jueves, 5 de julio de 2012

Teresa de Ávila, Chiara de Trento

Hay dos mujeres, Teresa de Jesús y Chiara Lubichque han encontrado una amplia escucha en la Iglesia católica. Tenerlas presentes hoy, en la urgencia que se advierte de hacer llegar nuevamente la fe al corazón de la gente, es de especial ayuda. Todo, en la Iglesia y en la sociedad, debe recomenzar de Dios como la mejor garantía para superar la actual crisis cultural, económica y religiosa. Ellas dedicaron su vida en épocas diversas a este ideal común, contribuyendo también con sus escritos a una comprensión más genuina de la vida cristiana. 

Dos mujeres y dos castillos
5 julio 2012
"L'Osservatore Romano" ha publicado con este título, el 4 de Julio, en su versión digital, un artículo en el que confronta la espiritualidad de S. Teresa de Ávila con la de Chiara Lubich.

Los maestros de espiritualidad más acreditados convergen cada vez más en el reconocimiento tanto de la actualidad del pensamiento de Teresa y Chiara, como en la complementariedad de los caminos que ellas propusieron para la imitación de Cristo y la santificación en la vida cotidiana. La fuerza de este pensamiento consiste en la fe vivida por amor y con amor ilimitado por Dios y por el prójimo, el único signo verdaderamente eficaz para la credibilidad del Evangelio a los ojos de nuestros contemporáneos.
Fuente del texto: Osservatore Romano on line, 4 de Julio 2012


Teresa y Clara para entender mejor la vida cristiana
Dos mujeres
y dos castillos
Hay dos mujeres que, para conocerlas mejor, revelan una especial sintonía con el objetivo reformador de Benedicto XVI convencido más que nunca de que todo, en la Iglesia y en la sociedad, debe recomenzar de Dios como la mejor garantía para superar la actual crisis cultural, económica y religiosa. Teresa de Ávila y Chiara Lubich dedicaron su vida en épocas diversas a este ideal común, contribuyendo también con sus escritos a una comprensión más genuina de la vida cristiana. Son dos mujeres que han encontrado una amplia escucha en la Iglesia católica. Tenerlas presentes hoy, en la urgencia que se advierte de hacer llegar nuevamente la fe al corazón de la gente, es de especial ayuda.
Su actualidad deriva, entre otras cosas, de que ambas fueron paladinas de una renovación espiritual originada en el clima de dos importantes concilios reformadores: Teresa en el cauce de Trento (1545-1563) en el siglo del Renacimiento; Chiara confirmada en su intuición por el Vaticano II (1962-1965) a mitad del siglo XX. Tras las huellas de estos concilios la santa carmelita y la fundadora del Movimiento de los Focolares pusieron en marcha experiencias de vida cristiana benéficas para muchos fieles y para toda la Iglesia.
Los maestros de espiritualidad más acreditados convergen cada vez más en el reconocimiento tanto de la actualidad del pensamiento de Teresa y Chiara, como en la complementariedad de los caminos que ellas propusieron para la imitación de Cristo y la santificación en la vida cotidiana. La fuerza de este pensamiento consiste en la fe vivida por amor y con amor ilimitado por Dios y por el prójimo, el único signo verdaderamente eficaz para la credibilidad del Evangelio a los ojos de nuestros contemporáneos.
El descubrimiento de esta afinidad espiritual entre Teresa y Chiara se debe, en particular, al carmelita Jesús Castellano Cerveraque murió a inicios del pontificado de Benedicto XVI, el Papa teólogo animado por la misma pasión por el primado del amor de Dios en la Iglesia. Ya no debería ser un misterio que este pida con insistencia a la Iglesia católica en su acción reformadora que se deje guiar y plasmar por el amor, encarnado en Jesús, para volver a dar eficacia a la obra de evangelización.
Teresa –como es sabido– es célebre por el Castillo interior, la obra considerada un camino clásico de la santificación personal. Chiara respondió a los signos de nuestro tiempo añadiendo de su parte a la plataforma de Teresa la espiritualidad del castillo exterior, es decir, de la santidad buscada de manera comunitaria como Iglesia. Una seria toma de conciencia de la llamada universal a la santidad reconocida y difundida por el Vaticano II.
Dos mujeres, dos castillos. No contrapuestos sino complementarios. No se trata de edificios, aunque sean imponentes, sino de espiritualidad que transforma el espíritu de las personas introducidas en una visión plena de sentido y capaz de obrar el bien. El castillo interior es el espíritu: Teresa lo describe como el camino para llegar a una relación satisfactoria con Dios considerado la clave de bóveda de la existencia. El éxtasis de santa Teresa, admirable escultura de Bernini, intenta interpretar la condición del alma cuando alcanza las cumbres místicas del amor de Dios.
Chiara recoge esta herencia espiritual, encontrándola muy actual, y la propone como camino accesible a todos los cristianos llamados a trabajar por la unidad, manteniendo fija la mirada en Jesús crucificado y abandonado. Un paso -esencial para la Iglesia- de una conciencia individual a una conciencia colectiva de la misión de evangelizar y del testimonio, a la que se han de adecuar también las instituciones eclesiásticas.
  c.d.c.
"L'Osservatore romano" 4 de julio de 2012
Osservatore Romano on line


