VIDA DE LA PALABRA últimas semanas de MAYO
Alguna de mis
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de mayo («En
cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad,
bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí», Ga 5, 22-23) y la de abril («En
verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna», Jn 6,
47):
1.-
Después de 3 días intensos… esa noche me costaba conciliar el sueño y,
cuando ya por fin me adormilaba, a la 1:00 a.m. suena el móvil de urgencia del
hospital; no me lo podía creer: esa mañana había estado 4 veces en ese mismo
pasillo, el anciano llevaba 9 días ingresado ¡y a la familia se les ocurre
esperar al último momento, cuando yo al día siguiente tengo que madrugar mucho
y desarrollar una jornada todavía más intensa que las anteriores (el otro
sacerdote no estaba, había “extras” como primeras comuniones…)! Así que, no
debí emplear buen tono al contestar al pobre enfermero que llamó: me disculpé,
le di las gracias (¡más vale tarde que nunca!, aunque el sacramento de la
Unción es para recibirlo conscientemente, no sedado…).
En fin, me puse la ropa encima
del pijama y sin tráfico los 5 km. se recorren en seguida.
Aunque le expliqué a la familia
que es un sacramento de sanación (del alma y del cuerpo) y con delicadeza les
dije que lo habían privado durante 9 días del consuelo, paz y fortaleza que
conlleva (y, además, así me lo aseguran muchos enfermitos por su propia
experiencia), la familia se deshacía en darme las gracias.
Luego ya me costó dormirme y me
desperté al primer rayo de sol, antes de que sonara el despertador: muy cansado.
Ciertamente conforme avanzaba el día yo iba a medio gas (y algunos me lo
notaron en la cara); en una reunión de Consejo no pude aportar nada (más bien
se preocuparon por mi cara de cansado). Pero me fiaba que, más allá de todo,
más allá de mis límites e inoperancias, el Espíritu Santo enviaría su Luz y su
Fortaleza a cada uno (con mi colaboración directa, unas veces, y/o con mi
adormilamiento otras, pues había sido por intentar servir por amor).
2.-
El primero de esos días “entretenidos” concluía con una actividad extra: el
ensayo “general” con “el mejor coro provisional del mundo”, que de nuevo me
iban a sacar de un apuro (esta vez en las primeras comuniones).
Justo antes de empezar, nada más
acabar la Misa, se presentan en la sacristía con una sonrisa de oreja a oreja y
con una tarta (con vela encendida y cantando). Me hizo muchísima ilusión. Me
encantó. Fue bonito luego el ensayo en clima de hermanos, de verdadera familia,
y precioso el ratito posterior charlando y compartiendo unos salados, refrescos
y la tarta. En lo uno y en lo otro, por el amor recíproco, se percibía la
presencia del Resucitado “donde dos o más…” que “produce” al Espíritu Santo,
como así notamos por la “paz, alegría…” que enumera la PdV.
Alguna de vuestras
EXPERIENCIAS tratando de
llevar a la práctica diaria la Palabra de Vida de mayo («En
cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad,
bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí», Ga 5, 22-23), la de abril («En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna», Jn 6,
47) y la de marzo («Muéstrame tus
caminos, Yahvé, enséñame tus sendas», Sal 25, 4):
1.-
“…acabo de leer la nueva Palabra de Vida y las experiencias que envías… , y
te envío alguna que otra experiencia, porque como siempre has dicho, “lo que no
se da, se pierde”.
En mi trabajo hay aparentemente
un buen ambiente entre compañeros, pero en la práctica no es así: es todo
fachada, hay claramente dos grupos diferenciados, por un lado unos más afines a
los jefes, y por otro un sector más crítico y abierto a nuevas
propuestas.
Desde que empecé aquí, el sector crítico me abrió sus puertas de par en par… y
comparto muchos momentos con ellos sobre puntos de vista, ideas de trabajo e
ideas personales. Pero con el tiempo noté que, dependiendo de con quién te
juntes más, ya te marcan o definen en un determinado grupo... Pero, en esta
forma de ser mía de no definirme en ningún sitio y a la vez estar en todos y
con todos, he tratado y sigo tratando de estar siempre con ambos grupos,
compartir sus anhelos, aportar aquello que puedo y escuchar a cada persona
atentamente... la relación se ha ido forjando y se forja cada día, porque esto
es un constante...
De hecho hay compañeras con un
carácter, digámoslo así, bastante seco, y que generan bastante tensión en las
relaciones personales o en decisiones que hemos tenido que tomar entre todos,
no facilitando en ningún momento el diálogo o tan siquiera la puesta en común
de otros puntos de vista que pueden enriquecer... Yo trato de estar más allá de
estas tensiones, de las críticas entre unos y otros, tratando de dar mi opinión
cuando puedo y quitándole hierro a determinadas situaciones, que muchos
aprovechan para arremeter contra el contrario... He observado que he creado
relaciones o así lo intento con cada uno de ellos, y aseguro que con alguno o
alguna es bastante difícil por su carácter seco, distante y poco conciliador.
Prueba de ello fue el otro día
que traje un desayuno para compartir entre todos con motivo de mi
cumpleaños. Normalmente para el desayuno también hay dos grupos, unos salen
fuera a un bar y el resto se queda en una sala en el trabajo. Aposté por
aprovechar este espacio común para invitar a todos a desayunar y fue bonito, y
ahora lo pensaba, porque tuvimos un momento de compartir juntos en la sala con
motivo del desayuno, y más allá de las diferencias y puntos de vista, se hizo
un paréntesis y todo fluyó muy bien... ¡¡Esta búsqueda de la unidad que nos ha
enseñado Chiara hasta la saciedad y que nos ha dejado es muy grande!!
