 12, 31):
1.-        “es un regalo recibir tus palabras de vez en cuando, pero especialmente estando lejos de casa. Este país es musulmán y se echa de menos visitar la iglesia. Hay una "Catedral" sencilla pero bonita, pero no podemos ir lo que quisiéramos por cuestiones de seguridad

2.-        “estoy segura que así de pronto no sabes quién soy, pero voy a intentar recordártelo:
Un viernes de Marzo nos vimos en el tren regional (no recuerdo dónde ibas tú). El caso es que subió una amiga en el tren e íbamos los tres en la mesita. “¡Qué casualidad!”, pensé: me había encontrado a una de mis mejores amigas y a un cariñoso Sacerdote… Nada más salir de Atocha se te derramó un zumo y esa fue la excusa perfecta para empezar una agradable conversación: estuvimos charlando todo el camino y, la verdad, es que las dos horas transcurrieron demasiado rápidas.
Nos contaste diversas historias que te habían pasado en Madrid, como que al poquito tiempo de llegar a la capital te llamaba mucho la atención que la gente no saludara y a ti eso te indignaba, diversas historias que recuerdo con mucho cariño; pero lo que se me quedó grabado fue que, cuando el tren llegó a mi estación, terminaste la conversación diciéndonos: “a algunas chicas que he conocido en el tren, las he terminado casando”. Y ¡¡mi amiga y yo nos quedamos pasmadas!!, diciéndonos: “te toca a ti, no a ti, ¿a mí?; no, a ti…”, jajaja.
Cuál es mi sorpresa que a la semana siguiente me dice mi novio que si nos casábamos y a mi mente la primera persona que vino fuiste tú: estaba súper sorprendida, ¡no podía estar pasando! Paco me lo había dicho!! Cuando vi a mi amiga y se lo conté, lo primero que me dijo fue: “¡Paco! Jajaja”; ¡¡no dábamos crédito!!
Claro está, le dije que SÍÍÍ, así que nos casaremos en agosto…
Pues esta es nuestra historia, de la cual tú eres partícipe

3.-        ““esmerémonos en lo que favorece la paz y construye la vida en común”. Esa frase he leído esta mañana y me ha dejado pensativa. Todo un programa de vida en una frase. Pero hay más, muchas más frases llenas de sabiduría y sentido común tiene la Biblia.
Frases a las que yo no había prestado atención hasta hace unos años… No es que no hubiese Biblias en mi casa, al revés…  Toda la referencia que tenía de la Biblia era lo escuchado en Misa, a lo cual tampoco prestaba atención...
Por ello, si volviera a nacer o si pudiese dar marcha atrás y “corregir errores”, no lo dudaría: la Biblia tendría de libro de cabecera y a ella acudiría todos los días, pues si importante es alimentar el cuerpo mucho más necesario es alimentar el alma.
No, reconozco que no presté atención en mi infancia y adolescencia ni a la Biblia, ni a la clase de religión, ni la catequesis, ni a los curas.
Si volviese a nacer… por nada del mundo me perdería la asignatura de religión,  deseosa estaría de saber todo lo que pudiese de aquello que más me interesa y me preocupa, la Iglesia, Jesús, los que fueron sus amigos… En mi agenda no faltaría ni el número de mi profe ni el de mi catequista para poder consultar con ellos, aprender… Procuraría tener siempre un sacerdote cerca con el que poder hablar, al que pudiese pedir consejo, y con el que poder recuperar la paz que tantas veces se pierde: si nos preocupamos de llevar la ropa limpia y el pelo impecable, ¿cómo no preocuparse de lo más importante, el corazón?
            No, no puedo cambiar el pasado, ¡pero sí influir en mi futuro!
            Hace unos días me enviabas una homilía preciosa y en ella leía: “No se detuvo a mirarse a Sí mismo, ni a sus llagas y dolores, y continuó amando incluso a los que le crucificaban”.
Llevo meses sintiéndome mal, con una sensación de vacío que me está ahogando y ahora me doy cuenta que tal vez es por eso. Porque yo sí me detuve: me detuve ante el dolor que me produjo una herida, encerrándome en mí y olvidándome de los demás.
Tampoco eso ya lo puedo cambiar, pero sí mi futuro.
Me pongo pues en marcha de nuevo y procuraré por todos los medios esmerarme en lo que favorezca la paz y construya la vida en común

4.-        “…hoy hemos celebrado la Misa de mi madre: abandonó su sufrimiento tras vivir el día de todos los Santos, oyendo una misa... (aunque sedada, yo se la puse), le canté salmos toda la mañana y un buen sacerdote la visitó (siempre tan lleno de dulzura para con cada uno). Murió a las tres de la noche, ya era día de los difuntos.... Mi esposo y yo, oramos por su alma tras su penúltimo suspiro (Dios nos regaló que estuviésemos haciendo el turno en esa noche)... En profunda serenidad... los dos ante aquel despojo humano.... A solas... Nuestra fe convirtió ese momento en un espacio de amor ante el Padre... Al término de nuestra oración... paz... Y el aviso tranquilo a enfermeros...

Doy gracias por sentirme tan cuidada por Dios, porque Él da el sentido a todo en mi vida... porque en mi debilidad... Él me abraza y me lleva... y ya no soy yo... es Él. Y le doy gracias por el milagro de compartir la misma fe y camino con mi marido...


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1 comentario:

  1. La Misa Funeral de tu padre fue muy bien, muy emocionante, muy "llamativa" a vivir esta Fe que Dios os ha regalado y la Unidad que se percibe mucho entre vosotros. Parecía un encuentro de alegría, de charlas tanto espirituales como humanas con testimonios vivos y emocionantes.
    Seguro que vuestro padre se alegra un montón de veros así, siguiendo sus huellas y no él sólo sino también todos nosotros.
    Escuché a alguien decir, "Yo pido a Paco Tomás que interceda mucho por la Residencia de los mayores, ya que está ahora con el Señor y con el cariño que tenía a la Residencia y los residentes"

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