VIDA DE LA PALABRA primeras semanas de NOVIEMBRE
Algunas de mis EXPERIENCIAS tratando
de practicar tratando de llevar a la vida diaria la Palabra de Vida de noviembre («…para
que todos sean uno», Jn 17,
21) y la de octubre («En esto conocerán todos que sois discípulos
míos: si os amáis unos a otros»,
Jn 13, 35):
1.- Ha sido muy bonito también el funeral de mes por mi padre que realizamos ayer viernes en nuestro pueblo. Y más bonita si cabe su preparación (por
tlf. y WhatsApp) entre todos mis hermanos y sus niños (con intervenciones
directas de todos luego en la Misa en sus diversos momentos). Se
notaba un clima de unidad acrecentado entre nosotros y, por extensión, en las personas que asistieron: había un silencio, participación y atención que “absorbían” (y a mí, en concreto me ayuda a hablar expresándome mejor). Al final, todo el mundo de nuevo nos expresaba su alegría y agradecimiento por haber podido estar en una celebración tan llena y por la serenidad y paz de toda nuestra familia. “Que todos sean uno, para que el mundo crea”.
notaba un clima de unidad acrecentado entre nosotros y, por extensión, en las personas que asistieron: había un silencio, participación y atención que “absorbían” (y a mí, en concreto me ayuda a hablar expresándome mejor). Al final, todo el mundo de nuevo nos expresaba su alegría y agradecimiento por haber podido estar en una celebración tan llena y por la serenidad y paz de toda nuestra familia. “Que todos sean uno, para que el mundo crea”.
2.- Hace unos días, un compañero me dirigió una frase en voz alta (y con otra
persona delante) que, aunque en tono de broma, era altamente insultante. Sé que
su carácter jocoso es así: ¡pero se pasó de “rosca” muchísimo!
Aunque me sentí muy dolido y se me “encendió” la
sangre… dudaba yo si excusarme-defenderme o no de lo q me había dicho. Preferí
callar. Me quedé en paz. Con el silencio posterior que se creó entre los tres,
mientras seguíamos haciendo cosas, pude intuir que él se dio cuenta de su poca
delicadeza y la otra persona valoró el que yo “no entrara al trapo”.
Algunas de vuestras EXPERIENCIAS tratando
de practicar tratando de llevar a la vida diaria la Palabra
de Vida de noviembre («…para
que todos sean uno», Jn 17,
21), la de octubre («En esto conocerán todos que sois discípulos
míos: si os amáis unos a otros»,
Jn 13, 35) y la de septiembre («Amarás
a tu prójimo como a ti mismo», (Mc
12, 31):
1.- “…es un regalo recibir tus palabras de vez en cuando, pero especialmente
estando lejos de casa. Este país es musulmán y se echa de menos visitar la
iglesia. Hay una "Catedral" sencilla pero bonita, pero no podemos ir
lo que quisiéramos por cuestiones de seguridad…”
2.- “…estoy segura que así de pronto no sabes quién soy, pero voy a
intentar recordártelo:
Un viernes de
Marzo nos vimos en el tren regional (no recuerdo dónde ibas tú). El caso es que
subió una amiga en el tren e íbamos los tres en la mesita. “¡Qué casualidad!”, pensé: me había
encontrado a una de mis mejores amigas y a un cariñoso Sacerdote… Nada más
salir de Atocha se te derramó un zumo y esa fue la excusa perfecta para empezar
una agradable conversación: estuvimos charlando todo el camino y, la verdad, es
que las dos horas transcurrieron demasiado rápidas.
Nos contaste
diversas historias que te habían pasado en Madrid, como que al poquito tiempo
de llegar a la capital te llamaba mucho la atención que la gente no saludara y
a ti eso te indignaba, diversas historias que recuerdo con mucho cariño; pero
lo que se me quedó grabado fue que, cuando el tren llegó a mi estación,
terminaste la conversación diciéndonos: “a algunas chicas que he conocido en el
tren, las he terminado casando”. Y ¡¡mi amiga y yo nos quedamos pasmadas!!,
diciéndonos: “te toca a ti, no a ti, ¿a mí?; no, a ti…”, jajaja.
Cuál es mi
sorpresa que a la semana siguiente me dice mi novio que si nos casábamos y a mi
mente la primera persona que vino fuiste tú: estaba súper sorprendida, ¡no
podía estar pasando! Paco me lo había dicho!! Cuando vi a mi amiga y se lo
conté, lo primero que me dijo fue: “¡Paco! Jajaja”; ¡¡no dábamos crédito!!