Por otro lado y desde los
ejercicios trato de perseverar en esta relación con Jesús…”
2.- “…es precioso el texto del Papa
Francisco, pero no es fácil de llevarlo a cabo. Con relación al apego cada vez
soy más consciente de todo lo que estanca y no te hace crecer pero te va
atrapando y no lo quieres ver. Lo he vivido en mi propia piel y por eso lo
identifico ya conscientemente.
Este
mes lo estoy dedicando a ayudar a algunos conocidos (ya que me han demostrado
que no tienen la categoría de amigos) y aunque los veo muy interesados también
sé que tienen problemas serios legales y al final he ofrecido al Señor mi
servicio, aunque no tengo claro si se lo merecen, pero hay que sembrar y aquí
estoy yo sembrando lo que puedo.
2b.- También tengo otra amiga muy enferma con depresión
que cada vez le llegan a su vida situaciones más duras y la estoy acompañando
en este trayecto de su vida, aun sabiendo que me escucha poco, pero si logro
distraerla un rato de sus preocupaciones, eso ya me vale.
2c.- Es una etapa de continuo estrés en el trabajo con
muchos cambios de criterio y muchas prisas: todo es urgente y “se tenía que
haber realizado ayer”, así que yo le pido al Señor calma y que me ayude a
priorizar, ya que me siento como un bombero apagando los fuegos más inminentes…”
3.- “…a pesar de que estos últimos 15 días no
han sido fáciles para mí, he podido experimentar los frutos del Espíritu.
Como dice la PdV, he tratado de atajar las tentaciones para decir “sí” a las
tareas que Dios nos pide y qué verdad es que el Espíritu nos guía para poder
seguir amando al prójimo:
Con tantas cosas entre manos, me olvidé
que había quedado en recoger a una persona que venía de viaje. Justo cuando
llegué a casa e iba a cambiarme de ropa, no sé por qué, antes miré el móvil y
¡faltaba el tiempo justo de llegar! Di gracias a Dios y le dije que salía para
la estación, a la que llegué antes que el tren.
3b.- Un día, quería ir a visitar a una amiga
enferma, pero no acababa de encontrar el momento. Otra amiga común me llamó
para preguntarme si yo iba a ir a verla y podía venir conmigo en el coche.
Sentí que era lo que Dios quería, fuimos juntas y fue un regalo especial de
Dios para las tres.
3c.- Otro día una persona que trabaja en mi
ciudad, pero vive en otra localidad, me preguntó si podía venir a casa. Mi sí
no fue inmediato, pero cambié los planes y todo fue bien. Por la noche me dice:
"tú sí que vives las obras de misericordia". Para mí fue experimentar
la misericordia de Dios que cubre todos mis límites…”
4.- [de mi hermana,
Misionera de la Esperanza en Chad] “…si tuviera que decir quién es la persona chadiana
que más nos ha cuidado desde que estoy aquí, en la que siempre hemos podido
confiar, la que más me ha sorprendido por sus profundos comentarios hechos vida
de la Palabra de Dios en el grupo que llevo de personas que quieren conocer MI.ES.
y de la que más he aprendido aquí (de su gran corazón)… sin duda diré: “mamá
Fátima”, nuestra cocinera. Mujer sencilla, generosa, alegre, luchadora, que
todos los días (lloviera a cantaros o tronara, hiciera un sofocantísimo
calor... recorría 7 km a pie desde su casa a la nuestra y venía sonriendo,
saludando y ayudando a todo el que se encontrara por su camino.
Ayer recibió su bautismo… por la gravedad de su estado, sin haber
terminado su catecumenado de preparación, que aquí dura 4 años. Hace unos 10
días le picaron un montón de abejas enfurecidas (las habían echado a pedradas
de su panal justo cuando ella pasó por el camino hacia su casa) y se ensañaron
con ella picándole por todas las partes de su cuerpo. Ha sufrido muchísimo. La
hemos llevado al hospital, parecía que estaba mejor después de unos días y la
llevamos a su casa cuando le dieron el alta, pero cuando parecía que estaba
remontando poco a poco, recibió la noticia de la muerte de su madre en Djamena
y eso hizo que perdiera las pocas fuerzas que tenía y la volvimos a llevar al
hospital; allí le pusieron alguna medicación, pero poco le podían hacer porque
los médicos estaban en huelga, así que al día siguiente probamos en un hospital
o Centro privado y allí ha pasado la noche.
Esta mañana he estado en el centro de salud en el que está ingresada (en
un colchón en el suelo, con una bolsa colgada en el clavo de una pared,
haciéndole una transfusión de sangre y rezábamos junto a un sacerdote. ¡¡Dios
mío, cuánto sufrimiento de esta mujer tan buena y qué triste llevo todo el
día!! Sé que Jesús está ahí
especialmente, acompañándola en su dolor, pero no puedo evitar que se me
escapen unas lagrimillas cuando nadie me ve. Rezad mucho por ella y su familia,
rezad mucho por nosotros…”
Si
quieres leer más experiencias similares,
de gente de todo el mundo,
N.B.: tú también puedes compartir las experiencias
que, por gracia de Dios, hayas podido realizar
poniendo en práctica el Evangelio;
“pincha” aquí abajo en “comentarios” y escríbela;
o, dado que en algunos navegadores eso no funciona,