El "encuentro" entre estas dos grandes mujeres quedó reflejado en la
visita de Chiara Lubich al monasterio de la Encarnación en Ávila y en la relación de las monjas con ella. 
En el Libro de Oro del Monasterio, quedó registrada la visita con un escrito autógrafo de Chiara Lubich:

“2.12.02 – Gracias Santa Teresa por todo lo que has hecho por nosotros a lo largo de nuestra historia. ¡Gracias! Pero el agradecimiento mayor y más hermoso te lo daremos en el Paraíso. Sigue velando por todos nosotros, por nuestro “castillo exterior”, que el Esposo ha suscitado en la tierra para completar tu “castillo interior” y hacer que la Iglesia sea tan bella como tú la deseabas. ¡Hasta pronto, Santa Teresa! Te abraza, Chiara”.


10 comentarios:

  1. Dos mujeres, dos castillos... ¡¡¡¡dos tesoros!!! ¡Muchas gracias!

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  2. Si queremos seguir los pasos trazados por el beato Juan Pablo II para este tercer milenio en la "NMI", habremos de tener muy en cuenta no sólo el "Castillo interior" como hasta ahora, sino además el "Castillo exterior" de Chiara Lubich.
    Paco, ¡gracias por compartir ese estupendo artículo!

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  3. ¡Me ha encantado la coordinación entre los ¡"dos castillos"! Es verdad: ya que el Papa Francisco insiste tanto en "salir a las periferias" y en "no quedarse encerrados en las sacristías", ¡se impone conocer bien la dinámica del "Castillo exterior" para no perecer en el intento!

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  4. Me resulta novedoso. ¡¡Pero me fío del gran teólogo y conocedor de la espiritualidad carmelitana, P. Jesús Castellano (q.e.p.d.)!!

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  5. Imprescindible para una espiritualidad actual: necesario el "Castillo interior" de la Santa de Ávila, y más urgente aún hoy el "Castillo exterior" de Chiara Lubich si queremos seguir la horma trazada por el Vaticano II (¡ahora que celebramos su 50 Aniversario!).

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  6. No había oído hablar del "Castillo exterior", ¡pero resulta de una lógica aplastante si se lee el Evangelio y se sacan todas sus consecuencias.
    ¡Gracias, Chiara Lubich! ¡Gracias P. Castellano (y a ti, Paco, por difundirlo)!

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  7. Hace falta una "robusta espiritualidad de comunión", dijo Juan Pablo II a un nutrido grupo de obispos. Sin duda la combinación de ambos "castillos" será un gran bien para la humanidad.

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  8. El mundo hoy necesita un suplemento de espiritualidad y no de una cualquiera, sino una espiritualidad que sea puro Evangelio vivido y compartido comunitariamente. Es necesario, pues, hacer visible ese "castillo exterior" hoy. La humanidad necesita a Jesús siempre, y más en nuestro tiempo.

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  9. Ayer recordaba que los inicios de mi vocación estaban, entre cosas, en el año santo teresiano. Luego, profundizándola, el Señor me hizo ir descubriendo que mi llamada era en la Obra que fundó Chiara Lubich.
    ¡Del Castillo interior al Castillo exterior!

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  10. Interesante la comparación entre ambas mujeres.
    También he oído comparar a Chiara Lubich como una nueva Santa Catalina de Siena.

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