Claro está, le
dije que SÍÍÍ, así que nos casaremos en agosto…
Pues esta es
nuestra historia, de la cual tú eres partícipe…”
3.- “…“esmerémonos en lo
que favorece la paz y construye la vida en común”. Esa frase he leído esta mañana y me ha dejado
pensativa. Todo un programa de vida en una frase. Pero hay más, muchas más
frases llenas de sabiduría y sentido común tiene la Biblia.
Frases a las que yo no había prestado atención hasta hace unos años…
No es que no hubiese Biblias en mi casa, al revés… Toda la referencia que tenía de la Biblia era
lo escuchado en Misa, a lo cual tampoco prestaba atención...
Por ello, si volviera a nacer o si pudiese dar marcha atrás y “corregir
errores”, no lo dudaría: la Biblia tendría de libro de cabecera y a ella
acudiría todos los días, pues si importante es alimentar el cuerpo mucho más
necesario es alimentar el alma.
No, reconozco que no presté atención en mi infancia y adolescencia ni
a la Biblia, ni a la clase de religión, ni la catequesis, ni a los curas.
Si volviese a nacer… por nada del mundo me perdería la asignatura de
religión, deseosa estaría de saber todo
lo que pudiese de aquello que más me interesa y me preocupa, la Iglesia, Jesús,
los que fueron sus amigos… En mi agenda no faltaría ni el número de mi profe ni
el de mi catequista para poder consultar con ellos, aprender… Procuraría tener
siempre un sacerdote cerca con el que poder hablar, al que pudiese pedir
consejo, y con el que poder recuperar la paz que tantas veces se pierde: si nos
preocupamos de llevar la ropa limpia y el pelo impecable, ¿cómo no preocuparse
de lo más importante, el corazón?
No, no puedo cambiar el pasado, ¡pero sí influir en mi
futuro!
Hace unos días me enviabas una homilía preciosa y en ella
leía: “No se detuvo a mirarse a Sí mismo,
ni a sus llagas y dolores, y continuó
amando incluso a los que le crucificaban”.
Llevo meses sintiéndome mal, con una sensación de vacío que me está
ahogando y ahora me doy cuenta que tal vez es por eso. Porque yo sí me detuve:
me detuve ante el dolor que me produjo una herida, encerrándome en mí y
olvidándome de los demás.
Tampoco eso ya lo puedo cambiar, pero sí mi futuro.
Me pongo pues en marcha de nuevo y procuraré por todos los medios
esmerarme en lo que favorezca la paz y construya la vida en común…”
4.- “…hoy hemos celebrado
la Misa de mi madre: abandonó su sufrimiento tras vivir el día de todos los
Santos, oyendo una misa... (aunque sedada, yo se la puse), le canté salmos toda
la mañana y un buen sacerdote la visitó (siempre tan lleno de dulzura para con
cada uno). Murió a las tres de la noche, ya era día de los difuntos.... Mi
esposo y yo, oramos por su alma tras su penúltimo suspiro (Dios nos regaló que
estuviésemos haciendo el turno en esa noche)... En profunda serenidad... los
dos ante aquel despojo humano.... A solas... Nuestra fe convirtió ese momento
en un espacio de amor ante el Padre... Al término de nuestra oración... paz...
Y el aviso tranquilo a enfermeros...
Doy gracias por sentirme tan cuidada por
Dios, porque Él da el sentido a todo en mi vida... porque en mi debilidad... Él
me abraza y me lleva... y ya no soy yo... es Él. Y le doy gracias por el
milagro de compartir la misma fe y camino con mi marido...”
Si quieres leer más experiencias
similares,
de gente de todo el mundo,
N.B.: tú también
puedes compartir las experiencias que, por gracia de Dios, hayas podido
realizar poniendo en práctica el Evangelio; “pincha” aquí abajo en
“comentarios” y escríbela; o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,
mándamela por correo-e.
La Misa Funeral de tu padre fue muy bien, muy emocionante, muy "llamativa" a vivir esta Fe que Dios os ha regalado y la Unidad que se percibe mucho entre vosotros. Parecía un encuentro de alegría, de charlas tanto espirituales como humanas con testimonios vivos y emocionantes.
ResponderEliminarSeguro que vuestro padre se alegra un montón de veros así, siguiendo sus huellas y no él sólo sino también todos nosotros.
Escuché a alguien decir, "Yo pido a Paco Tomás que interceda mucho por la Residencia de los mayores, ya que está ahora con el Señor y con el cariño que tenía a la Residencia y los residentes"